Se perdieron dos tercios de especies salvajes en menos de 50 años.
Los datos surge de un informe de WWF que señala a América Latina como el lugar más afectado del planeta.
Este “descenso catastrófico” no muestra señales de disminuir según el documento, que advierte que la naturaleza está siendo destruida por la acción humana a un ritmo jamás visto en la historia. El informe de este año, que se titula Planeta Vivo 2020, es la decimotercera edición y proporciona la evidencia científica para respaldar lo que la naturaleza ha estado demostrando repetidamente: la actividad humana insostenible está empujando los sistemas naturales del planeta que sustentan la vida en la Tierra al límite.
Las poblaciones de especies salvajes “están en caída libre”, mientras seguimos destruyendo bosques, diezmando hábitats y agotando la vida marina con la sobrepesca, advirtió Tanya Steele, directora ejecutiva de WWF.
“Estamos destrozando nuestro mundo, el único lugar al que podemos llamar nuestro hogar, arriesgando nuestra salud, seguridad y supervivencia en la Tierra”, afirmó Steele.
A través de múltiples indicadores, incluido el Índice Planeta Vivo (IPV), proporcionado por la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL), se muestra una caída promedio del 68% en casi 21 000 poblaciones salvajes ((de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios) monitorizadas con la tecnología más avanzada de todo el mundo, entre 1970 y 2016.
“Un cambio de ver la naturaleza como algo opcional o ‘bonito de tener’ a el único gran aliado que tenemos para devolver el equilibrio a nuestro mundo”, asegura el naturalista Sir David Attenborough.
El mito Vegetariano – Dejar de comer animales no va a hacer más que empeorar el problema
El sistema productivo de alimentos está detrás de gran parte de esta pérdida de biodiversidad.
El 75% de la superficie terrestre libre de hielo ha sido modificada por el hombre y los últimos lugares vírgenes se concentran en apenas unos pocos países, Rusia, Canadá, Brasil y Australia.
Seis ideas destacadas del estudio
- El Índice Planeta Vivo (IPV) indica que las poblaciones mundiales de especies de vertebrados han disminuido una media del 68% desde los años setenta, y supone una caída de un 8% más que en la edición anterior IPV 2018.
- Las principales causas son la agricultura insostenible, la deforestación y el tráfico ilegal de especies.
- La pérdida de biodiversidad en ecosistemas de agua dulce es mucho mayor: el IPV ha disminuido un promedio del 84%.
- En Latinoamérica y Caribe la situación es especialmente alarmante, ya que se ha producido un descenso medio del 94% de las poblaciones analizadas.
- El informe también destaca el dramático descenso de las poblaciones de plantas, con un riesgo de extinción comparable al de los mamíferos y más alto que el de las aves, junto al súbito y reciente descenso de las poblaciones de insectos, su distribución y biomasa.
- Las soluciones pasan por cambiar los patrones de producción y consumo de alimentos, detener el cambio de uso del suelo o tomar decisiones políticas y económicas respetando los límites del Planeta. Hay que modificar las prácticas agrícolas y pesqueras, ya que buena parte de ellas son insostenibles, en unas que produzcan los alimentos que requerimos y conserven la biodiversidad. Para el caso de la agricultura, esto supone aplicar prácticas agroecológicas, reducir el uso de químicos, fertilizantes y plaguicidas, así como proteger los suelos y los polinizadores.
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