Un continente, dos realidades
En Sudáfrica aumentó en 83 respecto al mismo período del año pasado. Kenia ha pasado de 59 muertes de rinocerontes por el furtivismo en 2013 a ninguna en el pasado año.
Al menos 249 rinocerontes fueron cazados durante el primer semestre de este año en Sudáfrica, indicó este sábado la ministra de Medioambiente de ese país tras registrarse un aumento de la caza furtiva favorecida por la disminución de las restricciones establecidas por la pandemia de coronavirus.
“Desde enero hasta finales de junio, 249 rinocerontes fueron cazados en Sudáfrica“, aseguró Barbara Creecy, ministra de Medioambiente, en un comunicado.
En Sudáfrica vive el 80% de la población mundial de rinocerontes, una especie amenazada por los cazadores furtivos debido a la fuerte demanda de sus cuernos para la medicina tradicional asiática.
El número de animales cazados aumentó en 83 respecto al mismo período del año pasado, según informó la agencia de noticias AFP. La mayoría de ellos fueron abatidos en el famoso Parque Nacional Kruger, donde murieron 132.
Creecy explicó que la disminución de las restricciones por la pandemia “favoreció un aumento de la caza furtiva de rinocerontes durante los primeros seis meses de 2021”, con un incremento significativo de esta actividad en las provincias de Limpopo, Mpumalanga y del Estado Libre, donde hay numerosas reservas de este mamífero.
Otra realidad en Kenia
No solo ningún rinoceronte fue víctima de la caza furtiva en Kenia durante 2020, sino que, además, la población de este mamífero en el país creció un 11 %, informó días pasados el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, en inglés).
“Los últimos 8 años han visto una reducción continua en la incidencia de la caza furtiva de rinocerontes, lo cual da testimonio de las medidas tomadas para proteger” a estos animales, declaró en un comunicado el director regional de esta organización para África Oriental, James Isiche.
Según el IFAW, Kenia pasó de tener una población total de 1.441 rinocerontes en 2019 a 1.605 en 2020. El pasado mes de febrero, el Servicio de Conservación de la Flora y Fauna Salvajes de Kenia (KWS) ya confirmó que el país había alcanzado en 2020 el hito de ningún rinoceronte muerto a manos de cazadores furtivos, un logro que no conseguía desde 1999, hace más de dos décadas.
Así, Kenia ha pasado de 59 muertes de rinocerontes por el furtivismo en 2013 a ninguna en el pasado año.
“Hemos logrado parar la caza furtiva de rinocerontes y estamos trabajando para detener la caza furtiva de elefantes”, aseguró en febrero el director general del KWS, John Waweru, en la emisora de televisión local Citizen TV.
“No nos gusta perder animales, pero, por primera vez, perdimos 11 elefantes a manos de la caza furtiva, lo que es un gran logro dado que nunca había sucedido en la historia del KWS; venimos perdiendo más de 340 elefantes al año”, apuntó Waweru.
En 2015, esta agencia keniana puso en marcha un laboratorio forense con una base de datos genéticos de elefantes y rinocerontes, así como un sistema de monitorización de estos mamíferos para vigilar el desarrollo de sus poblaciones en el país.
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