La contaminación de los mares ha aumentado los casos.
Una consecuencia más de la actividad industrial desmedida.
Un estudio reciente conducido por la Universidad de Tartu, en Estonia, reveló que la creciente contaminación de los mares está impactando duramente en la aparición de nuevas enfermedades de animales marinos. Parece ser que la más grave —y aparentemente más extendida— de éstas, es el cáncer de piel.
Según revela el estudio, publicado recientemente en Environment International, las actividades industriales llevadas a cabo en los océanos están afectando mortalmente a una amplia diversidad de peces y mamíferos marinos. A raíz de la contaminación de los mares, la investigación da luz sobre el incremento en cáncer de la piel en animales salvajes.
De acuerdo con las cifras que arrojó la investigación, 10 % de los animales acuáticos diagnosticados con cáncer viven en hábitats contaminados. Sin embargo, Ciara Baines, autora líder del proyecto, asegura que los números “que esperamos sean mucho más altos en realidad“.
El estudio considera factores relacionados a los efectos del daño oxidativo, las infecciones y los cambios en el microbioma. De la misma manera, estima qué tipos de animales son más vulnerables a este tipo de cánceres a raíz de la contaminación industrial en diversos ecosistemas marinos.
¿Qué está ocasionando el cáncer de piel?
Principalmente, según enfatiza Baines, el cáncer de piel en animales marinos se está dando como consecuencia de sustancias tóxicas. Entre las más importantes, están los contaminantes orgánicos persistentes, los pesticidas y los metales pesados. Sin embargo, los microplásticos y los desechos farmacéuticos son una amenaza potente para la diversidad en los océanos.
Tuul Sepp, investigador principal del grupo sobre la evolución del cáncer en la Universidad de Tartu, señaló lo siguiente con respecto a la problemática: “Por un lado, si nuestras actividades están causando cáncer en los animales acuáticos, es nuestra responsabilidad conocerlo para tratar de mejorarlo. Por otro lado, los animales salvajes en ambientes contaminados actúan como centinelas de la calidad ambiental para los humanos“.
Estos productos residuales afectan directamente el sistema inmunológico de los organismos acuáticos. Por esto, se vuelven más susceptibles a ciertos patógenos que causan cáncer. De la misma manera, se almacenan en sus tejidos y eventualmente atacan a sus órganos internos más importantes. A la fecha, se han detectado 30 especies distintas con los mismos problemas de salud.
Fuente: Natgeo
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