Tips y Recomendaciones para controlar y capturar el movimiento en las fotografías.
En una nota previa vimos todo lo necesario para evitar que los movimientos involuntarios de nuestro cuerpo interfieran con la correcta ejecución del disparo. En esta segunda nota veremos como controlar o alterar, según nuestro deseo, el movimiento del sujeto fotográfico, sea este una persona, un animal o un objeto. Por Karl Ness.
PANNING o BARRIDO
Se utiliza cuando queremos obtener a un sujeto en movimiento, razonablemente definido o en foco y al fondo movido. Para ello, seleccionaremos una velocidad baja – tendrá que ver con la velocidad a la que se desplaza el sujeto, una cosa es un peatón y otra un automóvil de competición – trataremos de tomarlo paralelo o en diagonal a la cámara y poner el disparador de la cámara en ráfaga. Acompañaremos el movimiento del sujeto, manteniéndolo dentro del lugar deseado del cuadro y dispararemos sin parar ni modificar la velocidad de nuestro paneo, barrido o acompañamiento.
Estas tomas requieren una mínima planificación, deberemos definir en qué lugar de ese escenario – una calle, un parque, un circuito – efectuaremos el disparo y preenfocar la zona por donde imaginamos que se desplazará nuestro sujeto, eligiendo algo que esté a esa distancia o pidiéndole a alguien que se para allí (siempre que no implique riesgos). Para esta acción podemos utilizar el enfoque manual o seleccionar enfoque continuo y comenzar a disparar un poco antes de que el sujeto llegue al lugar que consideramos ideal o sweetspot, para asegurarnos de que allí no habrá errores de foco. Después de algunas pruebas iniciales, encontraremos los valores ideales y le tomaremos la mano al movimiento de acompañamiento.
FONDO MOVIDO
Es simple, para eso el entorno debe moverse y nuestro sujeto permanecer relativamente quieto. Una persona en un andén mientras pasa el subte, un policía parado delante de tránsito vertiginoso, una leona al acecho con fondo de estampida de una manada de búfalos, suelen ser fotos típicas de esta técnica, que implica para su ejecución foco en el sujeto y velocidad de obturación lenta – para dramatizar el movimiento del fondo -. El diafragma jugará su rol haciendo más o menos reconocible el fondo y esto quedará a gusto del autor.
Para los recién iniciados, vale aclarar que si a la difuminación – o blureado – en la imagen, que produce una velocidad de obturación baja capturando movimiento rápido, le sumamos desenfoque por escasa profundidad de campo, el fondo puede llegar a quedar como una masa no figurativa, un gran manchón sin formas, lo cual puede alejarnos de lo que queríamos capturar aunque, no por ello resultar estéticamente atractivo.
SUJETO MOVIDO
Es la variante invertida del anterior, utilizaremos una velocidad de obturación que no alcance a congelar el movimiento del sujeto, lo cual le imprimirá el blureado del movimiento y dejará al fondo inalterado. Quizás resulte conveniente utilizar diafragmas pequeños (f/11 ó f/16) para disponer de una gran profundidad de campo que permita dramatizar el efecto, ahondado la diferencia entre lo nítido y lo borroso. Aplicando esta técnica se logran también flujos de agua sedosos, nubes vertiginosas y las típicas líneas de luz del tránsito.
MOVIMIENTO SUSPENDIDO
Es probablemente, el tipo de movimiento más obvio en la fotografía, el movimiento interrumpido a mitad de su ejecución, expone uno de los rasgos más destacados de la cámara fotográfica: su capacidad de congelar una fracción de segundo literal, para capturar detalles imperceptibles para el ojo humano.
La fotografía de acción (deportiva y de vida silvestre) está llena de ejemplos. Aquí es importante estimar la velocidad de obturación y agregarle un margen de compensación. Un amigo solía decir – …prefiero levantar los ISO y que la foto tenga algo de ruido – o grano – a que el movimiento no quede perfectamente freezado – Hoy los nuevos sensores manejan muy bien los altos ISO y esto ha dejado de ser un problema. En este tipo de fotos el rango de velocidades de obturación de 1/1000 a 1/8000 es absolutamente frecuente.
