Un Everest solitario a un año del récord de cimas en un día.
El 23 de mayo del año pasado 354 personas alcanzaron los 8.848 metros. Nadie celebrará ese primer aniversario en la cima.
El año pasado a estas alturas, las rutas normales al Everest eran un hervidero, tanto desde la vertiente sur nepalí como desde la vertiente norte tibetana. Ya corrían por las redes fotografías viralizadas con largas colas de personas amarradas a una cuerda fija en la parte más alta de la ruta. Se hablaba de más de 200 personas en la cima el 22 de mayo y se reportaban los primeros dos fallecidos de una trágica nómina que llegaría hasta los once muertos sin que mediaran accidentes. La masificación era el gran problema del Everest.
Un año después, el panorama en el Everest es diametralmente opuesto y nadie va a celebrar ese aniversario en el techo del mundo. Debido a la pandemia del coronavirus Covid-19, las expediciones han sido totalmente canceladas en Nepal esta primavera, mientras que China ha vetado la presencia en el campo base del lado norte a cualquier ciudadano extranjero. Además, el mal tiempo está haciendo de las suyas y, después de alcanzar los 8.600 metros hace unos días, el equipo responsable de equipar con cuerdas fijas la ruta todavía no ha podido volver a dicha altura.
Saray Khumalo – La primera africana negra en la cima del Everest y en el Polo Sur.
Según los datos recogidos por The Himalayan Database, en la jornada de hace exactamente un año se batió el récord absoluto de mayor número de personas en la cima del Everest, con un total de 354. De ellas, 141 lo hicieron por la ruta normal del lado de Nepal y otras 213 por la ruta normal del lado del Tíbet.
El récord anterior de mayor número de personas en la cumbre del Everest en un solo día se remontaba al 19 de mayo de 2012, cuando un total de 245 personas pisaron la cima: 209 llegaron desde el sur y 36 desde el norte.
Impactos: 45