El 27 de septiembre se realizó el lanzamiento industrial y comercial.
El Sero Electric es un vehículo para dos personas, completamente eléctrico, ideal para circular en la ciudad. Su autonomía es de 60-70 km en la opción de batería de plomo y 120-150 con batería de litio. En lo que respecta a su carga, al haber muy pocas estaciones para vehículos eléctricos en Argentina, el coche tiene incorporado un cargador capaz de conectarse en cualquier tomacorriente.
Expertos en cálculo computacional del Instituto lograron simular un choque trasero, verificando el comportamiento del apoyacabeza, pieza esencial para salvar vidas en este tipo de accidente. La realización de este ensayo y el resultado positivo le permitieron a la empresa La Voiture S.A. obtener la homologación para que su auto eléctrico Sero Electric pueda transitar por calles públicas.
La empresa La Voiture, radicada en la localidad bonaerense de Morón, necesitaba obtener la Licencia de Configuración de Modelo (LCM) para el Sero Electric, el primer auto eléctrico argentino, fabricado en el país desde 2015, pero limitado a circulación en espacios internos, campos o barrios privados, ante la falta de homologación.
La LCM la otorga la Dirección Nacional de Industria bajo el análisis del INTI. Requiere de varios ensayos y en este caso, se requería ensayar el apoyacabezas del asiento bajo un reglamento específico que prueba su comportamiento en caso de que el auto fuera impactado desde atrás.
Después de varias consultas recurrieron al INTI, donde se definió hacer un ensayo por simulación computada (elementos finitos), a cargo del sector de Mecánica de la sede regional del INTI en Córdoba. Luego de que se ajustaran las dimensiones del asiento con apoyacabeza integrado en función de las mediciones, el ensayo resultó positivo y se hizo llegar el informe al Departamento de Regulaciones Automotrices del INTI lo que permitió a la empresa avanzar hacia la homologación completa del vehículo.
“El asiento que debíamos ensayar estaba compuesto por tres materiales, metal, plástico duro y goma espuma”, explica el ingeniero Hernán Gramaglia. “Sobre la goma espuma no había datos disponibles, entonces se prepararon probetas especiales de ese material, y se realizaron una serie de ensayos. Con esos resultados se pudo completar el modelo computarizado para después simular el choque y observar qué ocurría”.
La utilización de distintos softwares de simulación es una de las ofertas de asistencia calificada del Instituto. Según remarca Gramaglia, “no se trata solamente de saber utilizar un software, sino de poder entender las variables principales que entran en juego y el comportamientos de los materiales”.
El titular del INTI, Javier Ibañez, señala que es orgullo que las capacidades técnicas del Instituto brinden soluciones a las empresas que enfrentan el desafío de innovar y agrega: “Sabemos que el futuro del mercado automotor está avanzando rápidamente hacia el reemplazo de vehículos con tecnología a combustión por otra más sustentable y en ese camino, desde nuestro rol referencial de desarrollo tecnológico e innovación para la industria, impulsamos diferentes proyectos de movilidad sustentable y participamos en la mesa de vehículos eléctricos”.
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