Cierre de temporada a lo grande.
Aún con un mes por delante, la pesca de grandes matungos es moneda corriente en la zona de Playa Honda en el Río de la Plata.
Cuando Gustavito nos convocó diciendo: ” Venite que están los grandes ” no lo dudamos ni un segundo. Inmediatamente me puse a confeccionar la línea para esta zona, empleando boyas grandes chupetonas de la firma DOBLET, con la particularidad de probar un nuevo diseño. Solo puse dos boyas más un puntero pescador todas con una distancia de 1,50 metros entre cada una para que trabajen bien libres y vaya que dieron muy buen resultado!
El encuentro fue en Puerto Norte frente al Aeroparque metropolitano, ubicado a solo 10 minutos de mi casa, algo que sin dudas ya de por si es una gran ventaja. Abordamos la renovada embarcación semirrígida de 8 metros de eslora bautizada “Máximo”, potenciada con un fuera de borda de 115 HP.
Apenas salimos del puerto, nos dimos cuenta de que un fuerte viento del sector Noreste nos dificultaría tanto la navegación como la estadía en la zona de Playa Honda a río abierto en pleno corazón del Río de la Plata. Por este motivo nuestro guía decidió buscar el reparo de la cota relevando la zona de Brazo Chico.
El día anterior un fuerte viento del sector sudeste había metido mucha agua, por lo tanto, podíamos pescar sobre los bancos a los que normalmente hay que tener mucho cuidado al navegarlos. El garete lo comenzamos cerca de la costa y el viento nos fue derivando hacia río abierto. Luego de garetear unos 4 kilómetros, volvíamos a nuestro punto de partida para repetir la cancha de pesca.
Luego de tantos días de frío. la naturaleza nos dio un respiro y tuvimos una semanita con mejor temperatura y esto favoreció la pesca, sobre todo en tamaño.
Excelentes portes
Lo bueno era que el río se encontraba con movimiento en superficie y bien oxigenado gracias a la presencia de viento, es preferible un día así que otro sin viento con río planchado.
El primer pique nos sorprendió, vi como el pejerrey tomó la primera boya de mi compañero ubicado en la popa, la línea había derivado unos 30 metros y era bien visible aún, comenzó girando hacia la derecha y luego giro en sentido contrario, hermoso pique que el distraído pescador no había advertido así que le canté el pique: ¡Clavá por favor, mirá el pique que tenés!, motivo por el cual recién ahí se dio cuenta y la clavada llegó bien explotando el agua en superficie, con fuertes cabezazos y corridas. Estaba claro que se trataba de unos de los grandes y así lo fue luego de copearlo un hermoso y vigoroso ejemplar de 52 centímetros, uno de esos matungos que todos queremos tener del otro lado del sedal.
Un comienzo inmejorable, pero difícil de igualar pensamos en ese momento, pero a lo largo de la jornada portes similares fueron moneda corriente. La pesca no era fácil, comenzó la bajante y el viento en el mismo sentido, hacía que el garete fuera más rápido, motivo por el cual nuestro guía reguló las dos anclas de capa de proa y popa para frenar la deriva. Además el brillo del sol de frente no nos permitía ver las boyas a más de 30 metros y como si esto fuera poco los piques se daban lejos de la embarcación, por lo tanto el pique lo detectábamos cuando la salida del multifilamento era más rápido.
Por supuesto los enredos estuvieron a la orden del día y destaco el accionar del guía para tratar de evitarlos y ayudar en el caso de que dos líneas estuvieran enredadas. Los piques eran espaciados, pero llamaba la atención los portes de las capturas, siendo la mayoría ejemplares arriba de los 40 centímetros, valía la pena acertar en cada pique porque los pejerreyes eran de muy buen tamaño.
Ni hablar si uno de esos matungos se te planta y sacude la caña y luego logra liberarse como ocurrió en alguna oportunidad. Quedas masticando bronca por un buen rato.
La frutilla del postre
Para tentar a los más grandes es conveniente encarnar abundante, una mojarra acompañado con un filet de dientudo o de sardina, esta última especie es que lo que está comiendo en estos momentos.
La sorpresa del día, fue un pique distinto, favorecido por un enredo de mis compañeros, me quedó la cancha libre para dejar derivar las boyas casi hasta el final de mi carga que eran 200 metros de multifilamento de 0,12 milímetros. Por supuesto era imposible visualizar el aparejo, simplemente sentí que el multi comenzó a salir más rápido lo que motivó que trabe el reel y luego de recoger un poco levante la caña para clavar. Cabe destacar que la poca elasticidad del multifilamento permite una llegada directa y clavar certeramente aún en grandes distancias. La respuesta fue muy distinta a lo habitual del día, se sintieron fuertes cabezazos en la caña y a lo lejos un salto delató la presencia de un pez, a medida que lo íbamos trayendo siempre manteniendo la presión para evitar la pérdida, seguía saltando y ya a distancias medias las dudas se habían disipado, un lindo dorado había picado en la boyas bigotera palito con la suerte de que el anzuelo se hincó en el labio del pez, de otra manera el corte de la brazolada hubiera siso inminente.
Hermoso Pirayu que nos divirtió por un largo rato, que quizás delate una buena temporada de esta especie a partir de la primavera, una opción más que junto con las bogas, los bagres de mar, los patíes gigantes y los surubíes nos sigue regalando este maltratado y generoso Río de la Plata.
Los pescadores capitalinos, estamos bendecidos de contar con un pesquero con especies altamente deportivas durante todo el año.
Cuide el recurso, practique la pesca con devolución.
Equipos de pesca: Caña telescópica de 4,20 a 4,50 metros de longitud, reel frontal con capacidad para 200 metros de multifilamento de 0,14 milímetros. Anzuelos Nº 1/0. Boyas cometa, doble proa o chupetonas de tamaños grandes de 12 a 14 centímetros de la firma DOBLET
DATOS ÚTILES: Guía de pesca Gustavo Almela, timonel profesional habilitado por PNA. Teléfono: 011-1563985996.
Impactos: 1135
Sebastián
La nota me parece muy buena, lo único que tengo para criticar si se me permite es las boyas doble T. En tiempo pasado compré varios modelos y juró que tanto la laca como la pintura es muy mala calidad para lo que cobran un juego de boyas de dicha marca. Yo le envié el mall a la firma doble T ratificando mi desconformidad y los motivos y nunca me respondió nadie de dicha firma. Yo no recomiendo esa marca , muy cara y poca calidad, prefiero boyas genéricas que cumplen la misma función. Muchas gracias