A diez años de una experiencia única e irrepetible
Raúl Peñéñory socio gerente de Buen Pique SRL, una empresa asociada a Aicacyp, fue personaje de tapa de Aire Libre 3 de Septiembre 2011 cuando nos relataba su ascenso a la cumbre del monte Island Peak, de 6189 metros de altura, en la cordillera del Himalaya. Dos semanas vividas intensamente que recordamos 10 años después en el testimonio del aventurero.
Las mejores épocas del año para visitar Nepal son dos: al finalizar el invierno, entre abril y mayo de cada año, y antes de que llegue la época de los “Monzones”, o después de que estos pasen, hacia setiembre y octubre.
Una vez en Kathmandu, se produce un choque entre la modernidad del aeropuerto de Doha (donde hicimos escala previa) y la sencillez de la terminal aérea de Nepal. Esta es una típica capital de Oriente, con sus vendedores ambulantes siguiendo a los turistas a todo paso y ofreciendo sus múltiples productos. Nos recibieron con el clásico “Namastee” (saludo de bienvenida) y con una guirnalda de flores que colocaron alrededor de nuestro cuello.
Conviene alojarse en la zona céntrica moderna, cerca de la Avenida Durbar, a solo 10 minutos de Thamel, la zona comercial para turistas que es una increíble torre de Babel llena a todas horas de gente joven de diferentes nacionalidades. El barrio ofrece la mayor concentración de guesthouses, pensiones, cibercafés y restaurantes para todos los bolsillos, no solamente del país, sino quizás de toda Asia. En su bazares hay cosas insospechadas que van desde material de escalada de segunda mano que dejó alguna expedición famosa, hasta falsificaciones de las grandes marcas, que se obtienen a un 25% de su valor original.
Esas tiendas se insertan con las que venden artesanías típicas, carteras, alfombras, telas, las famosas pashminas, diferentes instrumentos musicales, artículos religiosos budistas e hinduistas y los que venden los consabidos souvenirs como gorros, remeras, pines, parches e imanes. También se sitúan en esta zona decenas de agencias de turismo, donde es posible contratar diversas excursiones, que van desde visitar los alrededores de Khatmandú hasta realizar un trekking que llega al Campamento Base del Everest.
Apenas se llega a estas lejanas tierras se abre ante los ojos una cultura realmente fascinante, donde aún se observan rezagos de una arquitectura esplendorosa que supo marcar toda una época. Ejemplo son los centros históricos o Plaza Durbar de las ciudades de Kathmandú, Patán y Bhaktapur, que constituyen verdaderas joyas de la arquitectura nepalí.
Luego de tres días de inesperado trajín ciudadano, con la seguridad de haber pasado por una de las experiencias culturales más importantes de mi vida, el domingo 10 de abril de 2011 a la madrugada fuimos hasta el aeropuerto de Kathmandú, para tomar el vuelo hasta Lukla y allí emprender nuestro trekking de dos semanas por las montañas del Himalaya. Este aeropuerto, distante a sólo 30 minutos de la capital, es considerado uno de los más peligrosos del mundo, dado su pista inclinada, situada en la ladera de una montaña que se inicia al borde de un precipicio 800 metros por encima del río Dudh Koshi y termina con un talud de unos 10 metros de altura.
El grupo estaba integrado por 27 españoles y 2 argentinos, oriundos de Córdoba: Ricardo Birn, que se encontraba abocado a realizar el proyecto siete cumbres, que consiste en ascender a la montaña más alta de cada continente, (ya hizo cumbre en el Aconcagua y en el Killimanjaro) y quien escribe esta nota. Tuvimos que hacer el trayecto en dos vuelos distintos, dado que las avionetas no llevan mas de 20 pasajeros cada una. Una vez agrupados, dejamos nuestros equipajes en poder de los guías, que dispusieron que los más pesados serian transportados por “Yaks” y los más livianos por porteadores.
Todo el transporte de mercaderías se realiza mediante animales y personas, dada la irregularidad de las sendas que deben transitar y que se sitúan al borde de las montañas y continuamente ascienden y descienden, que no permiten la utilización de la rueda. Es posible ver actividades que se realizan como hace milenios, (por caso, el transporte de elementos, el tallado de piedras con cincel para levantar paredes de una casa, la siembra y recolección manual de las cosechas, el traslado de agua mediante acueductos de piedra) con otras que tienen la mas moderna tecnología. (el uso de la telefonía celular, el uso del helicóptero para el traslado de enfermos, el uso de ropa técnica para soportar las inclemencias climáticas).
