Existe, pero sólo hay una en todo el mundo.
Los expertos sugieren que el animal podría presentar algún tipo de mutación genética que hace que tenga el vientre rosa y no blanco como el resto de ejemplares de su especie.
Dada su inmensidad, conocemos sólo un 2% de los mares y océanos del planeta, y eso que cada año se describen unas 2.000 nuevas especies. De hecho, los expertos estiman que quedan todavía por descubrir entre 500.000 y 2 millones de especies animales sólo en el mar.
Pero a veces no hace falta ir muy lejos para encontrar criaturas realmente sorprendentes. Y si no que se lo pregunten al fotógrafo Kristian Laine, que salió hace unos días a hacer apnea y a fotografiar tortugas, mantarrayas y tiburones a la Gran Barrera de Coral, muy cerca de la isla Lady Elliot, y se encontró con algo que no había visto nunca.
Era una mantarraya, pero no una mantarraya cualquiera, ¡Tenía el vientre de color rosa! Cuando Laine la vio lo primero que pensó fue que su cámara no iba bien. Pero sí, era real. De hecho, esta es la segunda vez que alguien capta imágenes de este ejemplar. La primera fue en 2015, también muy cerca de la isla Lady Elliot.
“No tenía ni idea de que existían mantas rosas. Me confundió mucho y pensé que el flash de la cámara estaba roto o que estaba haciendo algo raro”, exponía Laine en su cuenta de Instagram, donde el fotógrafo ha colgado varias imágenes del ejemplar de color rosa que se han hecho virales.
Esta mantarraya ha sido bautizada como Inspector Clouseau en honor al detective de las películas de La Pantera Rosa y, según los expertos, pertenece a la especie Manta alfredi, una de las más grandes del mundo.
Desde el año 2015 los locales han avistado este ejemplar en no más de una decena de ocasiones, con lo que Laine debió sentirse, y así lo expresa en sus redes sociales, muy afortunado de poder fotografiarlo. Además, no estaba solo, sino con un grupo de siete machos que competían por una misma hembra, con lo que la escena fue aún más emocionante.
En 2015 un grupo de investigadores del proyecto australiano Project Manta , una iniciativa de la Universidad de Queensland, sugirió que el tono rosado del Inspector Clouseau podía deberse tanto a una infección cutánea como a su dieta, como ocurre con los flamencos, que también adoptan un tono rosáceo debido a la gran cantidad de carotenoides que incorporan cuando se alimentan de pequeños crustáceos.
No obstante, una biopsia de la piel del Inspector Clouseau descartó la opción de la infección y, posteriormente, unos análisis tumbaron la hipótesis de que el color rosado se debía a la dieta. Ahora Asia Haines, una de las investigadoras del Project Manta, apunta que el animal podría presentar algún tipo de mutación genética en la expresión de la melanina que explicaría que su vientre sea de color rosa.
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