Fuerte crecimiento de las acciones de los fabricantes de armas de los Estados Unidos
Las cinco grandes que cotizan están sugeridas como recomendación de compra.
El debate sobre la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos es una constante en el panorama político local y una de las materias que más dividen al elector medio de los republicanos y de los demócratas. Y, paradójicamente, es cuando gobiernan estos últimos cuando los fabricantes de armas ven incrementarse sus beneficios.
De esta forma, cuando un político demócrata llega a un puesto de responsabilidad en el que pueda restringir la compra de armas, muchos ciudadanos corren a reponer o ampliar su arsenal antes de que hipotéticas restricciones entren en vigor. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca ha tenido precisamente ese efecto, que ha impulsado los resultados corporativos y, además, el valor de las acciones.
De hecho, de los cinco grandes fabricantes del país que cotizan en bolsa, el que menos se ha revalorizado en lo que va de año es Sturm Ruger, con más de un 30%. Algunas, como Ammo (175%) y American Outdoor (100%) han duplicado su valor en el primer semestre, mientras que un clásico como Smith & Wesson registra un 77% de crecimiento y Visto Outdoor le sigue de cerca con un 75%. Todas ellas han marcado en los últimos días su máximo de los 12 meses previos, pese a lo que los analistas siguen recomendando invertir en ellas.
Mitos sobre el control de armas. El último libro de John Lott. El autor de “More Guns, Less Crime (más armas menos crimen)” explica en este nuevo libro cómo los políticos, los medios de comunicación y los “estudios” fallidos han torcido los hechos sobre el control de armas
Así, Visto luce una sólida recomendación de compra con un recorrido del 21% a un año vista hasta un precio objetivo medio de 50,33 dólares por título, porcentaje similar al que se le concede a Ammo. Sturm Ruger está a las puertas de su precio objetivo, y Smith & Wesson ya lo ha superado (29,9 dólares frente a los 31,7 en los que cotiza actualmente). Finalmente, American Outdoor puede subir aún un 13% en el próximo año y el 80% de los analistas que siguen a la compañía recomiendan su compra.
Las cinco muestran rasgos similares en los últimos meses. La victoria de Biden aupó ligeramente el precio de los títulos, que fueron creciendo poco a poco con el paso de los cuatro primeros meses del año, pero es en mayo cuando las cifras se dispararon.
Biden entre tanto nominó en abril a David Chipman para dirigir la ATF. El historial de Chipman muestra que es un crítico de la industria y ha sido asesor de grupos de presión contra las armas. De hecho, trabajó durante 25 años en la ATF persiguiendo el tráfico de armas. En su audiencia ante el Senado abogó por prohibir las “armas de asalto” y, en concreto, el fusil de asalto AR-15, uno de los más populares del país.
Tras un empate en la Comisión Judicial del Senado, será el pleno de la Cámara Alta quien tendrá que decidir si Chipman ostentará el puesto. Si se alcanza el esperado empate a 50 escaños, Kamala Harris, vicepresidenta del país y líder del Senado, desempatará a favor de Chipman. Para evitarlo, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha gastado 250.000 dólares en anuncios en Virginia Occidental para que los electores presionen a su senador Joe Manchin, un demócrata moderado, para que voten en contra de la nominación.
Por otro lado, esta semana los estados de Iowa, Tennessee y Wyoming han dado luz verde a que los mayores de 21 años puedan portar una pistola sin necesidad de un permiso, algo a lo que se sumará Texas en septiembre, lo que también podría animar las ventas.
Aunque esta tendencia ya viene de atrás. Desde que Biden se sienta en el Despacho Oval se ha aprobado una ley que exige aportar los antecedentes penales para compras de armas entre particulares, y la validez de los certificados se ha reducido de diez a tres días, para dificultar las operaciones.
La consultora especializada Small Arms Analytics apunta que en el país se compraron casi 23 millones de armas de fuego durante 2020, un 65% más que el año anterior. Según los analistas, el miedo por la pandemia, las revueltas raciales y las elecciones en noviembre alimentaron la compra, que se disparó aún más tras el asalto al Capitolio a inicios de enero de 2021.
Fuente: El Economista
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