El ascenso, día por día
Día 1. Lukla (2854msnm) a Phakding (2589 m) recorriendo 9 km en bajada, que nos insumieron 3 Hs. y 30 m. con una parada intermedia para almorzar. A las 17. llegamos a destino, cenamos y fuimos a dormir temprano para poder descansar convenientemente.
Día 2. El lunes 11 de abril iniciamos el verdadero ascenso. La distancia entre Phakding y Namche Bazaar (3354m) es de casi 11 km y la recorrimos en 6 horas netas. A pesar de que la diferencia de altitud es de 765m, el desnivel acumulado (teniendo en cuenta las subidas y bajadas) es de más de 1200m. El camino en esos dos primeros días fue hermoso. A cada paso se encontraban “rhododendrum”, que son unos arbustos que alcanzan hasta los 18 metros de altura y dan la flor nacional del Nepal. También es posible ver una gran cantidad de cerezos en flor.
Y nos cruzamos con los primeros “chörten” o estupas y el primer “mani” (muro de piedra en los que se depositan pizarras o piedras talladas con el canto u oración budista tibetana (mantra) que reza “om mani padme hum”, que significa “salve a la joya del loto”, estructuras ambas que hay que sobrepasar por la izquierda, según la tradición budista. Se encuentran rodeadas por molinos de oración, que contienen un rollo de plegarias, que las personas hacen girar en el sentido contrario a las agujas del reloj para que estas se eleven al cielo; también se encuentran las banderas de oración que son cinco y que tienen los siguientes significados: Azul: agua, Blanco: espacio, Rojo: fuego, Verde: aire y viento y Amarillo: tierra. El propósito principal de las Banderas de Oración es ser colgadas donde el viento pueda activar las bendiciones.
El permanente ascenso por las laderas de las montañas, el descenso para cruzar los ríos por los numerosos puentes colgantes que se encuentran entre los 20 o 100 metros sobre el nivel del agua, el introducirse en bosques de enhebros y pinos, el caminar entre casas de madera o piedra insertos en la montaña y colgando hacia el vacío, hacen que estos dos primeros días de viaje se conviertan en una experiencia única e irrepetible en ningún otro lugar del mundo. Uno llega a Namche Bazaar con el físico cansado pero con el espíritu lleno de vivencias increíbles y con ganas de seguir caminando.
Namche es la localidad más grande que se atraviesa en el recorrido. Está ubicada estratégicamente en un cruce de rutas y permite ir hacia el Tibet. Está ubicada en la ladera de la montaña y tiene una forma de herradura que le da a la localidad una apariencia muy particular. Todas las casas -de 3 y 4 plantas- se ubican sobre terrazas y se construyen con piedra, tienen pequeñas ventanas con vidrios repartidos y pintadas de vivos colores que recuerdan a las pinturas naif. En sus numerosos negocios, es posible comprar todo lo necesario para las actividades de montaña, tanto equipamiento nuevo, original o imitaciones, como así también elementos usados que dejan las numerosas expediciones que año a año pasan por el lugar. Son numerosos los alojamientos, bares, restaurantes y pubs que brindan sus servicios a los expedicionarios. En Namche estuvimos dos noches a efectos de comenzar a aclimatarnos, dado que pasamos la cota de 3000 mts y es donde se empieza a sentir los efectos de la altura.
Un día de descanso y a seguir subiendo
Día 3. El martes 12 de abril fue un día de descanso activo. Visitamos la vecina localidad de Khumjung, que está a 3762m, donde se encuentra la escuela más grande de la región. En ese colegio estudian 280 alumnos, 145 varones y 135 mujeres, entre 6 y 15 años. Tienen doble escolaridad y viven en la escuela durante toda la semana. Desde que ingresan estudian inglés y nepalí, lo que les permite dominar un idioma que los habilita a realizar en el futuro actividades de servicio con los turistas, en la zona o en otros lugares de Nepal. A esta escuela la fundó Sir Edmud Hillary en 1961, quien fue la primer persona que subió al Everest en 1953. Después de almorzar, visitamos el primer Monasterio budista del recorrido, donde nos permitieron ingresar, visitarlo por dentro y, gracias a la intervención de nuestro guía, pudimos ver la famosa cabeza del Yeti de Khumjung, que tienen celosamente guardada en una caja de seguridad. Durante todo el recorrido caminamos 9,3 Km.
Esa tercer noche, todos comenzamos a sentir los efectos de la altura, lo que nos impidió dormir con normalidad. Estos síntomas solo se van relativizando a medida que pasan los días y solo se combate ingiriendo mucho líquido, comiendo en forma liviana y moviéndose con lentitud.