Si el sujeto y el ángulo lo permiten un poquito de paneo o barrido acompañando el movimiento será bienvenido. La fotografía de aves en vuelo es todo un tema y allí se requerirá una cámara que permita disparar en ráfaga a gran velocidad, junto a un teleobjetivo largo y luminoso – toda una inversión –.
SECUENCIA DEL MOVIMIENTO
Dudé en incorporarla porque aquí se necesita de la participación de un programa de edición, tipo Photoshop, que permita el uso de capas y máscaras. Es muy simple el proceso y cualquiera recién iniciado lo puede realizar. Hay que tomar todo un movimiento, sin desplazar la cámara – idealmente, utilizando un trípode – y disparando en ráfaga. Un salto ornamental, el vuelo de un arquero de futbol, el movimiento de un saque en tenis o lo que se les ocurra. La velocidad debe ser lo suficientemente alta como para que la imagen del sujeto resulte nítida.
Una vez que culminamos con las tomas, vamos al programa de edición, elegimos las imágenes que entendemos describen la acción más elocuentemente y las procesamos. Para eso las “cargamos en pila”, y les vamos poniendo máscaras a las capas, en una secuencia donde iremos descubriendo y sumando en la siguiente capa al sujeto y su sombra – si la tiene – para terminar con el conjunto en una misma foto. Esto mismo se puede hacer con un flash estroboscópico que hace disparos múltiples a gran velocidad en un mismo fotograma.
ZOOOMING
En este caso el movimiento será óptico y lo generaremos nosotros, utilizando un lente zoom con el diafragma lo más cerrado posible y los ISO muy bajos, en 100 ó 50 si el sensor de la cámara lo permite. Así también, si disponemos de un filtro ND podemos usarlo – para quien no lo sepa, estos filtros son grises y se utilizan para reducir la cantidad de luz que llega al sensor para permitir exposiciones más largas o el uso de diafragmas más abiertos que reduzcan la profundidad de campo –. Aquí lo haremos con el fin de extender la exposición y lograr tiempo suficiente para desplazar el zoom. Generalmente este efecto queda mejor yendo de gran angular a tele – si utilizamos un kit zoom iríamos de 18 a 55mm –. Sujetos coloridos y fuertemente iluminados suelen ser muy aptos para la aplicación de esta técnica. Eran clásicas las fotos de carteles de neón con este efecto.
ICM – MOVIMIENTO DE CAMARA INTENCIONAL –
Aquí y para finalizar, vamos entrando en el terreno de la abstracción, donde el arte fotográfico linda con lo pictórico. En este caso la idea es generar desplazamientos de la cámara que pueden ser ascendentes, descendentes, laterales y circulares. Con el paso del tiempo y la práctica constante, iremos adivinando lo que cada uno puede brindar según el motivo a fotografiar pero es, fundamentalmente, un proceso de prueba y error. Al igual que con el zooming resulta necesario realizar tomas que vayan de ¼ de segundo en adelante. Un efecto interesante se produce al tomar panorámicas con un mínimo movimiento – aunque también necesitaremos un programa de edición para realizar rápida y automáticamente el stitching o unión de las fotos –.
Como dice Bryan Peterson, fotógrafo, divulgador y docente de fotografía: “Si después de hacer la toma prolijamente compuesta, enfocada y expuesta, le sobran unos minutos, no se pierda la posibilidad de aplicar esta técnica, quizás descubra a un artista dentro suyo”.
Doy por sentado, que conocen al triángulo de la exposición y las implicancias del ajuste de los parámetros con que contamos para hacer fotos correctamente expuestas: Apertura – o diafragma –, ISO – o sensibilidad – y Velocidad de Obturación. Si no es así, me lo hacen saber y será el próximo tema a tratar.
Por último, les recuerdo que la única forma de progresar en fotografía es practicando. Espero que lo aquí expuesto sea un estímulo inspirador de más ejercitación y promisorios resultados.
Hasta el próximo click!
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