La opinión del sitio especializado Aviacionnews.
El portal menciona “Una hipótesis optimista es estimar una “cierta apertura” de fronteras para mediados de año”.
Especular sobre cómo será volar durante el año que comienza podría considerarse arriesgado o aventurado. Pero la palabra que sigue resumiendo lo que vendrá es: INCERTIDUMBRE. La Pandemia, en la industria aérea, generó un cimbronazo incomparable que parece haber cambiado a la aviación comercial para siempre. La pregunta es si volar ya nunca volverá a ser “como antes” o si, vacunas mediante, existe la esperanza de retomar un camino de cierta “normalidad”.
La mayoría de los países parecen haber encontrado en el cierre de sus fronteras a su principal política para combatir la Pandemia. Algo que desde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo – IATA – criticaron con firmeza. Un ejemplo de los cambios que pueden producirse fue la reacción instantánea de los gobiernos ante un aumento en las infecciones y una mutación en el virus en el Reino Unido que fue simplemente bloquear y cerrar las fronteras.
Pero lo concreto es que casi a diario se dan modificaciones en el mundo entero acerca de los requisitos que pide cada país a la hora de aceptar la llegada de pasajeros. Una política creciente en aquellas regiones donde aún se permite el ingreso de extranjeros es la solicitud de testeos PCR negativos para evitar cuarentenas. Pero estos constantes cambios atentan contra la certidumbre que todo viajero precisa a la hora de planificar un viaje. ¿O quién se animaría a asegurar lo que sucederá con el turismo de aquí a, por ejemplo, cuatro meses? Esto sin considerar a las brutales caídas económicas en casi todo el planeta que ha golpeado los bolsillos de los viajeros.
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La consultora de datos sobre aviación Cirium, presentó un informe donde indica que la Pandemia “tiró por la borda” 21 años de crecimiento constante del tráfico mundial de pasajeros, hasta alcanzar niveles observados por última vez en 1999. Si comparamos los datos del 2020, el tráfico de pasajeros global disminuyó 67% respecto al año anterior.
Lo que quizás podamos imaginar, una vez vacunada la población, es el otorgamiento de un certificado internacional similar a lo que sucede hoy con la vacuna de la Fiebre Amarilla por ejemplo, que es requisito indispensable para poder embarcar hacia ciertos destinos. Y la obligatoriedad de contar con cierto tipo de cobertura médica.
“Todos esperamos que 2021 marque el comienzo de un futuro mejor. Pero a medida que 2020 llega a su fin, es frustrante ver que los gobiernos reaccionan de la misma manera al Covid-19 como lo hicieron a principios de año: con cierre de fronteras mal coordinados y mal comunicados”, señaló el director general de la IATA y ex presidente de Air France, Alexandre de Juniac.
Si, dormir en una aeropuerto puede ser una experiencia romántica. Foto: Aeropuerto de Changi
Desde el organismo internacional, se pregona la utilización de un “Pasaporte de Salud Digital” denominado Travel Pass. La iniciativa tiene como objetivo administrar y verificar “el flujo seguro de pruebas necesarias o información de vacunas entre gobiernos, aerolíneas, laboratorios y viajeros”. La iniciativa se entregará a través de cuatro módulos: un registro global de requisitos de salud; un registro mundial de los centros de pruebas y vacunación pertinentes a los requisitos de cada destino de viaje; una «aplicación de laboratorio» para permitir que los laboratorios autorizados y los centros de prueba compartan certificados de pruebas y vacunación con los pasajeros; y una “App de viaje contactless” que contiene todos los datos y certificados relevantes para que los pasajeros individuales cumplan con los requisitos de viaje.
Pero lo que sí me atrevo a asegurar, es que en este 2021 que comienza, veremos un transporte aéreo de pasajeros más restringido, pequeño, humilde y estricto en cuanto a protocolos, con menos aviones y menos frecuencias que lo que se preveía un año atrás. Una hipótesis optimista es estimar una “cierta apertura” de fronteras para mediados de año que permita mejorar los números de las aerolíneas respecto al 2020 y retomar índices similares al 2019 recién para el año 2023. Solo es cuestión de ver el avión “medio lleno, o medio vacío”.
Pablo García Rodríguez para Aviacionnews
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