Día 4. La jornada del miércoles 13 de abril tuvo un recorrido de 11 km. Y debimos subir desde los 3354m de Namche Bazaar hasta los 3861m de Tengboche, en un recorrido que nos hizo ascender hasta los 3549m, bajar a un río a 3232m y finalmente volver a subir.
En Tengboche pudimos visitar el monasterio más importante de la región del Khumbu. Son numerosas las personas que concurren allí para estudiar la religión budista y posteriormente ser monjes. Luego continuamos caminando hasta Deboche (3750m) donde nos alojamos en un “Lodge” que se encuentra a 100 metros menos de altitud, lo que en este proceso es importante para un mejor descanso. Para una mejor aclimatación, es recomendable que las diferencias de altura entre una noche y otra no sea mayor a 600m.
Día 5. El jueves 14 comenzamos el quinto día de caminata. Ese día quebramos la barrera de los 4000 mts. Y a medida que ascendíamos, la vegetación se iba raleando y haciendo mas achaparrada. Hasta Tengboche, el camino es recorrido por una gran cantidad de turistas de todas las edades. Es común encontrar grupos de jóvenes de menos de 20 años que hacen el Trek hasta esa localidad y allí se alojan en Lodges o en carpas.
Pasamos por Pangboche (4000m) que tiene viviendas junto al río en la parte baja y otras en la montaña. Hacia allí fuimos a visitar un pequeño monasterio, al que le estaban construyendo la parte exterior, que consistía en un rectángulo de paredes de piedra con galerías con gradas rodeando a un patio central donde se hacen diversas ceremonias. Esa galería tiene ventanas de madera talladas que estaban realizadas por ebanistas locales. El tallado de la madera es una práctica que aún hoy se transmite de los mayores a los mas jóvenes y se puede apreciar en todo Nepal.
Llegamos al paso de Pheriche de 4301m y luego comenzamos a bajar hasta la localidad del mismo nombre, que tiene un hospital construido en 1974 por los japoneses, que se especializa en el estudio de los trastornos que provoca la altura en el cuerpo humano. Brinda no solo sus servicios a los excursionistas sino también a los pobladores de Nepal, muy especialmente a los porteadores que provienen de las zonas bajas y que llegan hasta acá, llevando sobre sus espaldas cargas de hasta 80 kilos para aprovisionar a los pobladores y como apoyo a los excursionistas que van hasta el Campamento Base del Everest.
Diariamente, los médicos del hospital dan una charla sobre los síntomas del mal de altura y como prevenirlos, a la que pueden concurrir todas aquellas personas que tengan interés. Ya en Pheriche (4261m) debido a la altura, necesitamos tomar como mínimo 4 litros de agua por día para sentirnos bien y un litro que en Kathmandú pagábamos 0,10 Euros, en esta localidad abonábamos 3 Euros, dado que el líquido viene desde Kathmandú y deben transportarse la primer parte en avioneta y luego mediante porters o animales durante cuatro días.
En total, recorrimos 9,3 Km. Ya se sentía el frío a la noche, donde la temperatura caía hasta los 10 grados bajo cero. En las habitaciones el agua se nos congelaba en las cantimploras. Estábamos durmiendo a una altura similar a Plaza de Mulas y nos sentíamos muy bien, lo que nos permitía seguir progresando en el camino.
Día 6. El viernes 15 de abril salimos y rápidamente empezamos a ascender. En 2 horas ascendimos 340m llegando a un lodge a tomar un té y luego seguimos 1 hora más hasta el paso Thokla (Dughla) a 4823m. Allí hay una especie de santuario con muchas “apachetas”, que representan a todos los Sherpas que han fallecido en las distintas excursiones por las montañas de la zona.
Luego de un descanso, continuamos hasta Lobuche (4930m) donde llegamos a almorzar. Recorrimos 7,3 Km en 4 horas netas de caminata y ascendiendo 670m. El esfuerzo se hizo sentir y varios estábamos con dolor de cabeza, pero luego de un breve descanso, ya estábamos recuperados.
Día 7. El sábado 16 terminamos la primer semana del trekking realizando la visita más esperada: el campamento base del Everest. Salimos de Lobuche hasta Gorak Shep (5174m) caminando 4,3 Km, en poco menos de 3 Hs., almorzamos y seguimos hasta el Campamento Base del Everest (5291m) recorriendo 3,6 km. mas, insumiendo otras 3 hs. de caminata. Allí pudimos apreciar este campamento donde en esta época conviven unas 500 personas entre montañistas y personal de apoyo. Esta campamento esta ubicado junto al Glaciar del Khumbu, justo en el comienzo de la subida al Everest. El lugar tiene cerca de 1 km de largo por unos 200 m. de ancho. Pudimos estar con el grupo de montañistas españoles de elite que estaban preparándose para subir al Lhotse: Carlos Pauner, Juanito Oiarzabal y Carlos Soria. En esos momentos comenzó a nevar, tomamos un té con ellos y luego de las consabidas fotos, emprendimos el regreso a Gorak Shep desandando los 3,6 km., en esta oportunidad en 2,5 hs. En total caminamos 11,5 Km.
