¿Cómo controlar y capturar el movimiento? – Primera entrega.
En una charla de amigos pregunté qué tema elegirían para mi próxima publicación y, si bien sus respuestas fueron diferentes, todas tuvieron algo en común: el movimiento. Puesto a trabajar decidí dividir el movimiento en propio y ajeno. Veamos cómo lo hice. Por Karl Ness
El movimiento del fotógrafo o movimiento endógeno:
Se puede producir porque tomamos mal la cámara, adoptamos una postura inestable, disparamos bruscamente o lo estamos haciendo con una velocidad de obturación demasiado baja para nuestra capacidad.
La solución para estos temas es adoptar una correcta sujeción, apoyando los codos en el tórax y la mano de soporte por debajo del objetivo de la cámara. Encontrar una posición cómoda y estable para nuestro cuerpo y controlar la respiración, oprimiendo el botón de disparo con mucha suavidad y, hasta podríamos agregar, permanecer sin movernos hasta 1 segundo después de disparar – lo que en otras disciplinas se llama follow through – para evitar que la ansiedad introduzca algo de vibración en la culminación de la acción.
Los principios son los mismos del tiro – con arma de fuego, arco o ballesta – ya que en definitiva debemos evitar brusquedades o movimientos involuntarios. Lo dicho hasta aquí también es válido para la fotografía con celulares. Pero, si fotografiamos con una cámara usando el visor y no la pantalla, tenemos la posibilidad de contar con un 3er. punto de apoyo, brindado por el arco superciliar – la cresta ósea de la frente donde se ubican nuestras cejas -.
Con la cámara sobre 3 puntos de apoyo y nuestro cuerpo respaldado por una pared o columna y un buen control de la respiración podremos trabajar con velocidades muy bajas – hasta 1/15 ó 1/8 y aún menos – con el sistema de estabilización activo, obviamente.
Si aun así la foto sale movida debemos incrementar la velocidad o utilizar apoyo. En el caso de no tener un trípode, podemos valernos de algún objeto que esté a la altura en que deseamos colocar la cámara y eso sí, disparar con control remoto o con el autodisparador de la cámara.
IMPORTANTE:
Si utilizamos trípode o cualquier otro elemento de soporte para inmovilizar la cámara, debemos desactivar el sistema de estabilización o podemos sufrir de un movimiento involuntario del propio sistema.
Estos, ya estén en el cuerpo o en los objetivos, deben activarse solo cuando sostenemos la cámara con nuestras manos.
Hasta aquí lo que podemos hacer para controlar lo que llamamos movimiento endógeno o propio. Veamos ahora cómo capturar el movimiento de los sujetos que deseamos fotografiar.
El movimiento del sujeto o movimiento exógeno:
Un tema que me pareció importante incluir y destacar, antes de iniciar el trayecto por la galería de posibles situaciones o efectos, es la influencia del ángulo de toma en la captura del movimiento y para ello nos valdremos de un didáctico cuadro – ubicado sobre la derecha – descubierto en el universo de internet y que entiendo resultará de gran ayuda para su comprensión.
Independientemente de los valores para congelar el movimiento, que son referenciales – siempre es aconsejable probar y corregir hasta encontrar el resultado deseado – lo importante son las proporciones. Si algo viene derecho hacia la cámara es un valor, si lo hace en diagonal es el doble y si lo hace en paralelo a la misma es el cuádruple del valor original. Tiene que ver tanto con la percepción de movimiento desde el punto de vista de la cámara como con el tiempo de permanencia dentro del cuadro.
Dicho esto, en la próxima entrega veremos qué efectos se puede llevar a cabo, valiéndonos del control de la velocidad y del movimiento – incluso el de la cámara – .
Hasta el próximo click!
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