Gonzalo Galán: “Empecé a vender cuando todavía estaba en la escuela”
Por Alba Piotto para Revista Aire Libre
Gonzalo Galán es un nombre fuerte dentro del rubro de pesca y actividades al aire libre. Y una referencia dentro del mercado. De hecho, es el presidente de la Asociación Industriales y Comerciantes de artículos para Caza y Pesca. Empezó en la actividad de chico y de abajo: yendo a pescar con su padre y asumió el comercio familiar cuando todavía estaba en la escuela.
En una entrevista con la revista AIRE LIBRE puso el foco en las dificultades del sector que se mueve al ritmo de la incertidumbre de la Argentina, respecto a la política cambiaria y al comercio internacional, aunque se mostró optimista para el futuro. Sobre todo, en lo que se refiere a las actividades al aire libre consecuencia del auge que tuvieron las mismas a raíz de la pandemia de Covid-19.
Y también anticipa que este año, la idea -si la pandemia lo permite- la Asociación volverá a las actividades que se venían realizando antes de que el coronavirus irrumpiera en nuestras vidas.
“Mi papá vendía artículos de pesca. Él falleció cuando yo tenía 16 años e hice lo que pude para continuar ese negocio, de manera medio improvisada, hasta que en 1991 empecé más formalmente y comenzamos a crecer”, cuenta.
Al principio, no era una empresa como tal. No tenía empleados. Iba a la escuela y seguía con las ventas que había heredado: “Me gustaba. Además, conocía a los proveedores y a los clientes, por haber acompañado a mi papá. Y al morir él, yo seguí a menor escala porque todavía estaba estudiando y ni siquiera tenía un auto”, resume.
De modo tal, que la pasión por la pesca va de la mano de esta historia personal que arranca en su niñez y con la que fue creciendo en edad y experiencia.
¿Cómo pasa de ser un apasionado a meterse en la industria?
Meterme fue casi natural. Ir a pescar empezó como un hobby más que como un deporte. Después, cuando me metí en la parte comercial, tras la muerte de mi papá, fue medio natural ir creciendo por ese lado. Lo terminé viviendo de otra manera. Sigo yendo a pescar, voy todas las veces que puedo. Pero fui perdiendo la pasión que tienen mis amigos, por ejemplo, que se vuelven locos por ir a pescar o por algún producto nuevo. Sucede que estoy todo el día metido en esto, así que esas ganas se me pasaron un poco. Me gustan los nuevos productos, renovar el equipo, pero no me vuelvo loco.
¿Y eso que pasó de tu padre a vos, sigue hacia tus hijos?
Ninguno de mis hijos es muy fanático de la pesca. A todos les apasionan las actividades al aire libre. De mis hermanos, el único que pesca y pescó fui yo, mi papá no nos obligaba a acompañarlos. Yo iba porque me gustaba. Y de mis hijos, a la del medio, es a la que le gusta pescar. De hecho, ahora (la entrevista se realizó a fines de enero) está en San Martín de los Andes pescando con mosca.
¿Vas a pescar con mosca?
Yo pesco con todo, también con mosca, bastante. Es un nicho dentro de la pesca, no es la parte principal de mi negocio ni de la pesca en general, pero es importante. Y año a año va creciendo. Es una actividad muy linda, de afuera parece sofisticada. Tiene mucha conexión con el medio ambiente. Y por el tipo de equipo que se usa, que te permite sacar peces más chicos, las cañas son más finitas. Con mosca podés pescar casi cualquier pez, pero nació para las truchas y es lo que más se saca. También podés pescar dorado, tararira, carpas. Hay un contacto más directo con el pez, las cañas son más pequeñas a diferencia de las cañas de río o las que vez en las playas en Mar del Plata, que son más pesadas. Es necesario una técnica especial e incluso hay cursos para este tipo de pesca.
De las primeras ventas a la empresa
¿Qué fue lo primero que comercializaron? ¿Recordás la primera venta?
¡Uy! Eso es re lejos – ríe-.En la época que acompañaba a mi papá, yo tenía unos 12 o 13 años, me acuerdo que me gustaba charlar con los clientes, el ambiente que había, pero no hubo una venta puntual que recuerde. Tampoco cuando empecé solo, que fue continuar el negocio.
¿Y el salto a importar, cómo y cuándo lo dieron?
Cuando empecé solo empezamos a importar productos o marcas que las pusimos en un buen lugar en el mercado. Eso fue en los 90. Por ejemplo, los anzuelos Mustad, una marca muy antigua que acá no estaba muy extendida. Y ya hace más de 30 años que estamos trabajando con ellos. Otro ejemplo, es Rapala, una marca de señuelos, la comercializamos desde hace más de 20 años. Son marcas que existían antes que nosotros, pero le dimos un vuelo acá que no tenían.
