Argentina asume la presidencia de la 6º conferencia de Estados Parte.
El viernes último en Ginebra, Suiza, se aprobó por unanimidad la designación del embajador Carlos Foradori para esa función. Por Guillermo Muttoni
En el comunicado de prensa emitido por la Cancillería Argentina se indicó que “El intercambio de información y la transparencia, ceñido específicamente a la prevención del desvío de armas, será el foco de la Presidencia Argentina.”
Por su parte, Foradori destacó que “las medidas de transparencia y las prácticas de intercambio de información son fundamentales para generar confianza entre los Estados y su implementación puede ayudar a identificar puntos débiles en el ciclo de vida de las armas y sus circuitos comerciales, así como los principales riesgos de desvío hacia usos y/o usuarios no autorizados”.
Foradori asume la presidencia para implementar un tratado que parece ser un fracaso, como lo marca el hecho de que las naciones que lo apoyan nominalmente se niegan a presentar los informes que requiere. En Ginebra, las últimas estadísticas muestran que solo el 60% de los países miembros del tratado han presentado sus informes para 2018. Y de los 55 informes nacionales presentados, nueve se mantuvieron en privado, lo que los hizo prácticamente inútiles.
En Ginebra, los funcionarios y activistas buscaron fortalecer el Artículo 7.4, que requiere que los estados consideren “el riesgo de que las armas convencionales … se usen para cometer o facilitar actos graves de violencia de género o actos graves de violencia contra mujeres y niños”. Jānis Kārkliņš, embajador de Letonia ante la ONU y también presidente de la conferencia que presentó la propuesta, dijo que esperaba que “pusiera los temas de género como una parte igual, en términos de evaluación de riesgos, como una razón para negar una licencia de exportación “.
El Tratado (ATT por sus siglas en inglés) supuestamente tiene la intención de imponer estándares comunes para la venta internacional de armas. Pero, de hecho, a sus defensores simplemente no les gusta la venta de armas. Por eso Amnistía Internacional se quejaba de que “a pesar de que el Tratado sobre el Comercio de Armas ha estado vigente durante casi cinco años, el comercio mundial de armas sigue en aumento”. Se suponía que el tratado no tenía ninguna relevancia para la posesión civil legal de armas de fuego, pero eso no impide que los que lo respaldan se quejen de que el tratado no ha logrado desarmar a los civiles.
En julio de 2019 el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump hizo público su rechazo al tratado de la ONU argumentando; “Nunca permitiremos que diplomáticos extranjeros pisoteen la libertad de la Segunda Enmienda (constitucional)”. Desde ese momento el tratado oportunamente suscripto por la Administración Obama, ahora no tiene fuerza legal en los EE. UU. A la fecha la Federación Rusa, Israel, Turquía, Arabia Saudita y China tampoco han ratificado el Tratado.
Los antecedentes
El Tratado sobre el Comercio de Armas fue negociado en el marco de una Conferencia especial convocada por las Naciones Unidas, en dos sesiones que tuvieron lugar en 2012 y 2013.
La Argentina fue parte del grupo de siete coautores (junto a Australia, Costa Rica, Finlandia, Japón, Kenya y el Reino Unido) que impulsaron el proceso desde sus inicios en el año 2006 en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, dando lugar a la Res. 61/89. Nuestro país presidió asimismo las cuatro sesiones del Comité Preparatorio para la Conferencia de las Naciones Unidas entre 2010 y 2012 y la primera Conferencia negociadora en 2012.
El Tratado fue abierto a la firma en el 2013, en la ciudad de Nueva York y un año después entró en vigor, hay 130 países firmantes, 81 estados miembro y a la fecha 83 lo han ratificado. Argentina fue el primer país en firmarlo. Posteriormente fue ratificado por el Honorable Congreso de la Nación el 27 de agosto de 2014, mediante la Ley 26.971, y entró en vigor el 24 de diciembre de 2014. La primera conferencia de estados parte se hizo el 31 de mayo de 2016.
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Mario A. Boglione
En los EEUU los SENADORES (con máyúsculas) VELAN por los DERECHOS de sus ciudadanos, AÚN CONTRA los intereses de los desarmistas que puedan estar en el gobierno.
Como ocurrió durante el gobierno de Obama.
Esta carta se la mandaron un grupo de SENADORES al entonces presidente ( con minúsculas) respecto al ATT.
22 de julio 2011
Presidente Barack Obama
1600 Pennsylvania Avenue, NW
Washington, D. C. 20500
Secretaria de Estado Hillary Clinton
2201 C Street, NW
Washington, D. C. 20520
Estimado Presidente Obama y la secretaria Clinton:
Como defensores del derecho de los estadounidenses a poseer y portar armas, le escribimos para expresar nuestra profunda preocupación por los peligros planteados por el Tratado de las Naciones Unidas sobre Comercio de Armas. La soberanía de nuestro país y la protección constitucional de esas libertades individuales no debe ser infringida.
