Un nuevo estudio indica que evitan muertes prematuras.
Las intervenciones para aumentar y gestionar los espacios verdes deben considerarse como una intervención estratégica de salud pública concluye el informe publicado en la revista The Lancet Planetary Health.
La habilitación de espacios verdes en las ciudades protege contra la mortalidad prematura por todas las causas, según el mayor meta-análisis hecho por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en colaboración con la Universidad de Colorado (Estados Unidos) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La investigación, que publica este jueves la revista ‘The Lancet Planetary Health’, incluyó nueve estudios longitudinales en siete países y más de ocho millones de personas, proporciona, según sus autores, “evidencia científica robusta” sobre el impacto que tiene el incremento de las áreas verdes en las ciudades sobre la mortalidad prematura.
David Rojas, investigador del ISGlobal, centro impulsado por La Caixa, ha explicado que la mitad de la población mundial vive en ciudades, donde suele haber pocos espacios verdes pese a que hay muchos estudios que han demostrado que las áreas verdes tienen un efecto positivo sobre la salud, incluyendo menos estrés, mejor salud mental y menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, muchos de estos estudios se fijan solo en un momento específico en el tiempo y usan diferentes maneras de medir la exposición a áreas verdes.
Por eso, el equipo investigador decidió centrarse en estudios longitudinales —es decir, que siguen a una cohorte de personas a lo largo de varios años— que, además, cumplían otros dos requisitos: usar una manera sencilla de medir la exposición a áreas verdes basada en imágenes de satélite y considerar la mortalidad como desenlace.
Bajo estas premisas, los investigadores identificaron nueve estudios con más de ocho millones de personas en total, en siete países diferentes (Canadá, EEUU, España, Italia, Australia, Suiza y China).
Impactos: 65