Otra aventura de los Vagamundos Argentinos.
¡Hola, lectores de Aire Libre! Somos Víctor y Fernando, argentinos de nacimiento y vagamundos de corazón. En octubre de 2017 emprendimos un viaje sin boleto de regreso con la idea loca de darle la vuelta al mundo. Nuestra misión: traerles algunas de las mejores actividades en cada destino. En esta oportunidad, nos reportamos desde México.
Pensemos en México. Seguramente lo primero que se nos venga a la cabeza sean tacos, mariachis y la celebración del Día de los Muertos. Pero este país es mucho, muchísimo más que eso, y en la oferta de actividades al aire libre, las opciones son infinitas. Hoy vamos a hablar de una región en particular en donde viviremos una experiencia increíble: bienvenidos a la península de Yucatán.
Cancún, Playa del Carmen y las ruinas de Chichén Itzá son las postales inconfundibles de la Riviera Maya. Pero una vez que hayamos tenido suficiente arena y sol en nuestra piel y estemos listos para cambiar de actividad, ¿qué podemos hacer? Esta área ubicada en el sureste de México tiene una gran particularidad: está llena de cenotes. Estas cavernas se formaron gracias a que el suelo de esta zona absorbe fácilmente el agua de lluvia, acumulándola en cuevas subterráneas. Con el paso de los años la cúpula se debilitaba y caía hacia el fondo dejando al descubierto el cenote. Muchos se conectan por túneles subterráneos entre sí, por donde cientos de buceadores se aventuran a diario. Y esto no es todo. Si hay algo que hace que un cenote sea simplemente mágico, es el color de sus aguas. Podemos estar mirando desde la superficie hacia un fondo de 15 metros y lo veremos con total claridad.
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Nuestra aventura empezó en la ciudad de Tulum, ubicada en el estado de Quintana Roo. Nos dirigimos en auto alquilado hacia el Cenote Dos Ojos en un recorrido de 30 minutos. Como el nombre lo indica, en este complejo encontraremos dos cavernas conectadas por canales de piedra caliza. Nosotros optamos por hacer snorkeling, por lo que el precio fue de USD 18 incluyendo el traje de neoprene, snorkel, patas de rana, linterna acuática y un guía que nos acompañó durante toda la visita.
También se puede hacer buceo, para lo cual es necesario contar con el certificado correspondiente. Comenzamos por el primer cenote, donde rompimos la calma de su superficie al ser los primeros del día en darse un chapuzón. Nunca habíamos visto algo así. El agua turquesa de esa caverna es el hogar de miles de peces que se pierden entre las rocas. A medida que nos adentramos en los túneles, la luz solar se va apagando poco a poco. Acá fue cuando encendimos las linternas y la magia se incrementó. Nos encontramos sobre un centenar de estalagmitas apuntando sus amenazadores picos hacia nosotros con un cardumen avanzando sin prisa entre las piedras. Si pensaban que estos eran los únicos animales con los que nos íbamos a encontrar, piensen de nuevo.
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Al avanzar unos metros, nuestro guía nos comunica que estamos por llegar a la cueva de los murciélagos. ¿Qué? ¿Murciélagos? Así es. De pronto estamos en una caverna abovedada en la que resonaban los chirridos de centenares de estos mamíferos. No les vamos a negar que nos dieron ganas de desaparecer cuando los veíamos volar sobre nuestras cabezas, pero a los minutos nos acostumbramos. Ese es su hogar y rara vez salen a la luz del día. Superada esta etapa, continuamos hacia el siguiente cenote, donde los rayos del sol iluminan a un grupo de buzos unos cuantos metros más abajo.
Esta experiencia fue sin duda de las más emocionantes que vivimos hasta el momento por lo único de su entorno y porque además es de los pocos lugares del mundo donde podemos encontrar estas cuevas de agua tan accesibles. Claro que hay cientos de cenotes por toda la península de Yucatán, por lo que hay opciones para todos los gustos y todos los presupuestos. De hecho, en el camino a Chichén Itzá se encuentran otros tales como el Cenote Dzitnup, Cenote Ik-Kil y el Cenote Xkeken, entre muchos otros.
Si te gustó lo que te contamos, preparate porque hay mucho, muchísimo más. El viaje continúa y en la próxima nota te estaremos escribiendo desde un país diferente. Si sos ansioso y querés anticiparte un poco, podés mirar nuestro perfil de Instagram. ¡Hasta la próxima!
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