Para los cazadores de pato, un río lento es como Disneylandia
Solo es cuestión de encontrarlo y remar hasta tu propio paraíso. Por Richard Massey – Traducción, intervención y edición, Carlos Nesci.
Como Huckleberry Finn, soy un niño del río. Nada me saca, tan contento y dispuesto de mi confortable sillón, como una excursión al arroyo. A pesar de ser un deportista senior y sentir que los años ya no me permiten atravesar un campo arado y fangoso, como solía hacerlo de joven, nada podrá detenerme si los gansos están volando.
El río tiene una gran influencia sobre este viejo Huckleberry. No hay nada tan placentero como montarse sobre la corriente, especialmente en el otoño, ese maravilloso momento en que los patos están migrando. No existe nada que se le parezca. Basta imaginar esas hermosas hojas cayendo mientras derivamos lentamente río abajo, para tomar conciencia de que se trata de una experiencia sensorial difícil de igualar.
Se siente algo especial cuando nos deslizamos sigilosamente, doblamos en una curva del río y con nuestra aparición sorpresiva, provocamos el despegue de una gran bandada de aves migratorias estacionada en la costa, justo enfrente nuestro. ¿Puedes imaginarlo? ¿Puedes verlo? ¿Serías capaz de disparar a pesar de la emoción? ¿O encallarías el bote, teniendo que desembarcar en el frío para hacer una fogata rápidamente?
De cualquier manera, pase lo que pase y hagas lo que hagas, el río es siempre una gran aventura.
Su atracción es inevitable, adictiva, no importa el resultado de tu excursión, al finalizarla ya estarás pensando en retornar. La industria del Aire Libre pone a nuestro alcance nuevos artículos que nos permiten disfrutar de él plenamente.
En estos días, la gente está entusiasmándose cada vez más con los kayaks. Se están volviendo muy populares en la comunidad pesquera. Aquí en el río, también creemos que los kayaks son muy útiles. En el pasado, cazábamos usando canoas. Ya no. Los kayaks permiten sumergirte en el agua y eso baja tu centro de gravedad. La diferencia es grande, es mucho más estable disparar desde un kayak. Solía tener miedo de hacer un giro de campana al disparar de costado desde la canoa. Eso no me pasa con mi kayak.
¿Seguramente te preguntarás cómo es una cacería embarcado?
Bueno, lo primero que puede sorprenderte es que este tipo de caza comienza a las 10 en punto de la mañana. No hay vigilia al amanecer como en los humedales. Si vas temprano, no encontrarás muchos gansos. Vuelan al amanecer para alimentarse tal como lo hacen en los humedales o pantanales. Luego, alrededor de las ocho o nueve, regresan al río para esconderse y holgazanear. Es por eso que comenzamos nuestra flotada a las 10. Horario de banco, por raro que parezca.
Bueno, no está nada mal comenzar sin madrugar, ahora tratemos de simular una cacería flotante para ver si te gusta.
Muchos me han preguntado ¿Qué se siente cazando aves acuáticas en un flotador de río? Bueno, tal vez pueda explicarlo de esta manera: Navegás tranquilamente río abajo con cada uno de tus sentidos en estado de alerta. Doblás en una curva y hay una bandada de patos holgazaneando en un banco de arena delante tuyo. Están demasiado lejos, así que te quedas muy quieto y la corriente te lleva lentamente, muy lentamente hacia ellos.
Ahora, en realidad – así es como me gusta explicarlo – estamos en el mejor momento de la caza, donde reina la tensión y la anticipación. Con la posibilidad de una gran oportunidad de tiro por delante. Ya estás lo suficientemente cerca como para hacer tu disparo por eso te detienes delante de una inmensa bandada. Todo parece perfecto, pero no te engañes, nada es perfecto. El kayak se ha desplazado hacia la izquierda y tú eres un tirador diestro. Entonces tratas de ubicar aves en tu nueva zona de tiro y te das cuenta de que tendrás suerte si logras abatir a una, cuando tus expectativas eran tres o cuatro.
