Las armas de fuego en las Invasiones Inglesas.
Por Diego Alejandro Longueira Calluso (*) para Revista Aire Libre.
Introducción general
“No van a llegar hasta acá, estamos lejos”, “esas cosas pasan allá en Europa”… frases así resonaban en la población de Buenos Aires a comienzos del año 1806 en referencia a las Guerras napoleónicas … y llegaron. A principios del mes de Agosto de ese año una fuerza británica de poco más de 1600 combatientes desembarcó en la localidad de Ensenada, en la Provincia de Buenos Aires. Pocos días después, se hacían del control absoluto de la capital del Virreynato y sus alrededores.
Mucho se ha escrito ya sobre las Invasiones Inglesas, sus causales, su desarrollo y sus consecuencias, así que aquí vamos a tratar específicamente sobre las armas de fuego utilizadas en esa parte de nuestra Historia.
Armas de fuego
Las armas de fuego de esa época son las denominadas “de Avancarga”, esto es, que la munición y la pólvora se cargan por la boca del cañón del arma empujados por la Baqueta, una varilla del largo del cañón que se alojaba en la madera de la culata, debajo de éste. El accionamiento del disparo se realizaba a través de un mecanismo llamado Llave que estaba situado hacia el fondo del cañón, al lado derecho de éste. En esta Llave, en un alojamiento denominado Cazoleta, se vertía una pequeña cantidad de pólvora que se encendía por medio de unas chispas producidas cuando un trozo de pedernal raspaba con fuerza una placa de acero templado. Estas chispas generaban un fogonazo que ingresaba por un orificio en el lateral del cañón, llamado Oído, el cual a su vez encendía la carga principal alojada en la recámara del arma. La pólvora utilizada en aquel entonces era exclusivamente Pólvora Negra.
Hubo muchos desarrollos de sistemas de Llave de Chispa, en el período que nos interesa predominaba un diseño denominado “A la Moda” o “Francés”, precisamente por ser este el país donde se había originado. En segundo lugar, se utilizaba un modelo denominado “De Patilla” o “Catalana”, por ser en esta región donde alcanzó su desarollo más avanzado.
El mundo de la Avancarga es totalmente diferente del mundo de las armas modernas. Para que el lector se dé una idea, el calibre mas grande en armas modernas, el de, por ejemplo, una ametralladora M2 Browning, que es de 12,7mm (Cal. .50”), es a su vez uno de los más chicos de las armas de Avancarga, en donde los calibres mas grandes trepan hasta los 19mm (Cal. .75”). Obviamente, la munición también difería en cuanto al diseño, siendo en aquella época conformada por una esfera de plomo, de donde toma su nombre de Bala, derivandose de los vocablos bola, bolo, ball.
En las armas de uso civil, destinadas a la caza o el tiro al blanco, la carga de la bala se realizaba en conjunto con una pieza de trapo o de cuero muy fino, llamada Calepino, que separaba la pólvora de la bala y a su vez permitía el desplazamiento de ésta a lo largo del cañón. En las armas de uso militar, este calepino era reemplazado por cartuchos de papel que contenían la pólvora y la bala, y permitían una carga más ágil, elevando la cadencia de tiro. De este tipo de cargas deriva la palabra cartucho de las municiones modernas, así como el vocablo cartuchera.
En general, se denomina Mosquete a los fusiles de ánima lisa, y Rifle a los fusiles de ánima rallada, es decir, con estrías helicoidales, similares a las armas modernas.
Comenzaremos por ver las armas de fuego del bando británico, y luego veremos las del bando hispano criollo.
Fusiles
- El Brownbess
Sin lugar a dudas, el arma de fuego más utilizada por el ejército británico en esa época es el Brownbess. Si bien este nombre nunca fue la denominación oficial, así se lo conoció a lo largo de las Historia. Los investigadores aún no se ponen de acuerdo sobre la etimología de este nombre, se supone que recibió este apodo por parte de los soldados británicos por el amarronado de los cañones, en contraste con el brillo de las armas de otros ejércitos, en especial el francés.
Sea como fuere, aquí en el Río de la Plata y en otras regiones, se lo conoció con otro nombre, el de Tower. Esta palabra estaba grabada en las platinas de las Llaves de Chispa de estas armas, y con esa denominación cobraron fama en América Central y del Sur. La historia de este mosquete es larga, y llegó a ser el arma de ordenanza con más años en servicio en el ejército británico. Su diseño y producción comenzó en el decenio de 1730, como una forma de estandarizar la producción de armas de fuego largas por parte de la Corona, para unificar los diferentes modelos que estaban en servicio en ese momento.
Genéricamente se puede clasificar su historia en tres fases, que difieren en cuanto al arte de la madera (stock), diseño de la Llave (Lock) y largo del cañón (Barrel), a lo largo de casi 120 años de servicio. Comenzó siendo un modelo con un largo de caño de 46 pulgadas, para pasar luego a un modelo de 42 pulgadas en la época de la Guerra de Independencia norteamericana, y finalmente un largo de 39 pulgadas en el período de las guerras napoleónicas, momento en que ocurren las Invasiones Inglesas al Río de la Plata y así es como se lo conoció en estas regiones, siendo el modelo utilizado conocido por el nombre de India, ya que originariamente se había producido este modelo como contrato particular de la Compañía de Indias británica, y que ante la falta de suministros la Corona se adueñó de la producción para equipar a sus tropas ya que el modelo de ordenanza del mismo diseño, el New Land Pattern de 1796, no daba abasto para cubrir la demanda.