Comienza la segunda semana del viaje
Día 8. El domingo 17 de abril comenzó la segunda semana del viaje y luego de desayunar salimos hacia el cerro Kala Pattar de 5634m, donde recorrimos 1,3km en 1h. 45m con un desnivel de 460m. Realmente el camino es muy empinado, pero nos sirvió para seguir mejorando nuestra preparación física. Esta montaña es el mirador más importante del Everest y de su compañero el Lhotse, se observa en toda su extensión el campamento base del Everest.
Volvimos a Gorak Shep, almorzamos y continuamos el camino hacia Lobuche (4930m), teniendo toda la tarde libre para descansar. Habíamos dormido en el punto más alto de nuestro recorrido y nuestra aclimatación era muy buena. Diariamente, el guía nos medía la saturación de oxígeno en sangre y la presión arterial, para controlar que estuviéramos dentro de parámetros preestablecidos y prevenir complicaciones respiratorias, como los edemas pulmonares o cerebrales. En total caminamos 7km. Esa fue la última noche que pasamos juntos con el grupo que hacía solo el Trek, dado que ellos comenzaban el regreso mientras nosotros íbamos hacia el Island Peak.
Día 9. El lunes 18 nos despedimos del resto del grupo y comenzamos a cruzar el Glaciar del Khumbu, que viene desde las paredes del Everest hasta unos 5 km debajo de Lobuche. La caminata sobre el hielo es dificultosa, porque está todo cubierto de piedras de gran tamaño y permanentemente hay que ir subiendo y bajando. Nos llevó una hora el cruce y luego comenzamos un importante ascenso hasta el Collado de Kongma La (5535m) que nos permitía el paso hacia el otro valle. Nos llevó 4 hs, recorrer los 4,4 km desde el Lodge hasta el paso y bajamos a almorzar 100m más abajo a orilla de un lago congelado.
Luego de almorzar, comenzó una gran nevada con fuerte viento que no nos permitía ver mas allá de unos 10 metros. Debimos apurar el paso, lo que nos ocasionó un desgaste de energía adicional. El trayecto fue muy duro, con una fuerte subida y bajada en pocos kilómetros. Llegamos a Chukung 4762m. luego de recorrer 11 km en un total de 7 horas con breves paradas que no nos insumieron mas de 30 minutos. Consideramos que fue la jornada más agotadora pero la que le dio al guía Xavi una idea concreta de como estábamos cada uno para emprender el ascenso al Island Peak. A la noche, durante la cena, él nos dio una charla con las indicaciones para los próximos dos días, donde intentaríamos la cumbre del Island Peak.
Día 10. El martes 19 salimos para el campamento base de Island Peak (5.090m) donde llegamos luego de 2,5 horas y de recorrer 6,9km. por un camino con leve pendiente, que no nos representó ninguna dificultad, luego de lo pasado el día anterior. Nos asignaron carpas de a dos, donde cada uno dejo sus cosas y preparamos los materiales para la cumbre del día siguiente. Almorzamos y comenzó a nevar. Nos pusimos nuestros equipos y comenzamos a practicar técnicas de ascenso en una pared de 45°. Utilizamos el “Jumark”, nos aseguramos en la cuerda de seguridad, hicimos traslados en los puntos de anclaje de la cuerda fija y bajamos rapeleando. La primer pasada la hicimos mientras continuaba nevando y la segunda ya con buen tiempo. A las 18:00 cenamos. Xavi nos dio las últimas indicaciones y a las 19:00 ya estábamos durmiendo.
Hacia la cumbre del Island Peak
Día 11. El miércoles 20 de abril nos despertamos a las 0:30 y a la 1:45, luego de desayunar y cargar los equipos, comenzó la “PUSHA”, ceremonia de buena suerte que se hace en el Tibet antes de cada ascenso, donde un monje dice oraciones mientras se queman ramas de enhebro y se lanzan al aire granos de arroz.
