Especialistas del Conicet hallaron peces capaces de hacerlo.
El descubrimiento se dió en las lagunas de Santa Bárbara, Jujuy. Los peces desarrollaron mecanismos fisiológicos para regular la concentración de azufre en sangre y para captar grandes cantidades de oxígeno de la superficie.
Un equipo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) halló en las casi inhabitables lagunas de Santa Bárbara, Jujuy, peces de la especie Jenynsia sulfúrica capaz de adecuarse a las características extremas del medio y sobrevivir. El descubrimiento estuvo a cargo de Guillermo Terán, becario posdoctoral, y los investigadores Gastón Aguilera y Marcos Mirande.
Esta especie del género Jenynsia que no sólo logra resistir temperaturas de hasta 45°C, sino que también puede sobrevivir en aguas con alto contenido de azufre. La investigación fue publicada en la revista especializada Plos One.
“Cuando arribamos al lugar nunca pensamos que podría haber algo ahí adentro; fue una gran sorpresa para nosotros”, recordó Marcos Mirande, al describir que en el fondo de la laguna el agua es de un color amarillo pálido por la vasta presencia de azufre.
“Lo primero que percibimos cuando llegamos, además de la coloración, fue el fuerte olor a huevo podrido que emanaba y por poco perdemos las esperanzas. El azufre, al combinarse con el agua, le quita el oxígeno e imposibilita la vida de los peces”, explica Gastón Aguilera.
Sólo encontraron a esta especie en grandes proporciones, lo que les llamó la atención en ese momento. Pero la sorpresa se incrementó luego de los estudios de laboratorio. Esta nueva especie fue la única capaz de adaptarse molecular y morfológicamente a condiciones tóxicas e hipóxicas tan complejas como las que presentan los manantiales de sulfuro de esta laguna.
Los resultados demuestran que Jenynsia sulfurica, durante su evolución, desarrolló mecanismos fisiológicos para regular la concentración de azufre en sangre. También pudieron observar que este minúsculo pez capta considerables cantidades de oxigeno de la superficie debido a que en su mandíbula inferior posee un labio hipertrofiado que le permite tomar aire atmosférico, lo que facilita su respiración.
“Creemos que muchas de estas parecen convergentes con las que se ven en otras familias de peces de ambientes con sulfuro, como por ejemplo los de la familia Poecilidae”, expresó Mirande.
Asimismo, en zonas cercanas donde se realizó el hallazgo, se encontró otra Jenynsia, conocida como J. alternimaculata, que presenta similitudes en cuanto al patrón de coloración.
“Una de las hipótesis que manejamos, es que por algún impedimento químico, la población del sulfurica se aisló del hábitat de sus parientes y prosperó independientemente en esta laguna”, concluyó Aguilera.
Fuente: CONICET
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