El verano 2020 en Aluminé

31 Dic 2019 Turismo Deja un comentario

Rafting, pesca deportiva, senderismo, playa, gastronomía y mucho más.

Aluminé es uno de los destinos que integran la “Ruta del Pehuén” y que además cuenta con excelentes servicios de alojamiento y gastronomía, que incluye platos tradicionales, a base de Piñón (fruto del Pehuén) u hongo, hasta las deliciosas pastas, trucha, corderito patagónico y chivito.

La diversidad de ríos y lagos de aguas puras, hacen de la localidad un destino elegido internacionalmente para la práctica de pesca deportiva. Las particularidades de la zona, favorecen la existencia de una importante población de distintas especies como trucha arco iris, marrón, fontinalis o de arroyo y perca criolla.

Aluminé puede satisfacer las expectativas de todos los pescadores: a los que les gusta pescar truchas de gran tamaño, deben visitarnos a principio o final de temporada. Los que prefieren equipos livianos y la pesca de truchas selectivas, deben hacerlo en verano. Para los amantes de la pesca con ninfas, entre mediados de febrero y marzo es la época ideal, donde los ríos tienen menos caudal de agua.

Dependiendo del ambiente, las modalidades de pesca deportiva que se pueden practicar, son trolling (pesca embarcado) Fly Casting (pesca con mosca) o Spinning (pesca con cucharita). La actividad está reglamentada a nivel patagónico, por lo que es de carácter obligatorio contar con el permiso correspondiente.

Un clásico del destino es la práctica del Rafting y Kayak

El río Aluminé es ideal para la práctica de estos deportes, que cuenta con sectores de alta adrenalina como el “Circuito Aluminé Superior” que comienza a 40 km de la localidad, en el paraje Lonco Luan. Presenta un desnivel constante de 150 metros durante 12 km de recorrido y un grado de dificultad de III y IV, el de mayor exigencia del río. ¡Es el Circuito mundialista!, donde se desarrolló el Mundial de Rafting 2018.

Si la idea es disfrutar de la actividad en familia, entonces la mejor opción es el Circuito Abra Ancha. La diversión se prolonga durante 6 kilómetros con un desnivel de 20 metros: se atraviesan 15 rápidos con grado de dificultad II y III. Otra alternativa para surcar las aguas blancas es el kayak. Los remolinos, saltos y los rápidos de clase III y IV son buscados por los apasionados de lo extremo. También es una actividad que pueden realizar niños y principiantes, en el agua plana.

También, durante los meses de enero y febrero se puede realizar buceo en las aguas cristalinas y conocer el paisaje subacuático de los ríos y lagos aledaños. En el fondo de los espejos de agua pueden observarse bosques sumergidos, fauna característica de agua dulce como truchas, percas, alevinos, fondos de arrastre de origen volcánico.

El senderismo

Los amantes del senderismo pueden encontrar una gran variedad de distancias y grados de dificultad en las caminatas. Los que prefieren trayectos cortos pueden recorrer el área urbana, bordear la costanera del Río Aluminé y visitar diferentes miradores con vistas panorámicas de una belleza inigualable. Si la idea es hacer trekking de mayores distancias, se puede visitar la Reserva Natural Urbana Quilquelil, que ofrece los recorridos Terrazas del Aluminé, Sendero Quilquelil y Mirador de los Cipreses. Sin lugar a dudas, los circuitos dentro de áreas protegidas -Ruca Choroy, Quillén y Ñorquinco-, son la mejor opción para una caminata en contacto pleno con la naturaleza: apreciando ríos, lagos en espesos bosques con variada flora y fauna regional. En las cercanías al destino existen recursos naturales aptos para escalada clásica y deportiva, con rocas de granito equipadas y dificultades que varían entre 4tos y 7mos.

Otra opción es el Balneario Municipal, que posee una amplia playa de arena y costa de agua poco profunda, ideal para la diversión de los niños. Aquellos que prefieran aguas más agitadas, pueden caminar unos pocos metros y disfrutar un chapuzón en la correntada.

El Museo Municipal y Centro de Interpretación el Charrúa, funciona en el que fuera el casco de una estancia, está construido con la técnica de pared francesa o quincha y presenta detalles edilicios característicos del Litoral. Sus antiguos propietarios procedían de Uruguay, por ello el nombre de la ex-estancia “el Charrúa”. Durante la visita se pueden realizar tres recorridos: Un viaje al pasado del territorio, Funcionamiento y vida cotidiana de una estancia de la zona y paseo botánico. En el primer recorrido, hay un Alero de Montaña o sitio de arte rupestre, donde se puede apreciar el legado de los pueblos que habitan nuestros territorios desde tiempos prehispánicos.

El cerro Quilque Lil cuenta con un patrimonio natural integrado por 130 especies de plantas. También pueden observarse alrededor de 10 especies de mariposas, 103 especies de aves, más de 11 especies de mamíferos y 8 especies de reptiles. Sin embargo, no solo se destaca por su patrimonio natural, sino también cultural: hay 4 recintos pircados -también conocidos como corralitos- . En estas construcciones circulares de piedra, prehispánicas, se han encontrado restos arqueológicos de más de 900 años. Puede observarse también en Quilque Lil, el Pehuén de piedra o petrificado. El Pehuén es el emblema de la Provincia del Neuquén y el árbol en torno al cual, han desarrollado su vida las comunidades mapuches. Tanto el Museo Municipal y el Quilque Lil son un reflejo de la interculturalidad que habita en la región y ambos recorridos son un camino al origen.

La observación de aves también es una gran opción para disfrutar del verano en la localidad. Los paisajes de Aluminé son habitados por 136 especies de aves típicas de la Patagonia. Cóndor Andino en la montaña, Pato de los Torrentes en el río, o Carpintero Gigante en el bosque, son algunas de las especies más buscadas. Los mejores ambientes para observar aves son las lagunas someras rodeadas de extensos juncales, los bosques de Pehuén y el Nothofagus con densos cañaverales, los mallines y arroyos de montaña por sobre los 1500 metros de altura. Y aunque el verano es la mejor época para desarrollar la actividad, por todas las especies que han llegado desde mayores latitudes para reproducirse, durante el invierno muchas aves del bosque y la montaña descienden a los valles bajos y poblados.