Piden regular su pesca deportiva en el Mar Argentino
Así lo sugirió Juan Martín Cuevas, biólogo de la ONG ambientalista WCS Argentina.
El tiburón gatopardo está amenazado en el Mar Argentino. Pero a pesar de ser una de las especies de grandes tiburones más buscada y capturada durante la temporada de pesca, aún no existen normas que regulen la pesca deportiva con sacrificio dirigida a esa especie más allá del área protegida.
Lo advirtió en diálogo con RIO NEGRO Juan Martín Cuevas, coordinador de la iniciativa de rayas y tiburones de la organización dedicada a la conservación de la biodiversidad WCS Argentina e investigador de la Universidad Nacional de La Plata.
“Actualmente, en la provincia de Río Negro existe una sola reglamentación relativa a la pesca deportiva dirigida a grandes tiburones costeros, como el gatopardo. Pero esa norma solo se limita al Área Natural Protegida Punta Bermeja. Por eso, es imperante regular esta actividad en toda la provincia, así como en Chubut y Santa Cruz”, enfatizó el doctor Cuevas.
Los grandes tiburones costeros no reconocen los límites jurisdiccionales. Para que su conservación sea efectiva, se necesita la coordinación de esfuerzos provinciales y nacionales, dentro y fuera de las áreas protegidas.
Sus características
De acuerdo a lo publicado por la Fundación Temaiken el tiburón gatopardo habita en varios mares templados y fríos del mundo al cual se lo puede encontrar hasta los 570m. de profundidad pero es muy común encontrarlo a los 80 m. Su nombre hace referencia a las numerosas manchas oscuras que cubren su dorso y los lados del cuerpo. Puede llegar a medir hasta 3m. de largo. En esta especie se considera adulto a los machos que alcanzan 1,50 m. de largo y a las hembras que alcanzan los 2.20m. Posee un peso máximo publicado de 107 Kg. y la edad máxima reportada es de 49 años. El gatopardo es considerado inofensivo a menos que sea molestado.
A nivel global, se lo considera como un tiburón vulnerable según criterios de la Lista Roja de UICN. Sin embargo, en el Mar Patagónico y sus áreas de influencia faltan datos para determinar su estado de conservación de manera más precisa.
Es una especie longeva y de madurez reproductiva tardía. “En el caso del gatopardo y otras especies de grandes tiburones costeros, sabemos que sus principales amenazas son la pesca comercial (artesanal e industrial) no dirigida y la pesca deportiva dirigida no regulada. En ambos casos, falta un monitoreo del impacto sobre la especie”, señaló.
En sus declaraciones a RIO NEGRO el experto opinó que “es fundamental avanzar en la investigación sobre los grandes tiburones y el resto de los peces con cartílago (rayas, chuchos y peces gallo); y en particular, de las especies endémicas (como gatuzo, guitarra y peces ángel), es decir, aquellas que solo habitan nuestras aguas en el Atlántico Sudoccidental”.
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