Una opción de bajo costo para el hogar.
Por el momento no está disponible en Argentina, pero tal vez haya quienes puedan hacer un desarrollo similar.
La empresa canadiense Modpool convirtió estos gigantes metálicos en unas curiosas piscinas domésticas que se instalan en apenas unos pocos minutos.
Incluso se pueden modificar los mismos contenedores: hay algunos que vienen con ventanas de distintos tamaños y hay quienes incluso construyeron decks de madera alrededor con escaleras y reposeras para tener así un espacio pleno de relajación a la hora de darse un baño.
Diseñados para ser modulares y fáciles de instalar, las piscinas se venden con todo el equipo necesario, incluyendo un sistema de limpieza de agua. Sólo se necesita preparar el terreno y tener acceso a electricidad y gas.
“Los contenedores marítimos están hechos para ser muy duraderos”, asegura Mark Kohlen, impulsor de la idea. Las piscinas están disponibles en dos tamaños: 2,4×6 metros y 2,4 × 12,2 metros. En ambos casos la profundidad es de 1,35 metros.
Por otro lado, el sistema de filtrado y mantenimiento que incorpora la piscina es capaz de calentar el agua hasta los 30 grados centígrados hasta en las condiciones más extremas: tarda menos de una hora en convertir el agua gélida en un agradable baño, a temperaturas exteriores que pueden llegar hasta los -10º centígrados.
De esta manera, los containers continúan adquiriendo gran protagonismo. Inicialmente fueron utilizados como invernaderos, luego módulos para cabañas y más tarde se aplicaron directamente a la solución de viviendas y ahora en piscinas.
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