Hay alerta por su avance sostenido.
“Es una amenaza para la biodiversidad debido a los efectos negativos que produce sobre los ecosistemas naturales”. Se lo encuentra en 11 Parques Nacionales del país.
Según diagnósticos realizados por el equipo del área de Conservación del Parque Nacional Lanín, aumentó la distribución de jabalíes más del 30% en el área protegida desde 1985.
El aumento de la invasión es tan evidente que el jabalí ya es común en los ejidos San Martín de los Andes, Junín de los Andes y Bariloche. Esto anticipa en el corto plazo, más conflictos entre el jabalí y la especie humana.
Por su parte en Neuquén, según un estudio reciente realizado en conjunto entre el CEAN, el CONICET y el Parque Nacional Lanín, el jabali avanzó hacia el Este y Noroeste de la Provincia invadiendo 2316 km2 en apenas 10 años.
Los científicos argentinos consideran al Jabalí como una real amenaza para la biodiversidad debido a los efectos negativos que produce sobre los ecosistemas naturales. Con sus hozadas modifica el hábitat de plantas y animales, reduciendo la biodiversidad en bosques, pastizales, humedales y en zonas semi-áridas.
También es un problema en la Provincia de Buenos Aires, donde en 2020 aún no se ha autorizado su caza plaguicida como en otros años.
El jabalí es omnívoro y se alimenta de vegetación, insectos, roedores, lagartijas y aves nativas caminadoras como el Chucao. Compite por el alimento con muchas especies del bosque incluido el pudu, con quien tiene preferencia por los cañaverales, y cuyas crías pueden ser atacadas y consumidas por el jabalí como sucede con los corderos.
Es portador de enfermedades como la Brucelosis Porcina, la Peste Porcina Clásica y la Peste Porcina Africana, la Tuberculosis o la Triquinosis que, según SENASA desde 2009 está aumentando sostenidamente en el País.
Actualmente en tiempos de Pandemia, hemos aprendido las consecuencias ecológicas, económicas y sociales que tienen las enfermedades transmitidas por la fauna silvestre cuando se salen de control.
En el Parque Nacional Lanín se descubrió que el jabalí consume cerca del 30% de las semillas del Pewen. Esto afecta la regeneración del bosque y por competencia por el recurso, reduce la abundancia de insectos, roedores y aves como la cachaña o cotorra austral.
El jabalí también afecta pastizales húmedos (mallines), provocando cambios en la flora nativa y aumento de suelo desnudo. Esto genera mayor erosión, pérdida de hábitat y alimento para lagartijas, anfibios e insectos nativos y pérdida de forraje para la actividad ganadera.
La caza en el centro de las miradas. Una nota del Libro del 80ª Aniversario de AICACYP que no deberías dejar de leer.
Luego de la reciente mega sequia (2010-2015), y con la mejoría en las lluvias y la ausencia de actividad humana en la región por la Pandemia, los biólogos del Parque Nacional Lanín esperan en el corto plazo un fuerte aumento del jabalí en toda la región.
Es creciente la preocupación de la amenaza del jabalí sobre nuestro patrimonio natural protegido dentro de los Parques Nacionales. Además, la Sociedad ya percibe y reclama el control de la especie por los impactos económicos que produce a las actividades agropecuarias, y sobre la Salud e integridad física de las personas, y por el peligro de accidente en las rutas.
Desde el Parque Nacional Lanín se continúan los monitoreos y evaluaciones de su impacto en el área protegida
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