No es pan comido
Aun así, sinceramente, no te defraudará. Una caza en el río sobre flotadores nunca es fácil. Demasiadas cosas pueden salir y salen mal. El viento, por ejemplo. Es tu amigo cuando los árboles mueven sus hojas. El viento, al soplar enmascara tus ruidos. Pero luego, las circunstancias cambian, se produce la calma y te encuentras con una bandada de aves por lo que tienes que congelarte o las aves te atropellarán. Otra situación muy común es que el viento te empuje hacia ellas y haga girar el kayak por completo antes de que estés en zona de tiro. ¿Quién es tu amigo ahora? Aunque parezca mentira, todo esto sucede.
Gran parte de una cacería flotante suele no ser muy satisfactoria. Imaginate sentado en una plataforma en movimiento, disparando a un objetivo en movimiento. Eso es lo que llamamos, risueñamente, una experiencia humillante. Sí, seguramente te parecerá exagerado, ya que te consideras un tirador razonablemente certero. Pero, luego recorres el río con nosotros. Te ponemos en el asiento delantero de un kayak de dos plazas. Nada que hacer excepto disparar.
Además, si nos encontramos con esa bandada en el banco de arena, remaremos hasta allí para facilitarte las cosas. Sin apenas mover un músculo, te pondremos a la distancia adecuada con unos pocos y suaves golpes de pala. De hecho, giraré el kayak lentamente para que obtengas el mejor ángulo de tiro. Pero a pesar de mis esfuerzos y los tuyos, el resultado final no te agradará.
El promedio de disparos de la primera experiencia en el río es de una o dos capturas por caja de cartuchos. Una o dos aves sobre 25 cartuchos. Magro score. Pero las cosas mejorarán con el tiempo. He cazado en el río durante 50 años y ahora estoy haciendo más de 8 aves por caja, un promedio de: .333. Eso es genial en el béisbol y también en el río.
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Sin embargo, no se trata de matar aves, así que no te obsesiones con los números. El río es el gran protagonista; la estrella en este escenario. Eres afortunado de estar allí. Mucho sucede navegando a la deriva. Los ríos son corredores de migración para todo tipo de aves. Los pájaros cantores de toda clase y color estarán allí. El elenco de personajes de aves cambiará a medida que avance el clima otoñal.
Una bandada de petirrojos estará allí una vez y la próxima visita podría ser la de los jilgueros. Siempre una sorpresa y siempre hermosa. Y a ellos se suman los castores, ciervos y nutrias que también viven en el rio.
Un crucero a la maravillosa naturaleza
La mejor parte de un flotador a la deriva es que, en la mayoría de los casos, los animales y las aves con las que nos encontramos están durmiendo o extremadamente relajados, por lo que los observaremos de muy cerca. La cámara Nikon de mi hijo Will siempre está girando, lista para disparar, y lo hará justo cuando nos desplacemos junto a una gran tortuga. Le encantan las espaldas cubiertas de musgo y sus grandes garras. También atrapó castores dormidos en su cabaña el año pasado. ¡Diversión, diversión, diversión! El río se disfruta tanto en la acción como en la contemplación.
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Caza fotográfica – La emoción de la captura
Vivimos en Minnesota. En las praderas occidentales tenemos vívidos recuerdos de los comerciantes franceses que nombraron nuestros ríos y el gran lago Lac qui Parle. Aquí elegimos los lugares para cazar a flote en los ríos con mucho, muchísimo cuidado. Ese es el mejor consejo que podría darle a quien quiera iniciarse. Will y yo tuvimos que aprender esa lección de la manera más difícil. Pensamos que cuanto más rápido el río, mejor. No solo no fue así con las aves, sino que también fuimos atrapados por los enganches que estaban debajo del agua.
Will perdió una buena cámara Nikon y una lente de esa manera porque se le descontroló el kayak, desplazándose río abajo y hacia atrás, teniendo que defenderse de las rocas con los pies. Para colmo, después del incidente, tuvimos que sacar el kayak y continuar a pie, durante una larga y penosa caminata, hasta el lugar donde habíamos embarcado. En resumidas cuentas, fue una dura lección que nos sirvió de aprendizaje. Ahora, como dice la vieja canción, “Vamos navegando un río lento” y desde entonces, hemos tenido muchos menos problemas. A partir de ese momento, nuestras preferidas son las aguas calmas. Y sí, nos dolieron las pérdidas, por eso ahora tomamos todas las precauciones. Llevamos chalecos de flotación, pero aquellos sin grandes almohadillas sobre el hombro. De esa manera podemos disparar mejor y nadar mejor también, en caso de necesidad.