En octubre de 2009 en la Asamblea General de la ONU, su Administración votó para que los EE.UU. participaran en la negociación de este tratado. Las reuniones del comité preparatorio están en marcha en anticipación a una conferencia en 2012 para finalizar el tratado. Basados en el proceso hasta la fecha, nos preocupa que el Tratado sobre Comercio de Armas presenta peligros a los derechos protegidos por la Segunda Enmienda por las siguientes razones.
Primero, mientras que la resolución de 2009 sobre el Tratado reconoce la existencia de “protecciones constitucionales nacionales en la propiedad privada”, pone la existencia de estas protecciones en el contexto del “derecho de los Estados para regular las transferencias internas de las armas y la propiedad nacional”, implicando que la protección constitucional debe interpretarse en el contexto del poder más amplio del estado para regular. Estamos preocupados tanto por las implicaciones de la resolución 2009 y por la hostilidad a la propiedad privada de armas de fuego manifestada por resoluciones similares en años anteriores– tales como la resolución 2008, que aboga por el “nivel más alto posible” de control.
Segundo, Su Administración acuerda participar en la negociación sólo si “funciona bajo la regla de consenso en la toma de decisiones.” Dado que la resolución 2008 sobre el Tratado fue aprobado casi por unanimidad-con sólo los EE.UU. y Zimbabwe en la oposición, parece claro que hay un consenso casi total sobre el requisito del “nivel más alto posible”, lo que inevitablemente pondrá una fuerte presión sobre los Estados Unidos a transigir en temas importantes.
Tercero Estados, miembros de la ONU regularmente argumentan que ningún tratado para controlar la transferencia de armas a nivel internacional puede ser eficaz sin controles sobre las transferencias dentro de los Estados miembros. Cualquier tratado que surja del proceso del Tratado sobre Comercio de Armas, y que busque regular la producción nacional, el montaje, posesión, transferencia o compra de armas de fuego, municiones y artículos relacionados, en cualquier forma, será totalmente inaceptable para nosotros.
Cuarto , Los informes de la Reunión Preparatoria de 2010 dejan claro que muchos Estados miembros de la ONU tienen por objetivo elaborar un tratado muy amplio. Una declaración de México y otros países de Centro y Sudamérica, por ejemplo, pidió que el tratado cubra “todo tipo de armas convencionales (sin importar su finalidad), incluidas las armas pequeñas, armas ligeras, municiones, componentes, partes, la tecnología y los materiales relacionados.” Un tratado tan amplio sería totalmente inaplicable, y que supondría un peligro para todas las empresas y las personas de los EEUU involucradas en cualquier aspecto de la industria de armas de fuego. En la Reunión de 2010, el representante de los EE.UU. dos veces expresó su frustración con el alcance amplio e irreal del tratado proyectado. Nos preocupa que estas advertencias no sean tomadas en cuenta , y que el Senado eventualmente sea llamado a considerar un tratado que sea tan amplio que no pueda estar sujeto a nuestro consejo y consentimiento.
Quinto Y finalmente, la filosofía subyacente del Tratado sobre Comercio de Armas es que las transferencias desde y hacia los gobiernos son, presuntamente, legales, mientras que las transferencias a actores no estatales (como los terroristas y criminales), son, en el mejor de los casos, problemáticas. Estamos de acuerdo en que las ventas y las transferencias a los criminales y terroristas son inaceptables, pero nos opondremos a cualquier tratado que pone la carga de controlar el crimen y el terrorismo, en los ciudadanos Americanos que respetan la ley, en vez de donde corresponde: en los Estados miembros culpables de las Naciones Unidas, que fallaron en tomar las medidas necesarias para bloquear el tráfico, que ya es ilegal bajo las leyes y acuerdos existentes.
A medida que el proceso del tratado continúa, recomendamos encarecidamente a su Administración para que defienda la protección constitucional de nuestro país para la propiedad de armas de fuego civiles. Estas libertades no son negociables, y nos opondremos a la ratificación de un Tratado sobre Comercio de Armas presentado en el Senado que de cualquier manera restrinja los derechos de los ciudadanos estadounidenses, respetuosos de la ley, para fabricar, ensamblar, poseer, transferir o adquirir armas de fuego, municiones y artículos conexos
https://www.moran.senate.gov/public/_cache/files/c/1/c19ac87a-01b3-42cc-8ef0-f42fbb39387f/32BDDCF1B3F6D7330578DFA7DF0CB574.7.22.11-un-arms-treaty-letter.pdf