Un Mendocino suelto en Aspen
Nacido y criado en tierras cuyanas, hace unos años Andrés Martínez Giardini, transformó su pasión en trabajo y luego del perfeccionamiento en Las Leñas, desde hace varias temporadas es instructor de esquí en Aspen, uno de los centros más importantes del mundo. Además, lidera el team argentino que en abril competirá en el Mundial de esquí sincronizado. Una historia de vida, siempre al aire libre.
Probablemente cuando Andrés (30) transitaba los pasillos de la Universidad pensando en convertirse en Ingeniero Agrónomo, no imaginaba que unos años después el destino lo llevaría a vivir de su otra pasión: el esquí. Y mucho menos que lo haría como instructor en Aspen, uno de los centros más famosos del mundo por el que desfilan famosos, actores y millonarios de manera cotidiana. A decir verdad, quizás en algún rincón de sus fantasías anidaba la posibilidad, ya que en su familia abundan los Ingenieros Agrónomos, pero absolutamente todos, esquían.
“Siempre practiqué muchos deportes, pero con el que más identificado me sentía era con el esquí. No sólo por el deporte en sí mismo, sino por todo lo que representaba: estar en el medio de la naturaleza, entre montañas y disfrutando en familia”, cuenta el instructor Nivel 3 (el más alto de certificación internacional), desde su casa en un complejo de departamentos llamado Burlingame ubicado frente a Buttermilk Mountain.
¿Cómo pasás de la agronomía a las pistas como profesional?
Claramente siempre me gustó el aire libre y estar en contacto con la naturaleza. Pero en 2016 cuando ya estaba terminando mi carrera universitaria me empecé a preguntar qué sería de mi futuro y lo que realmente quería hacer. En paralelo y seguramente no por casualidad, me puse a averiguar cómo hacer para ser instructor de esquí. Una amiga que trabajaba en Las Leñas me contó que dando un exámen, de aprobarlo se podía dar clases durante la temporada a los más chiquitos. Lo hice y así empecé. Luego, con lo que tenía, me anoté en el curso de Instructor que tiene tres niveles que se pueden ir rindiendo año tras año. El tercero y más importante tiene validez internacional y te habilita a dar clases en cualquier centro de esquí del mundo.
Ese no debe ser un proceso ni sencillo ni rápido…
No, totalmente. Sin dudas requiere de esfuerzo, tesón y persistencia. Pero soy de los que creen que cuando algo se desea y se pone como objetivo, hay que dar todo hasta lograrlo. La alegría que sentí al conseguir ese nivel 3, fue única.
¿Cómo te transformaste en Instructor en Estados Unidos?
Luego de esa primera experiencia en Las Leñas, seguí trabajando y perfeccionándome por varias temporadas más. Mientras cursaba el nivel 1, una amiga me comentó que trabajaba para una empresa encargada de llevar gente de Mendoza y otras provincias, a trabajar a Estados Unidos bajo un programa llamado Work and Travel, destinado a jóvenes estudiantes que durante el periodo de vacaciones, se van a trabajar a EEUU para hacer una experiencia laboral y poder viajar. Me interesó tanto la propuesta que no pude decirle que no. Después de cursar y aprobar mi primer nivel como instructor, y de mucho papeleo, obtuve la visa para poder trabajar en un centro de esquí llamado Northstar, ubicado en la zona de Lake Tahoe, California. Esta fue mi primera experiencia en EEUU, no solo trabajando sino esquiando en otro lugar que no fuese Mendoza o Portillo (Chile), cumpliendo uno de los mayores sueños como esquiador. Fue una experiencia de 4 meses llena de anécdotas y conociendo gente de todos lados.
¿Y la llegada a Aspen?
Al invierno siguiente (2017), mientras trabajaba en la temporada de invierno en Las Leñas y cursaba el nivel 2 de instructor, un gran amigo me dijo: ¿por qué no te venís conmigo a Aspen? Obviamente ni lo dudé… Hice una entrevista con su coordinadora y quedé contratado. No lo podía creer y mi familia tampoco. Era como una especie de sueño hecho realidad. Al terminar la temporada en Las Leñas, y un curso aprobado, partimos hacia Aspen. Cuando llegue a esta hermosa ciudad, no lo podía creer, todo era perfecto, todo funcionaba bien, y a pesar de que no era la mejor temporada en cuanto a nieve, pude esquiar en un paraíso.
