Una modificación genética podría acabar con el dengue.
El experimento realizado en Indonesia ha permitido reducir un 77% la incidencia del dengue, que en todo el mundo afecta a cerca de 50 millones de personas.
Días pasados el Distrito de Control de Mosquitos del Condado de Monroe, Florida, aprobó un plan para liberar más de 750 millones de mosquitos genéticamente modificados en los Cayos de la Florida durante 2021 y 2022 con el principal objetivo de evitar la propagación de enfermedades como el dengue, transmitidas principalmente por mosquitos hembra.
Este plan es similar al ya ejecutado por Australia, que liberó 3 millones de mosquitos para frenar la población de la especie o el de Google, que ya ha hecho pruebas similares en California.
Ahora y gracias a una simple bacteria, las autoridades indonesias y los investigadores de la Universidad de Berkeley han conseguido reducir un 77% la incidencia del dengue en solo 27 meses. Algo que, como señala uno de los coordinadores Nicholas Jewell, “es un resultado extraordinario […] según los estándares de la intervención farmacéutica”.
La bacteria en cuestión se denomina Wolbachia y vive de forma natural en casi el 60% de insectos de planeta transmitiéndose de unos a otros por el apareamiento. El problema es que la Wolbachia no vive de forma natural en los Aedes aegypti, los mosquitos que transmiten la enfermedad.
Los investigadores lo que hacen es introducirlo de forma artificial en un grupo de mosquitos de la especie y esperar que, mediante la reproducción, la bacteria se vaya expandiendo neutralizando la capacidad de infectar de los mosquitos hembras. En estos momentos, se están probando en 11 localidades del mundo y, en concreto, estos resultados vienen de un grupo de insectos infectados que fueron liberados hace más de dos años en la ciudad de Yogyakarta, en la isla de Java.
Los resultados preliminares estudiaron solo el impacto la intervención en el dengue, pero los científicos creen que es una estrategia que impactaría otros virus transmitidos por esta especie de mosquitos como el Zika, el chikungunya y la fiebre amarilla. No obstante,** si solo fuera por el dengue ya sería una gran noticia**.
Hay que tener en cuenta que cada año hay unos 50 millones de casos de dengue en todo el mundo y lo cierto es que no tenemos una vacuna eficaz. De hecho, la única vacuna que ha llegado a autorizarse dejaba tanto que desear a nivel de eficacia y riesgos asociados que no se utiliza de forma masiva.
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