El testimonio de un tirador argentino.
Alejandro Fontana, propietario de un arma de este calibre le cuenta a AIRE LIBRE su experiencia concreta disparando y, en lo posible, recargando su munición. Por Carlos Nesci.
15 de octubre de 2019. Para entrar en tema, recordemos el conjunto de requisitos que surge en la primera charla en que Dennis DeMille, una leyenda en el mundo de la competencia en la categoría High Power Rifle le solicita a su amigo Dave Emary, perito balístico de Hornady Manufacturing, que comience a trabajar en la creación del 6.5 Creedmoor:
- Debe tener un largo total que permita el uso de cargadores, para las series de disparo rápido.
- Su retroceso debe ser suave, muy inferior al de un .308, para permitir tanto fuego rápido como un mejor control del arma y un mayor confort del tirador.
- Debe ser preciso, de trayectoria plana y con un proyectil de alto coeficiente balístico.
- Su velocidad no debe erosionar el cañón del fusil.
- Debe utilizar componentes existentes en el mercado, incluyendo la pólvora, para poder ser replicado fácilmente por la industria.
- La fórmula para recargarlo debería figurar en la caja de munición comercial – factory – para facilitarle la tarea a los aficionados.
- Debe ser producido en cantidades suficientes para abastecer una importante demanda inicial.
Con el fin de comprobar si esto se ha logrado con el arma y conocer las dificultades locales para recargar este calibre entrevistamos a Alejandro Fontana un hombre dedicado al mundo de la informática a la vez que un apasionado por el tiro – quien recarga desde hace más de 20 años -.
Alejandro tira desde los 10 años, al principio con aire comprimido, como muchos de nosotros, y luego lo hace con .22 en el campo de su padre. Después, por distintas razones se alejó del tiro pero se reenganchó en el 2000 con armas más importantes.
Siempre me gustaron los fusiles de grueso calibre – nos cuenta… – soy exclusivamente tirador, no soy cazador. Cuando retomé compré un Brno Modelo 4 – excelente rifle a cerrojo – después comienzo a comprar fusiles de mayores calibres, el primero fue un Sako TRG .308 un gran fusil táctico.
Posteriormente me engancho en Tiro Práctico, donde hago la iniciación con fusiles prestados ya que era imposible comprar ese tipo de armas. Por lo tanto, se podía tirar con armas del club o con la de algún compañero dispuesto a recalentar su arma y prestártela.
Luego hubo una categoría, llamada RONI, que permitía practicar con un instrumento no tan apropiado, ya que es una pistola y no tiene la misma precisión de un subfusil. Aun así, esto ayudó a hacer las prácticas y continuar con la misma disciplina. Después vino el mini-rifle y allí sí, pude volver a comprar mis propias armas y competir con ellas.
Mejorando la posición tendido – Cinco tips que servirán para ir alcanzando un mayor nivel de destreza en el tiro deportivo.
En esa categoría tengo un lindo tridente, integrado por un Smith & Wesson, un Ruger y un Walter, son réplicas de AR-15 o M4, salvo el calibre, las piezas y componentes son prácticamente los mismos.
Por último, hará cosa de poco más de 2 años, comencé con el tiro de larga distancia. Fuimos a un campo y nos dio un curso un instructor, bajo quien hicimos una práctica controlada y debuté pegando a 800 m con un .308 Remington Police. Lo usé tal como vino de fábrica, solo le puse un freno de boca y un bípode.
No obstante, debo destacar que hice una recarga muy prolija. Hace más de 20 años que recargo y no dejo nada librado al azar. Recargo como para Bench Rest y tiro Long Range. Una sutil diferencia a 150m puede resultar en un yerro importante a 800m.
Seguí metiéndome en el tema, hice algún curso más de software con Gustavo Ruiz, él me vendió el COLDBORE, un soft de gran reconocimiento a nivel internacional. Es imprescindible contar con un buen soft si querés tirar a más de 500m y mucho más si querés superar la barrera de los 1.000m. Es imposible hacerlo sin un software, ya que son muchas las variables que afectarán a la trayectoria.
Allí comienzan las pequeñas frustraciones porque para arrancar debés tener un anemómetro, un medidor de distancia, un buen software, un muy buen catalejo para visualizar el tiro, entre otros tantos elementos de calidad que ya fijan un precio y, ese precio va en relación a tu demanda; simplificando… más lejos querés pegar, más tenés que pagar.
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Yo comencé con un Police, después seguí con otro Remington al que le puse un chasis, una mira Schmidt & Bender y algunos accesorios que lo transformaron en un producto más elaborado. Pero, llega un momento en que le encontrás el límite al .308 y te das cuenta que es un calibre para 800 metros.
Hace 3 o 4 semanas fui a Magdalena, a la base de tanques, donde hicimos durante 1 día una práctica controlada a la que concurrieron 50 tiradores. Ya había estado en otra oportunidad, pero en esta última logré pegar a 950m, hecho bastante marginal para este calibre, ya que a esa distancia el viento juega un rol decisivo en la trayectoria del proyectil.