Hoy, ¿qué porcentaje es importado y qué porcentaje nacional?
Diría que hoy lo importado es el 90-95%. Lo único nacional es la plomada y hay una fábrica de nylon para las tanzas, en Chivilcoy. Todas las marcas locales terminaron cerrando. En algunos casos porque se murió el dueño y nadie siguió el negocio. Esto no es una cuestión de la Argentina. China y Oriente coparon todo el mercado. Lo mismo sucedió en los Estados Unidos y en países sin los problemas que los que tenemos acá. Las fábricas de cañas siguen siendo artesanales porque no hay máquinas de hacer cañas, se hacen a mano. Y contra los chinos no podemos competir. También teníamos tres o cuatro fábricas de reeles bastante grandes. Escualo sigue fabricando de manera muy artesanal: el dueño tiene unos 90 años junto a uno de los hijos. Hacen 20 reeles por mes. Y también algún señuelo.
¿Hay algún tipo de restricciones en estos productos importados?
Por ahora no hay restricciones en las importaciones. Tenemos los problemas que tiene la Argentina, que hoy comprás con el dólar a un valor y de acá a que vendas los productos y los cobres, no sabés cuál será el precio. Es la incertidumbre con la que vivimos. Los productos que traemos y tienen licencia, como los textiles, la incertidumbre es cuándo te lo entregan por las demoras que hay por una sobrecarga de pedidos. Me refiero a los waders, chalecos de pesca, camisetas térmicas, guantes, gorros, bolsos, mochilas, todo eso es complicado. Incluso algunas cajas o maletines de pesca.
En algún momento, exportaron. ¿Cómo está eso hoy?
En algún momento, exportamos. Había una fábrica de cañas, Zemple, que estaba en la provincia de Buenos Aires y hacían cañas de muy buena calidad. Las exportamos a Uruguay y algo a Estados Unidos. Era el año 2000, con la Convertibilidad y era un precio barato para ellos. En Uruguay seguimos vendiendo hasta hace poco. Cuando el dueño murió, que era el que tenía todo el know how, nadie siguió el negocio. Nosotros seguimos con la marca y ahora las fabricamos en China. Es la misma caña, con una calidad bastante parecida y un precio más barato. Estas cañas eran bastantes específicas, semi personalizadas, pero eso con China no se puede hacer. Lo que llevamos son los modelos más simples.
Viajás seguido a China, ¿qué nos podés contar de tus experiencias en ese país?
Viajo a China todos los años. El último viaje me quedó colgado desde febrero de 2020. Hay una exposición bastante grande que se hace en China todos los años que es adonde vamos. Me gusta ir a China, lo único complicado es el viaje, que es largo. Y cada vez es más fácil manejarte allá, básicamente en inglés. Los primeros años no fueron tan sencillos: no te podías tomar un taxi porque nadie hablaba inglés, la cartelería era toda en chino. En cambio ahora, ya tenés taxistas que hablan inglés y los carteles son bilingües. El primer año no había subtes, ahora hay. La feria se hace en Beijing, y a tres o cuatro ciudades en la costa, donde están todas las fábricas de cañas, en la provincia de Shandong. ahí se fabrica el 90% de las cañas, también hay otros productos. También fuimos a Shangai y a Taiwán.
Como parte de un sector que moviliza millones de argentinos y miles de millones de pesos, ¿cuáles son los principales inconvenientes que deben enfrentar las empresas hoy?
La incertidumbre respecto a la política cambiaria y al comercio internacional. Además, las fábricas tienen una sobredemanda y hay atraso en la producción a causa del Covid; sumado a los fletes que subieron astronómicamente y las demoras en el transporte en todo el mundo. Antes tardaban uno o dos meses; hoy, seis. Y por otro lado, las fábricas no toman pedidos a un año y para nosotros un año es mucho tiempo por todo lo que comenté antes sobre el dólar.
¿Qué debería venir de parte del Estado y qué de parte de los privados?
Creo que por parte del Estado, el cuidado de los recursos naturales, cuidar la caza y las pesca. Lo hace, pero se podría ejecutar de manera más eficiente. En La Pampa, la caza es un recurso importante. Incluso lo es para Parques Nacionales. Pero vemos que está subvaluado. Hay cotos de caza en La Pampa, Santa Fe y Córdoba, donde se cazan ciervos colorados y donde va a cazar gente de todo el mundo. Significa un montón de plata, pero es todo privado.
