En el Soneva Jani podés deslizarte desde un tobogán directo al mar.
Está ubicado en la isla de Medhufaru en el Atolón Manadhoo en Maldivas.
Maldivas es un verdadero edén tropical ubicado en pleno océano Índico, al sudoeste de Sri Lanka y a 450 km de la India. Con el mar color turquesa, arrecifes coralinos, mares de estrellas y formado por 1190 islas, 26 atolones y una exuberante vegetación repleta de cocos.
Allí encontraremos al Soneva Jani, un lujoso resort ubicado en la isla de Medhufaru, una de las más grandes de las Maldivas y a sólo 40 minutos en hidroavión del aeropuerto internacional de Malé. Compuesto por 46 villas de lujo con distintas capacidades y servicios, dentro de una laguna de aguas cristalinas, bordeada de islas con playas vírgenes y cubiertas de exuberante vegetación.
Con precios que arrancan en 2.000 dólares la noche para una villa de un dormitorio y llegan a los 17450 dólares la noche para las de cuatro dormitorios. También te podés alojar en un yate con bañera con fondo de cristal, para 6 personas, el Soneva En Aqua, por 4.200 dólares la noche.
La villa más pequeña, de un dormitorio, con capacidad para dos adultos y dos niños, ocupa una extensión de 416 m2. La más grande, con seis dormitorios y capacidad para 12 adultos y 4 niños llega a los 2.250 m2.
Todas las villas de agua en Soneva Jani vienen con tobogán de agua. Algunas, además, poseen baño al aire libre con fuentes de agua, casa de árbol para los niños, baños de vapor, gimnasio y bodegas.
Los clientes pueden disfrutar de experiencias como un picnic en playa privada (por 135 dólares por persona), un safari con delfines al atardecer (por 150 dólares por persona), Cinema Paradiso, que es un cine flotante para disfrutar de una película a la luz de las estrellas (por 550 dólares para 4 personas).
También puedes visitar isla Maghoodhoo o Kudafari en lancha y conocer la vida local de las Maldivas así como las mezquitas, hospitales, escuelas, cementerios y otros lugares importantes de la cultura local. Y, por supuesto, deportes de agua, buceo, surf, masajes en la playa, paseos en catamarán o clases de cocina.
Eso sí: estas villas de lujo tienen una gran demanda. La isla goza de ocupación total o casi total durante todo el año así que reserva con antelación para alojarte en un hotel con tobogán.
Fuente: Intriper
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