Historia de nuestro lector Wilson Michelini, de Selva, Santiago del Estero.
Somos un grupo de amigos de la Ciudad de Selva, Santiago del Estero, muchos de los cuales nos hemos dispersado en distintas provincias para estudiar o bien ya recibidos, trabajando en lo que hemos estudiado, pero siempre que
volvemos al pago nos juntamos para IR DE PESCA . ¡Una gran pasión de todos!.
Pasó un 8 de enero que estábamos todos juntos. Y entonces empezaron los preparativos para ir a pescar, las compras, buscar la carnada, mesas, sillones, los soles de noche, hasta que finalmente salimos hacia el Río Salado, en un lugar conocido como la CINA, que geográficamente son los Altos del Saladillo lugar donde:
- la señal de celular no existe salvo en algunos lugares que puedas enganchar algo arriba de la camioneta pero sino la incomunicación es total
- con solo 5mm de lluvia el camino es complicado para salir por el gran salitre disponible en el suelo
- donde no hay plantas altas ya que la mayoría son jumes y espartos.
Por todo eso es un lugar que como todo lugar de pesca te desconecta del mundo, de las preocupaciones y pasas los momentos mas agradables.
Todos cargamos lo necesario, pero nadie se percató del tiempo.!!!!
Llegamos al lugar a las 6 de la tarde, y veíamos nubarrones, y relámpagos a la vuelta. A eso de las 20 hs, como la tormenta estaba abajo, y del teóricamente no iba a llover según las creencias, nos seguimos quedando, comimos el asado, tomamos unos fernets entre los amigos y seguimos pescando. Y como teníamos buena pesca nos propusimos quedarnos toda la noche, pero siempre observando la tormenta a la cual le restábamos toda importancia.
A eso de las 4am. un amigo dice:
– che vieja ustedes ven como se viene levantando?,
– a lo cual la respuesta unánime fue no te preocupes cualquier cosa en un rato salimos.
Y así fue que nos quedamos hasta las 5 de la mañana, con algún que otro fernet más. En eso nuestro amigo se aleja y llama al padre que se encontraba en el campo ya en esa hora esta dispuesto a hacer el tambo y donde justo tenía dirección la tormenta.
Llega nuestro amigo al campamento y dice:
– changos viene un viento fuerte y la tormenta esta muy fea me dijo mi viejo que salgamos urgente.
La respuesta fue
– aguantá vieja un fernecito más y nos vamos.
No pasaron 10 minutos que se levantó con todo un viento con tierra, salitre y obviamente una lluvia torrencial. No se veía a 20 metros, cargamos todo como pudimos y salimos. A los 4 kilómetros un amigo y yo quedamos encajados en una Saveiro, atrás venían otros amigos en una Toyota 4×4 de la cual estábamos confiados que nos sacaría.
Subimos como pudimos eramos 5 adentro y un colchón. La cosa es que pasaron 7 km más y quedamos empantanados dentro de un canal. A todo esto eran 7.30 am, el tiempo se puso frio, estábamos todos mojados y descalzos. sabiendo que no teníamos mas opción de como salir de allí.
Entró la preocupación y el miedo. Intentamos empujar la camioneta pero fue en vano. No teníamos señal y nos quedaban 2 botellas de agua. Del susto no surgían ideas así que volvimos a intentar empujar la camioneta, hasta que en plena acción le digo a un amigo: ¡cuidado con la víbora!. Fue en el acto que dio un salto para atrás y decidimos todos no arriesgar más y subir y deliberar que podíamos hacer.
Hasta que se escuchó!!! – ¡¡ salgamos caminando !! y todos hicimos un silencio sabiendo que la condición física no era de las mejores-( gordos) para caminar 23 km que nos separaban hasta un ripio en el que buscaríamos auxilio o alguien que nos lleve al pueblo.
Pero bueno después de deliberar, no quedaba otra opción y nos decidimos largar a caminar obviamente descalzos. Caminamos unos 12 km y se escucha !!tengo señal changos!!
Decidimos avisar de la situación a nuestras familias que suponíamos estaban preocupados ya que el temporal había sido general. Les dijimos que íbamos caminando, que estábamos bien para no preocuparlos, que si podían que manden una camioneta, y así fue que a las 14 hs llego hasta un lugar firme el padre de un amigo, con dos LEVITE una de naranja y una de ananá. Parecía que habíamos encontrado una mina de oro.
Nos subió a la chata y nos llevó a cada uno a su casa. A los 3 días pudimos sacar las camionetas y retirar nuestros equipos de pesca.
Aprendizaje: creo que todos recapacitamos de la importancia de escucharnos, y respetar las opiniones, y sobre todo escuchar a los padres porque esos 10 minutos hubiesen sido claves para salir. y no los hubiésemos preocupados a ellos. Y también que mas allá de llevar todo tipo de bebida debemos llevar mucha agua, por cualquier situación. Aprendimos a apoyarnos como grupo y a no perder la calma y creo que la enseñanza más importante es no subestimar al clima.
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