La asombrosa Ciudad Encantada del Norte Neuquino.
El norte de la provincia del Neuquén es una región colmada de mitos y leyendas. Algunas son tan asombrosas como escurridizas. Es el caso de la Ciudad Encantada que aparece fugazmente en la penumbra del amanecer y del atardecer en la localidad de Taquimilán Abajo. Asombrosas casas, calles y sombras de un fenómeno único.
En estos tiempos de cuarentena mundial recorren las pantallas imágenes de grandes ciudades que a la vista parecen “fantasmas”, donde no se ven personas caminando y que dan la impresión de estar despobladas. Pero en el Norte Neuquino existe una que realmente no está habitada, y que al querer recorrerla… ya no está. Desaparece.
Un espejismo, una ilusión, un efecto óptico, una leyenda, un mito. Se trata de la Ciudad Encantada. Muchos han sido los testimonios de los pobladores de Taquimilán, pero tomamos la palabra de tres niños de 4° grado de la Escuela N° 112 de la localidad, que contaron la historia en el año 2016, ganando el primer premio del concurso provincial “Descubriendo Neuquén” en la categoría “Misterios”.
Anahí Inostroza, Edgar Salazar y Melani Humar describieron en el relato que “Nuestros pobladores nos han comentado que este fenómeno natural apareció desde la punta de la barda en la estación de verano a las 6.30 de la mañana y al atardecer, cayendo el sol a las 18”.
“El tiempo tiene que estar bien sereno, no tiene que haber nada de brisa y el cielo despejado” (…) “este fenómeno natural aparece al pie del cerro Naunauco” relataron los niños, detallando que la “visión dura de 15 a 30 minutos aproximadamente”.
“Lo que cuentan que según se ve, son casas de adobe con puertas y ventanas (…) Lo cierto es que personas no se ven, sí una laguna que larga vapor y ropa en el tendedor. Dicen que si la gente se acerca más al lugar a mirar este fenómeno, desaparece”.
“Nuestros antiguos pobladores descubrieron esto, y para cada uno de ellos era difícil de creer. Con el correr del tiempo fueron cada vez más personas las que lo pudieron ver con gran claridad y contar la historia”.
Completando el relato los niños construyeron una imagen de la Ciudad Encantada y transcribieron las prosas de una canción compuesta por el músico Héctor Mauricio Sánchez de la localidad:
Desde mi pueblo natal
En boca de los pobladores
Evoco y hago mi canto
Voy a cantar mis razones
De testigo tengo un pueblo
Que pregona la verdad
Se ve una Ciudad Encantada
Aparece en Taquimilán
Lo cierto es que es un misterio
Esta ciudad que se ve
Se aprecia a la mañana
De pronto al atardecer
Aunque es muy difícil verla
La Ciudad Encantada
Aparece entre dos cerros
Sus calles iluminadas
Más bien por la madrugada
Brisa tibia, dulce, calma
Discerniendo ese misterio
De la Ciudad Encantada
Sus calles son un primor
Los árboles que se mueven
La ropa en el tendedor
En una visión muy leve
Lo extraño de todo esto
Personas nunca se ven
Sólo en su encanto divino
La magia de nuestro ser
Cuando el sol se está por perder
Con la luz tibia y matinal
Se puede experimentar
Se puede experimentar…
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