Últimamente, los kayaks se han transformado en un recurso muy utilizado por los pescadores y han resultado de gran utilidad para nosotros, los cazadores, al brindarnos – gracias a su bajo perfil de flotación – una plataforma más estable tanto para la observación como para el disparo. También disponen de cómodas áreas cubiertas hacia adelante y hacia atrás para mantener secos nuestros bolsos y pertenencias. Dos de los mejores fabricantes de kayaks de caza son Old Town y Poke Boat.
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Cazando a las escondidas – Las prendas camufladas.
Mi hijo Will, tiene un patrón de camuflaje con el que pinta tanto la embarcación como los remos. Todo eso es parte de la atención al detalle que ponemos en esta actividad. Ropa de camuflaje, con una muda de recambio, en el caso de mojarnos. Guantes y una mascarilla de camuflaje y protector solar. Incluso solemos poner ramas al frente de la embarcación si las aves son muy desconfiadas. También he comprado una nueva escopeta, totalmente camuflada, en calibre 10 de Browning. Mi vieja Ithaca Mag 10 merece pasar a retiro, ya se atascó demasiadas veces.
¿Por qué el gran calibre? Porque derriba a los gansos a distancia y también a los patos. Los sabios patos se sientan en las curvas del río, con una vía de escape muy cercana. Cuando llegás a una esquina, río arriba, saltan y solo tienen que volar menos de un metro para dar vuelta la esquina. Con un 10, tengo más chances de alcanzarlos antes de que se vayan. Además, incluso si saltan cerca, tengo más tiempo para disparar porque puedo llegar más lejos.
Dejate llevar por la corriente
Estas son verdaderas experiencias de caza, al estilo de Huck Finn, que podremos vivenciar si nos lo proponemos y disponemos del tiempo y los recursos. Experiencias que se disfrutan intensamente, a lo largo de toda su duración, descansando río abajo, disparando a algunos patos en el camino, deteniéndonos en un banco de arena o cambiándonos la ropa camuflada.
Preparando el fuego, con una lata de cerveza en la mano para saborear, mientras esperamos que se cocine la carne. Si es posible, y cuándo no, una botella de buen merlot para disfrutar con nuestro pato. En estas ocasiones me gusta también un buen cigarro para celebrar la caza. Luego, al finalizar, se guarda el arma mientras acomodamos nuestros platos, el resto de los utensilios y los remos para llevar todo de vuelta a casa.
Cada otoño vamos al río y seguimos la migración. Comienza temprano con los “patos de verano”. Son los Patos de Madera – Aix sponsa – y los Teals – Anas crecca o Euracian teal – que se sientan en los árboles y salen disparados desde las ramas que están sobre nuestras cabezas, zigzagueando a gran velocidad entre los árboles.
Así es el Pato de Madera, mientras el Teal tiene un vuelo tan explosivo que no lo podrás creer. A medida que la migración avanza nuevas bandadas se acumularán hasta que una fuerte helada los conduzca al sur.
Pero no te importará.
Porque luego vendrán los ánades gordos del Canadá. Estas bellezas no pueden rivalizar con el color leñoso de los Patos de Madera, pero son mucho más fáciles de derribar.
Saltan directamente del agua y no se desvían tanto en vuelo. Los Patos de Madera no solo vuelan entre los árboles, sino que a menudo vuelan muy bajo sobre el agua, lo que dificulta verlos cuando el sol hace brillar las olas en el río. Esta especie tiene un agradable sabor a nuez y el Teal es muy suculento, pero los ánades reales también tienen un exquisito sabor, y – lo más importante – se quedan en el río hasta que el agua se congela.
Otros patos como los Ringbills y Goldeneyes están allí en los días fríos y nosotros también. En esos momentos las manoplas Chopper y los calentadores eléctricos para las botas, nos ayudarán mucho a mantener la temperatura corporal, no obstante, resultará necesario e inevitable un poco de sufrimiento. Pero valdrá la pena y será aún más reconfortante cuando tomes conciencia de que ya llega el fin de la temporada.