¿Cómo avizora el futuro, tanto de su empresa como del sector y del país?
Soy optimista por naturaleza. Y las actividades al aire libre han tenido un desarrollo bastante grande a partir del Covid, porque hubo un auge importante del glamping, el camping, la pesca. Soy optimista respecto al futuro para las actividades al aire libre en crecimiento, no solo acá sino en todo el mundo Se ve en todos los destinos turísticos hacia donde se movió la gente: San Martín de los Andes, el Chaltén, los Esteros del Iberá. Son lugares no tradicionales y tienen todas actividades al aire libre.
Volver a las actividades
¿Cómo, cuándo y por qué comenzó a formar parte de AICACYP?
Siempre es bueno tener alguna cámara o canal que nos agrupe para enfrentar los problemas que tenemos en común, y que al final son siempre los mismos. Es importante tener una representación para algún recurso que se quiera plantear. Particularmente, empecé a participar en comisiones y ahora soy presidente desde 2013.
¿Qué esperaba encontrar y qué encontró?
Como ya estaba participando en distintas comisiones y en Comisión Directiva, sabía qué nos encontrábamos y qué nos esperaba. Es una Cámara chica, empresaria y como en cualquier otra, hacemos todo lo que podemos, con los recursos que tenemos y el tiempo que podemos dedicarle.
¿A partir de cuándo se involucró en los quehaceres institucionales y por qué?
Empecé a involucrarme más que nada por la representación del sector. En 2013 había un cambio en la Asociación, cuando la parte de pesca y camping empezaban a tomar más volumen en socios y negocios, y la Cámara tenía que ir en ese sentido y un presidente que viniera de ese sector era importante. Igual, la parte de armería sigue siendo una parte muy importante para nosotros.
¿Qué le implicó ese desafío?
No sé si es un desafío, sí es una mayor responsabilidad. En el tema de las armas y la caza, me tuve que interiorizar.
¿Cómo está hoy AICACYP y cuáles son los proyectos futuros?
Los proyectos principales son los de promocionar las actividades que con estos últimos años de pandemia, algunas se dejaron de hacer. Me refiero a las reuniones y cursos. La idea es retomarlos, retomar las exposiciones. En noviembre hicimos una reunión de negocios que salió bastante bien. Pero tenemos que retomar estas rondas, acá y en el interior, porque todos estos encuentros nos ayudan a tomar el pulso real del sector. Es muy importante escuchar a los comerciantes de todo el país. Y por supuesto, realizar la Exposición, que es exclusiva para la industria, la más grande de América Latina, que este año es la número 22, en Costa Salguero. La idea es que la hagamos en septiembre y la lanzaremos ahora, en marzo. Otro tema es retomar la capacitación para el sector con los cursos, y volver a las actividades de promoción, como los concursos de tiro de aire comprimido para chicos o de pesca para chicos. No son competitivos sino que los hacemos para introducir gente a la actividad. Todo esto lo veníamos realizando prepandemia y queremos retomarlo, volver a una cierta normalidad. También seguimos participando en la Cámara Argentina de Comercio.
Gonzalo
- Edad: 55
- Estado civil: casado, con Verónica.
- Hijos: tres. Dos varones. Santiago, de 23, y Francisco, de 15. Y una hija, Catalina, de 21.
- Club de fútbol: River
- Cuál es su hobby dentro de las actividades del sector: pesca, trekking.
- Desde cuándo lo practica y cómo le surge: empecé a pescar con mi padre.
- Fuera del sector: me gusta viajar, sobre todo a destinos no tan tradicionales, con mucha naturaleza. Estuve en varios Parques Nacionales de Estados Unidos, Costa Rica, y en distintos lugares de África y en Nueva Zelanda. Y juego al fútbol un par de veces por semana.
- Cuál es su producto fetiche (como usuario): mi marca favorita es Rapala, sobre todo los señuelos.
- De qué marca es fanático: en cañas tengo varias favoritas, algunas Rapala, Five Star; en cañas de mosca, Sage, Hardy, Grey Gull. En reeles, Shimano, y en reeles de mosca, Hardy, Anzuelos Mustad y VMC.
- Su pesca más recordada: no sé si tengo una pesca más recordada, todas las salidas de pesca tienen algún condimento especial. Los viajes de pesca a la Patagonia son siempre buenos. Si tengo que elegir una, probablemente sea la que hice en Los Roques, Venezuela.
- El lugar del mundo más extraño donde pescó: en Colombia, en la selva, en la frontera con Venezuela. Pescamos tucunaré en una comunidad indígena, a dos horas de lancha del pueblo más cercano.
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