A las 2 de la mañana salimos y comenzamos el ascenso por un sendero muy empinado, pasando por partes con piedra suelta toda cubierta por la nevada de la tarde anterior, lo que hacía muy dificultoso el tránsito. La noche estaba muy oscura, y solo se veían los leds de nuestras linternas frontales que iluminaban el camino. A medida que ascendíamos el cielo se fue limpiando y los rayos de la luna llena comenzaron a llenar el ambiente, dando al entorno una imagen impensada un par de horas antes. Un espectáculo aparte fue contemplar la luna en el cielo y los picos de las montañas iluminados por los primeros rayos del sol.
A las 7:00, luego de 5 hs. de permanente ascenso, llegamos al borde del glaciar, donde paramos a colocarnos los arneses y grampones. Media hora después comenzamos el ascenso divididos en cuatro cordadas, teniendo en cuenta la homogeneidad entre sus integrantes. En esta época hay muchas grietas, por lo que hay que transitar con mucho cuidado y en algunos sectores con el auxilio de una cuerda fija puesta en el suelo, donde uno se asegura.
A las 9:30 llegamos a la pared del glaciar y allí abandonamos los bastones y tomamos la piqueta, colocamos el jumark en la soga fija y comenzamos el ascenso por la pared de hielo en forma de escalones con una inclinación de 50° y una extensión de unos 200m.
Cerca de una hora y media nos llevó ese sector y una vez en el filo que lleva a la cumbre, sabía que iba lograrlo, porque solo nos quedaban unos 50 metros de una excelente nieve y una inclinación de unos 20° que nos permitía ayudarnos con el jumark por seguridad, pero la piqueta se usaba solamente como bastón.
A las 11:15 del miércoles 20 de abril del 2011 hicimos cumbre en el Island Peak de 6.189m en la Cordillera del Himalaya. Inmediatamente nos abrazamos con Ricardo Birn y yo lloramos de la alegría. Como en la cima no entran más de 5 personas, rápidamente bajamos el filo. Allí un poco más tranquilos, le dimos paso a los compañeros que subían y a las 12:30, luego de que todos estaban en el filo, nosotros comenzamos a bajar usando la técnica de rapel. La bajada se hizo lenta, dado que en cada soga solo puede descender una persona, y a medida que uno pasaba a la siguiente, el otro podía comenzar a bajar.
A las 13:00. estábamos abajo, nos reagrupamos y seguimos bajando ahora encordados hasta que finalizó el Glaciar, donde un grupo de colaboradores nos esperaban con té caliente y allí, más tranquilos comimos nuestra ración de comida, que consistía en pan nepalí, galletas, queso de yak y chocolate. Nos sacamos los arneses, grampones y cascos y a las 16:30 continuamos el descenso por el camino de piedra. Muy cansados llegamos al campamento 2 horas después y armamos los petates. A las 19:00 continuamos hasta Chukung, a 4762m, para dormir más confortablemente. Caminamos de noche y a las 22:00, llegamos. Fue un día agotador, dado que comenzamos a caminar a las 2 de la mañana y recién paramos 20 horas después, pero la alegría de haber cumplido con el objetivo nos hacía olvidar de los dolores físicos. En total recorrimos 6,9 km más el ascenso y descenso del Island Peak.
El regreso
Día 12. El jueves 21 de abril comenzamos el regreso, que nos insumiría tres días. Desde Chukung (4762m) a Tengboche (3.861m) caminamos durante 6,5 horas. para completar el trayecto de 15,3 Km. Allí hicimos noche en una hostería frente al Monasterio, teniendo una vista espectacular del Everest al atardecer.
Día 13. El viernes de Tengboche (3.861m ) a las 9 de la mañana con la gran bajada hasta Phungi Thanga (3.250m), y continuamos con una nueva subida y paramos a almorzar en Kyangjuma (3633km) desde donde se tiene la última vista del Everest, llegando a Namche Bazaar (3.354m) a las 14:00. luego de caminar 8,8 km. Dedicamos la tarde a comunicarnos con nuestras familias vía Internet, a tomar un muy buen baño y a la noche salimos a recorrer los pubs de la localidad a festejar la cumbre conseguida.
Día 14. El sábado 23 salimos de Namche Bazaar (3.354m) a las 8:00 y descendimos abruptamente hasta el río donde cruzamos el puente colgante que esta a 2.913m y seguimos hasta Phakding (2.589m) donde almorzamos y juntamos fuerzas para emprender la última subida hasta Lukla (2.854m) donde llegamos a las 16:00, luego de caminar 15,5km. Esa noche cenamos con los Sherpas y guías y nos despedimos agradeciéndoles todas las atenciones recibidas. Ese sábado, luego de dos semanas vividas intensamente en un ambiente de gran compañerismo y de caminar más de 140km, culminamos esta experiencia inolvidable que nos marcó intensamente y no olvidaremos durante mucho tiempo.
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