“Mordió el kayak y lo atravesó como mantequilla”.
“Tenía la parte delantera de mi kayak literalmente en la boca. Era como si lo estuviera fumando como un puro… Era surrealista”, explicó David Alexander en kymkemp.com.
El pasado jueves por la tarde, un tiburón mordió el extremo de un kayak en Shelter Cove (California – Estados Unidos) y arrojó al kayakista al agua donde estaban cara a cara. Pero, afortunadamente, el kayakista vivió para contar su historia.
David Alexander, superintendente del Distrito Escolar Bellevue Union en el sur de Santa Rosa (California), dijo que con los incendios y el estrés de los últimos tiempos, sabía que necesitaba un descanso. Por ello decidió ir a pescar a Shelter Cove pero como no tenía compañero y nunca iba solo se acercó a un grupo de internet donde encontró a John a quién conoció por primera vez en Shelter Cove.
Salieron alrededor de las 6:30 de la mañana y tuvieron un buen día de pesca. “Temprano en el día vi una ballena más que interesante”, señaló Alexander. “Vino directo hacia mí y pasó justo debajo de mi kayak”. Aunque se preocupó por un enganche accidental de la ballena, ello afortunadamente no pasó.
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Finalizado el día y mientras volvían a tierra “Escuché un ruido sordo… Sentí como si la parte delantera de mi kayak se estuviera levantando… escuché un sonido como de papel de lija… un chirrido. Por un segundo pensé que me estaba subiendo a una roca … Vi algo gris y luego dije: ‘Eso no es una roca. ¡Eso es un tiburón!”
Lo que Alexander vio entonces es al tiburón morder a ambos lados de la punta de su embarcación. “Tenía la parte delantera de mi kayak literalmente en la boca … Era como si lo estuviera fumando como un puro … Era surrealista”, agregó.
Al mismo tiempo que veía al tiburón, Alexander era arrojado del kayak. “Escucho el ruido sordo … siento el empujón y estoy rodando hacia la derecha”, dijo. Con su equipo y sus anteojos cayendo al agua con él, se hundió y luego se levantó.
“Estaba a pocos metros del tiburón”, nos dijo. “Estoy en el agua… no sé si él me está mirando, pero yo lo estoy mirando… cuando chocó contra el bote, me caí del mismo lado de su cara… podía ver ambos ojos –Un lado más que el otro… Sus ojos son tan oscuros… Podía ver sus dientes y sus encías. Ves esas filas de dientes … eso es otra cosa “.
Alexander se preguntó a sí mismo: “¿Qué haré cuando el tiburón se vaya?” y añadió “Pensé que soltaría el bote y luego iría tras mío. No tiene mas que nadar hacia aquí”, dijo Alexander. Y se preparó mentalmente para lo peor. “He tenido una buena vida. Espero que no duela demasiado”, pensó.
Pero el tiburón no se acercó a él. “Aflojó un poco la mandíbula de donde sus dientes estaban incrustados en el kayak”, explicó Alexander. “Se volvió en un segundo. Casi se desvió 180 grados de la dirección en la que se encontraba. Luego se dirigió hacia John “. Pero no lo atacó. Luego hubo un chapoteo y el tiburón desapareció bajo el agua.
“Escuché a [John] en la radio”, dijo. “Me preguntó si estaba bien. Dije: “Estoy bien”. Pero un montón de barcos llegaron rápido, lo que fue realmente genial “.
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Alexander salió del agua y regresó a su kayak. “Hice un auto rescate”, explicó. “Cuando sucede bajo estrés en aguas turbulentas, es diferente que en una piscina … Cuando estás colgando de un lado, es difícil estar tranquilo “.
Le tomó tres intentos enderezar su bote y cree que se golpeó a sí mismo en el proceso. “Creo que cuando lo estaba volteando me golpeó un par de veces”, nos dijo. “Creo que me rompí la mano”.
Luego, una vez en el kayak, descubrió que el tiburón lo había mordido tan profundamente que tenía una fuga, pero tenía una bomba de achique todavía conectada y pudo seguir a su compañero hasta la orilla mientras bombeaba el agua.
Alexander dijo que estaba contento de estar preparado. “Llevaba un traje seco”, explicó. “Siempre llevo un dispositivo de flotación personal. Tenía una bomba de achique … Esa pequeña bomba de achique es un salvavidas “. También se alegró de que su socio tuviera la radio VHF. Y Alexander dijo que estaba contento de tener un socio que lo ayudara a superar la situación. “Mantuvo la calma”, dijo Alexander. “Tienes que salir con otros, no debes salir solo”.
Después de llegar sano y salvo a tierra, pudo ver cómo los dientes del tiburón habían atravesado las paredes de su kayak amarillo “como mantequilla”.
“Perdí mis anteojos recetados”, dijo. “Perdí mi caña y mi reel … creo que necesito un kayak nuevo … pero son solo cosas”.
Pero luego agregó: “Todo lo que puedo pensar en este momento es su boca en mi bote … Repitió de nuevo con un tono de asombro,” Era como si estuviera fumándolo como un puro … se pueden ver marcas de dientes en ambos lados … Es algo surrealista “.
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