Por lejos, mi especie favorita en el río es el gran ganso de Canadá.
Los gansos vienen al río para escapar de la detección. Una vez que están allí, no se los encontrará con demasiada facilidad. Pero, para nuestro beneficio, tienen un problema. Necesitan aberturas en los árboles a lo largo de la costa para poder aterrizar. Sabiéndolo, tendrás una idea de dónde esperarlos. Eso y el hecho de que les encanta emitir los típicos y estridentes bocinazos y nuk-nukks, te permitirán advertir que están a la vuelta de la esquina. No creo que haya que agregar más para darte una clara idea sobre la emoción y adrenalina que generan. Una docena de gansos sentados en una playa de arena significa que has ganado tu boleto para disfrutar de una verdadera, inolvidable y divertida experiencia de caza de aves acuáticas.
Un ganso tiene que saltar y encarar hacia el viento para volar. No son difíciles de acertarles cuando lo hacen, pero debes utilizar una carga de municiones pesada para derribarlos. Otra buena razón para haber optado por mi amado calibre 10.
De nuevo el calibre 10 y vale la pena reiterarlo. Cualquier ave que derribes en el río, debe caer muerta. Un pato o un ganso herido harán cosas notables para esconderse o escapar. Nadarán entre enganches de los que no puedes sacarlos. Nadarán hasta la orilla y correrán hacia la maleza, donde no se los puede ubicar sin un perro. Debemos evitarles una larga y penosa agonía. Por eso son altamente recomendables los calibres potentes y los cartuchos de alto gramaje.
Hablemos de perros.
Mi familia vino a las praderas de Minnesota, desde Wisconsin, trayendo a sus perros con ellos.
Aunque el pequeño perro cobrador, American Water Spaniel, ha caído en desgracia en estos días dominados por el omnipresente Labrador, nuestra familia nunca lo abandonó. La natación en el río es para lo que fueron criados estos pequeños perros perdigueros. Todavía puedo acomodar con facilidad, en la parte de atrás de mi vehículo, sus 20 kg de peso. ¿He derribado un pato en una zona de frondosa vegetación de la orilla? No hay problema, mi bebé lo encontrará. O cayó en un lugar de fuertes corrientes. No importa, ella puede usar su cola como timón. Una habilidad que resulta muy divertida de ver.
Y antes de pensar que los ríos son el único entretenimiento en la ciudad, considerá remar a través de un lago o a lo largo de la orilla de una laguna o humedal. La aproximación silenciosa sigue siendo una gran ventaja en estos espejos de agua. Además de nuestro diminuto cobrador, hemos incorporado señuelos inflables de Cherokee Sports Decoys. Ocupan muy poco espacio y no pesan casi nada. Bueno, ya te hemos hecho imaginar lo suficiente, solo nos resta decirte: encuentra un lugar y espera la acción.
Sé por experiencia que te resultará desalentador aprender a disparar desde la posición sentado, pero con la práctica lograrás mejorar. En mi caso puse el kayak en el suelo y me senté en él mientras un amigo lanzaba platos con un lanzador manual. Hay que transitar una inevitable curva de aprendizaje, pero si se desea cazar dentro del río o desplazándose lentamente por una laguna o a través de la maleza junto al lago, no queda otra que aprender y practicar.
No me gusta levantarme temprano por la mañana. No me gusta esperar junto a los señuelos, si puedo evitarlo. Cazar sobre un flotador de río se parece más a la caza del faisán. Te estás moviendo constantemente a lo largo de una gran variedad de paisajes. Saltar disparando Patos de Madera – Aix sponsa – es muy parecido a disparar faisanes y para mí, resulta muy divertido. Eso sí, no verás a mucha gente haciéndolo y ahora que te he explicado lo frustrante que puede ser el inicio, te resultará fácil entender por qué más personas no lo practican.
Pero a pesar de no ser una disciplina sencilla, Will y yo estaremos allí, porque aprendimos un secreto: Para los cazadores de pato, un río lento es como Disneylandia.
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