Sorpresas en el mar
A veces, la diferencia entre un “encuentro cercano” y uno incómodo puede medirse en meros centímetros
Mientras remaba en las aguas árticas del norte de Noruega, este kayakista de mar fue saludado íntimamente por una orca macho. Las imágenes muestran a la orca nadando a poca distancia del kayak, pero el remero permanece tranquilo y aparentemente no afectado por los eventuales peligros de tal aproximación.
Su actitud relajada no estaba del todo fuera de lugar. A pesar de la amenaza que implica el mito de “asesina”, las orcas son conocidas por su naturaleza amistosa; de hecho, no hay registro de que una orca haya matado a un humano en la naturaleza. Muestran poco interés por los humanos, ya que no formamos parte de su dieta natural.
Las normas de observación de ballenas exigen que los navegantes o kayakistas se mantengan a una distancia mínima de 200 metros de las orcas y de 100 metros de todas las demás ballenas en todo momento. Los remeros responsables se esfuerzan por seguir estas reglas, y los encuentros excepcionales raros no representan una experiencia típica de remar.
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