Más allá de lo evidente, ¿con qué te encontraste a diferencia de Argentina?
Todo era perfecto, el trabajo, la montaña, el clima, los compañeros y los supervisores, jefes, coordinadores. Todo estaba pensado, nada estaba dejado al azar. Cuando digo que es una de las mejores empresas del mundo para trabajar, no miento. Desde el primer día te hacen sentir parte del equipo, de la gran familia, confían plenamente en tu experiencia y te ayudan en lo que sea, hasta el mismo CEO. Recuerdo una cena de empleados que había organizado la empresa, a modo de bienvenida, en la que el CEO de la empresa nos servía el postre y luego pasaba limpiando las mesas. Sin palabras para una primera temporada, de muchas por venir.
¿Qué pasó con la pandemia?
Yo seguí yendo a Aspen todos los años y a Las Leñas a mi regreso. Así fue que terminé de cursar el nivel 3 de AADIDESS. Esa era mi rutina anual. Así que estaba en Aspen en diciembre de 2019 y se comenzaba a hablar de un virus que había aparecido en China, pero eran solo rumores y nada preocupante. Hasta que llegó el mes de Marzo y de un día para el otro, todo el mundo empezó a preocuparse cada vez más. Muchos compañeros de trabajo cambiando pasajes para volverse, reservas de hoteles y clases canceladas, poca gente en la montaña, pero sin novedades de la empresa. Hasta que llegó la noticia menos esperada y deseada: Aspen decidía cerrar las puertas debido al COVID. ¿Y ahora qué hacer? ¿Quedarse en Aspen y esperar a que todo pase o cambiar el pasaje para el primer vuelo que salga y volver con la familia y amigos para estar en mi país? La segunda opción fue la que elegí.
¿Cómo te sentiste de nuevo en Mendoza?
Después de 4 años de idas y venidas, y de 8 inviernos consecutivos, inesperadamente llegaba el momento de frenar los esquíes un tiempo. Sin ningún plan en mente, y con un panorama poco alentador en cuanto a viajes y trabajo, me tocó disfrutar de Mendoza, mi familia y amigos. Para colmo, cuando creía que llegaba la posibilidad de regresar a dar clases a Aspen, el Gobierno de Estados Unidos decidió cancelar todas las visas de trabajo, así que no quedaba otra que… pasar un verano después de una eternidad!!
Y además de disfrutar, despunté a modo de hobbie mi profesión y, junto a unos amigos, decidimos hacer nuestro propio vino: Novato.
Para el invierno 2021, como el panorama era dudoso en Las Leñas, con varios instructores nos subimos a un auto y nos fuimos a Bariloche a probar suerte en el Cerro Catedral, que increíblemente, no conocíamos. Temporada en Catedral y de nuevo a soñar con volver a Aspen. Papeles, entrevista en la Embajada en Buenos Aires y todo listo para la temporada 21/22. Ahora estoy en la montaña que tanto amo, desde el 4 de diciembre.
¿Y cómo se dió lo de armar un equipo argentino para competir en el Mundial de esquí sincronizado?
Es que luego de varios años y como extra del trabajo, me tentó la posibilidad de participar en el Mundial que se lleva a cabo en Aspen Mountain del 7 al 9 de abril. Y como es por equipos, qué mejor que armarlo con amigos argentinos. Dicen que los antecedentes nos juegan a favor porque hace unos años hubo un equipo argentino que ganó varias ediciones, así que por eso decidimos ponerle Argenteam.
La competencia es muy intensa y al mismo tiempo nos divierte mucho ya que se realiza entre equipos de distintas nacionalidades. Por suerte contamos como entrenador con un compatriota de los que en su momento integró el equipo ganador. Quién sabe, a lo mejor, hasta nos volvemos de Aspen levantando una Copa del Mundo.
Impactos: 47