Para lograrlo, utilicé el software, unas puntas de mejor coeficiente balístico – Hornady de 178 grains – fui muy prolijo en la medición y revisión de cálculos y no tiré más de 20 tiros, porque lo importante era pegar. Mi interés estaba en la calidad por sobre la cantidad. Entre los 50 tiradores había gente con distintos calibres, dentro de los que ya comenzó a aparecer el 6.5 Creedmoor, el motivo de esta nota.
Así que bueno, vamos al tema. Ya había escuchado hablar bastante sobre este calibre en los últimos años, por lo que en enero de 2018 decidí comprar el Tikka T3. Compré 2 fusiles, con la idea de vender uno de ellos para abaratar mi compra.
Mirá también: Cómo calibrar una mira telescópica
- Como ya conté en la nota anterior el 6.5 Creedmoor es una vaina de .308, abotellada a 6.5, calibre que ofrece menor superficie de choque, cuenta con mejor coeficiente balístico y genera menor resistencia en vuelo, por lo que a una misma velocidad amplía el espectro de distancias que puede alcanzar.
Puede llegar a 1.200m, si bien no lo he probado a esas distancias mis compañeros lo han hecho y están muy conformes con los resultados. Ahora, tanto corresponde destacar estos aspectos positivos, como no dejar de mencionar algunos problemitas que esperemos se vayan solucionando y que tienen que ver con su recarga. En nuestro país no tenemos pólvoras para recargarlo a los niveles de eficiencia deseados. Hay que traerse munición cargada o esperar a que se importen las pólvoras más eficaces para la recarga de este calibre.
En las tablas que se publican más abajo podemos ver las pólvoras que generan los mejores rendimientos para los distintos pesos de punta, pero desde ya te digo que la mejor – y reitero, que acá no hay – es la H4350 de Hodgdon.
Todavía no le he podido probar con buenas pólvoras, he hecho algunas recargas con nuestra benemérita A27, que es un poco rápida para esta munición. Cuando le querés sacar la velocidad necesaria para llegar bien a los 1200m – que para una punta de 140 grains es 2.800 fps – la pólvora A27 resulta más rápida que la requerida para este calibre y genera sobrepresión si nos excedemos en la carga por lo que la vaina se deforma peligrosamente, lo que te obliga a descartarla para posteriores recargas.
La A27 puede funcionar con puntas muy livianas, entre 100 y 120 grains máx., allí es donde se adapta mejor y permite mayor velocidad. He hecho pruebas con puntas más pesadas, he usado puntas de 142 pero, siempre limitado a un máximo de 35grains de A27 (dependiendo del lote de pólvora), entiendo que ese es el límite de carga para esta combinación de punta y pólvora.
Yo recomendaría iniciar con 33 grains e incrementar gradualmente. Hay que ser muy cautelosos y observadores del estado de las vainas, frenando los incrementos ante el menor signo de sobrepresión. Los propelentes son una limitación hasta el momento.
Por el contrario puntas hay, la armería del TFABA, entre otras, tiene y Sierra trajo las Matchking de 142 grains. Con estas puntas y buenas recargas de A27 – si bien he estado por debajo de los 2700 fps – logré en 150m agrupaciones excelentes, muy cercanas al diámetro de la bala. Reitero, el tema es que con esta pólvora no se puede alcanzar la velocidad necesaria para tener el máximo rendimiento en largas distancias sin tener sobrepresión.
Por supuesto que para lograr agrupaciones sub-MOA la recarga debe ser minuciosa y la ejecución del disparo debe estar a la altura. Hablando de esto, debo comentar que cambié el resorte de la cola del disparador para estar por debajo del kg, el resorte se vende por separado como accesorio y es fácil de cambiar.
Si bien, el gatillo es regulable, no alcanza a bajar del kg. Al dejarlo por debajo de ese límite hay que ser muy cuidadoso con el dedo índice y acostumbrarse a manejar dichos niveles de presión ya que un movimiento descontrolado puede ocasionar el disparo involuntario pero, como contrapartida, mejora sustancialmente la precisión.
Haciendo una evaluación del rifle, destaco: la excelente terminación, la solidez del chasis y la calidad del aluminio. Se nota que es un producto Sako, aunque lleve la marca Tikka. El caño agrupa tan bien como el de mi Sako TRG y el cerrojo, aunque de 2 tetones y no de 3 como el del TRG, es de similar solidez y terminación. La construcción del rifle se ha hecho con la misma tecnología y calidad de materiales.
En cuanto a la experiencia de disparo, te cuento que el rifle es muy amable en su retroceso. Hay un detalle que no quisiera olvidar: el compensador con el que viene no es el adecuado para este calibre, es más, la mayoría de las críticas en internet están dirigidas a este tema. Lo acabo de cambiar y la diferencia es notoria, el rifle no se mueve.
Otro detalle negativo en el diseño queda expuesto al plegar la culata, ya que golpea contra el chasis y lo marca, por eso en la foto verán un plástico gris, que puse para evitar este inconveniente – otra crítica que también surge en los foros y reviews –.