Con un calibre de 0,75 pulgadas, es decir, 19 milímetros de diámetro, el ánima del cañón, como la mayoría de los modelos militares de la época, era lisa. Su efectividad radicaba en el volumen de disparo conforme a las tácticas de aquellos tiempos en que grandes masas de soldados disparaban al mismo tiempo sobre las filas enemigas. Con sus herrajes producidos en bronce y una Llave de Chispa robusta, se transformó prontamente en el mosquete más valorado y producido a gran escala, a tal punto que incluso se produjeron copias en Bélgica. Concluidas las guerras napoleónicas, las Guerras de Independencia en América latina se transformaron en el mercado predilecto de este modelo, tanto para los originales como para los fabricados en Bélgica.
Como se comentó anteriormente, el nombre de Tower respondía a la marca que llevaba en la Platina de la Llave. El método de construcción británico disponía que diversos talleres fabricaran, bajo un estricto control de medidas, las Llaves, los Cañones y las Culatas con sus herrajes de bronce. Todas estas piezas eran estoqueadas en la Torre de Londres, luego de pasar exámenes de calidad, y ante los requerimientos de equipamiento se ensamblaban en los talleres de la misma Torre para destinarlos al servicio activo. Aquí es donde surge la palabra Tower en la platina de la Llave. Y aquí también es donde surge la frase inglesa Lock, Stock & Barrel. En un principio, en vez de figurar la palabra Tower, figuraba el apellido del armero que había fabricado la Llave y el año de fabricación, pero para comienzos de 1770 todas las llaves comenzaron a llevar solamente la palabra Tower.
Este modelo del Brownbess, apodado India, fue el utilizado por las fuerzas británicas de Infantería en las Invasiones Inglesas, salvo los modelos de carabinas para las Caballería, y los de Marinería, con largos de cañón más corto, en general sus líneas mantenían el diseño clásico del Brownbess.
- El Baker
El Baker fue un desarrollo particular de un Rifle, producto de la experiencia sufrida en las tropas britanicas a manos de los independentistas yankees en la Guerra de Independencia norteamericana. En esa ocasión los británicos sufrieron en carne propia la precisión de tiro de las armas estriadas y esto produjo la formación de unidades especiales, equipadas con armas de cañón estriado, que cumplían misiones especiales en el campo de batalla. Luego de probar diversos modelos en servicio, se generó un concurso para contratar la producción de un modelo de ordenanza con el cual equipar a estas unidades especiales. El ganador de dicho concurso fué un oficial de apellido Baker, con cuyo nombre se bautizó a este diseño. La Llave de Chispa era parecida a la del Brownbess, pero su caño estriado tenía un menor calibre, .62 pulgadas, unos 16mm, y un largo de 30 pulgadas. Otra diferencia con el Brownbess era el diseño de su culata, que contenía un alojamiento llamado Patchbox, similar al de los rifles Ketucky de USA, ambos derivados del rifle de caza del norte de Europa llamados Jaegüer. y los herrajes de bronce del guardamonte.
Estos rifles Baker eran utilizados exclusivamente por un Regimiento especial, creado a tal fin, que tenía el número 95 dentro de la organización del Ejército británico, y que usaba un uniforme diferente caracterizado por el color verde, en contraste con el tradicional uniforme de chaquetas rojas. Esta unidad estuvo presente y participó activamente en el Río de la Plata en ocasión de la Segunda Invasión Inglesa.
Pistolas
Con un desarrollo muy similar al del mosquete, se produjeron varios modelos de pistolas que respondían a las condiciones de servicio para lo que fueron diseñadas. Generalmente en el Ejército estaban destinadas a su uso por parte de los Oficiales, en la Armada eran el elemento predilecto de la Marinería en los abordajes y la Caballería disponía de modelos más pesados y con mayor largo de caño. Sus calibres variaban de .65 a .75 pulgadas, es decir, de 15,7mm a 19mm. Los modelos más usuales tenían un calibre de .65 pulgadas o .69 pulgadas, es decir 16,5mm o 17,5mm. y un largo de caño de 9 pulgadas. El Cabildo de Buenos Aires ostenta en su Colección una de estas pistolas, cuyo modelo corresponde a las suministradas a los Oficiales de Ejército británico. En general, según el modelo, el largo de caño iba de 8 a 12 pulgadas, y los herrajes eran de bronce. Un diseño que empezó a repetirse desde principios del 1800 es la pieza abisagrada en la boca del cañón que sostenía la baqueta para que no se extraviase.
Armas especiales
Como armas especiales podemos mencionar aquellas que no respondían a producciones en gran escala de las contempladas en las Ordenanzas, pero que producidas en pequeña escala o por armeros particulares, eran parte de la dotación de las fuerzas militares. Un claro ejemplo de esto son los Trabucos, mosquetes de boca acampanada que utilizaba la marinería; o lo fusiles de borda, piezas similares en apariencia a los mosquetes de infantería, pero con un calibre muy superior a estos, utilizados en los botes de desembarco, en lanchas cañoneras, o en fortificaciones, siendo tan pesados que eran sostenidos por una horquilla para poder maniobrarlos mejor. Una de estas piezas forma parte de la colección expuesta en el Museo de Armas de la Nación.
(*) Diseñador y artista multifacético, aficionado a la Historia y la Cultura Celta, se dedica a la realización de piezas de militaria antigua. Participa activamente en la Recreación Histórica, integrando el Grupo “Corsarios del Plata” de la época napoleónica y participando también en las Ferias Medievales que se desarrollan en el país. El mail es tierracelta@yahoo.com.ar
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Fernando Keilty
Cabe agregar que de las armas introducidas por los ingleses, en la primera invasion, aproximadamente 1.600 fusiles, fueron tomados como botin de guerra, y quedaron en el pais. De las armas introducidas en la segunda inmvasion, aproxim,adamente 10,000 fusiles y una cantidad de rifles Baker, fueron devueltas a los invasores, por una clausula del tratado de rendicion, a condicion que abandonaran Montevideo