Tampoco tiene inclinación el patín del montaje de la mira, hay que comprar un montaje de 20 MOA por lo menos, si es que querés tirar a 1.000 m o más. Tiene un chasis modular con un handguard con anclaje M – LOK que permite montar todo lo que uno quiera allí y creo que el rifle no necesita nada más, tiene una culata totalmente regulable y viene muy bien equipado y terminado. Para disparar solo debemos montarle una mira. Eso sí, si quieren tirar lejos el aparato de puntería tiene que ser tan bueno como el rifle.
Hice la importación directa y terminé pagando más de 2 veces por encima de lo que salió el rifle en origen – debido a flete e impuestos – pero valió la pena porque es un arma de gran calidad, la experiencia de apuntar y pegar donde uno quiere es muy gratificante.
También te puedo asegurar que mis 2 rifles fueron los primeros 6,5 Creedmoor en llegar al país y te lo aseguro enfáticamente porque pedí que lo incluyeran en el Nomenclador. Ya le he tirado 600 tiros, aunque no lo usé en prácticas de long range porque, al no disponer de las pólvoras adecuadas, rompía vainas y me sentía incómodo, prefiero esperar a disponer de los insumos adecuados y poder probar con cargas eficientes y eficaces.
Las vainas para este calibre se pueden formar a partir de las de .308, cortando el cuello en la medida adecuada y se las forma con una buena pasta lubricante y el decapping die pero, sin el decapping rod . Si partimos de una viana de .308, se necesita corta la vaina, a la medida del 6.5 antes o después de formarla, mi consejo es hacerlo antes. (En Youtube hay muchos tutoriales al respecto, van aquí algunos links como referencia
No hay vainas de este calibre en el país, todavía. Una curiosidad que no debe alarmar es que existen en el mercado internacional vainas con fulminante small y large. En las pruebas que realicé, no pude detectar ninguna diferencia en la performance de ambos tamaños. Las Lapua son small y las Hornady son large, por darte un ejemplo ya que hay muchas marcas que producen munición para este calibre. Pero reitero, para recargar es muy importante contar con las pólvoras adecuadas, cada peso de punta tiene una pólvora preferida con la que alcanza su máxima performance, las tablas adjuntas lo demuestran.
El 6.5 Creedmoor, es un muy interesante calibre, que cierra la brecha entre el .308 y el .300 con una experiencia de tiro muy agradable y satisfactoria, seguramente con el correr del tiempo veremos su consolidación como gran player de las distancias intermedias.
Por último y para los que quieran practicar el tiro de larga distancia, debo decir que hasta el momento hay como nichos o clusters; están los que tiran no más allá de los 800m, allí se puede tirar con .308 y los costos que demanda su práctica son relativamente económicos; luego están los que superan esta distancia y se aproximan a la milla con calibres como .300/ .338 y a ello debemos sumarle mejor aparato de puntería, montajes, chasis e instrumentos de medición. Y por último, si se quiere estar por encima de la milla, ya debemos hablar de .375 Cheytac, .406, .50 BMG, obviamente son armas y municiones muy caras, por lo que quienes practican por encima de la milla no son muchos. El gasto siempre estará relacionado con la distancia que uno pretenda alcanzar pero cualquiera sea esta, la diversión, camaradería y el aprendizaje estarán siempre asegurados.
Así dimos por terminada la nota. Nos tomamos un café y continuamos la charla con Alejandro, una charla que me dejó la impresión de haber redondeado bastante bien el abordaje a este calibre, y también la increíble sensación de afinidad y empatía que se produce entre los que practicamos este deporte, lo que hace que al rato de haber sido presentados nos sintamos como viejos conocidos.
Hasta la próxima!
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Jose
Excelente nota, muy interesante
Carlos Nesci
Tarde, pero seguro. Muchas gracias José por tu evaluación de la nota. Nos pareció interesante hacer un review local de este nuevo calibre que tantos adeptos viene cosechando a nivel global.
esteban
muy buen articulo y muy claro. Una pregunta, tengo un Tikka T3 .260, considera que tambien se debe cambiar el supresor original y el montaje de 20 MOAs tambien lo recomienda? Muchas gracias.
Carlos Nesci
Esteban, te pasé mal el mail. Es sin el alejandro y el punto, solo: fontanaaf@hotmail.com
Carlos Nesci
Hola Esteban, muchas gracias por tus comentarios. Cuando hicimos esta nota, la segunda sobre este nuevo calibre, pensamos en brindar en 1ra. persona una experiencia local. Por eso entrevistamos a Alejando Fontana, dueño de un par de fusiles Tikka T3, en ese calibre. Es, precisamente él, quien hace esas sugerencias. Así que te pasaré su mail para que puedas solicitarle su consejo. Sólo puedo decirte que lo que funciona en ciertos calibres no tiene por qué hacerlo en otros, aunque se trate del mismo modelo de arma.
alejandro.fontaaf@hotmail.com
Alejandro, es un hombre ocupado y quizás tarde en contestar pero, te doy la certeza de que lo hará.
Te mando un afectuoso saludo!