La Pampa tiene 15 mil ciervos
La reserva provincial de La Pampa cuenta con 7.600 hectáreas protegidas y según el Senasa es el segundo distrito del país con un rodeo 15.028 ciervos colorados. Un tercio de los 45.904 venados del país son pampeanos.
En el rubro industrialización La Pampa hizo podio con el 19% de la faena, es decir 414 animales año, después de Buenos Aires, que detenta el 49% de la faena (785) y Río Negro 32% (513). La colocación del venison (carne), velvet (cornamenta en crecimiento) y el cuero en el extranjero permite acceder estratégicos mercados como Alemania, Suecia y EEUU.
La ganadería de ciervos significa para la provincia una no tan vieja actividad productiva, ya que se inició en 1984 (Decreto 3319/84), con el Proyecto de Aprovechamiento del Ciervo Colorado. En la actualidad su aprovechamiento alcanza a más de siete criaderos en distintos departamentos (4 en Utracán, y 1 en Catriló, Guatraché y Toay respectivamente) con un rodeo oficial de 15.028 cabezas sobre un total nacional de 45.904, sólo por detrás de Buenos Aires que detenta 18.516 animales.
De igual forma también La Pampa ocupa la segunda plaza, después de las bonaerenses, en cantidad de Unidades Productivas (UP) que sirve para conocer estadísticas sobre identificación de los titulares dominiales, cantidad de cotos de caza y la cantidad de criaderos.
La Pampa tiene 120 UP sobre 549 en todo el territorio nacional y junto a Buenos Aires tienen en conjunto más del 73% del rodeo del país.
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Si bien el ciervo colorado vive en estado silvestre en una vasta área del caldenal, se traslada estacionalmente hacia muchos otros bosques de caldén (fachinales, pastizales naturales) encontrando allí sus alimentos de subsistencia, protección y desarrollo de sus hábitos sociales en el centro-este de La Pampa.
La ganadería de ciervos es fuente de producción diversificada de carne, velvet, reproductores y subproductos. Presenta, con respecto a las producciones ganaderas tradicionales, notables diferencias derivadas del comportamiento social de la especie, de su rusticidad y de su condición de animal silvestre.
Dado el alto contenido en proteínas y bajo en grasas y energía, la carne de ciervo es muy buscada por consumidores que prefieren una alimentación más saludable, disminuyendo al máximo la ingestión de colesterol. El ciervo colorado pampeano muestra un alto rendimiento carnicero (peso res/peso vivo), fluctuando entre el 54 al 57% según la edad del animal, mientras que en el bovino es del 50%, lo que sumado a una mayor proporción carne/hueso (5,2 en el ciervo y 4,4 en el bovino), lo hace mucho más eficiente como productor de carne respecto a dicha especie tradicional.
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Con respecto al Velvet, que es la cornamenta del ciervo en estado de crecimiento, su producción requiere que el corte se realice antes que la cornamenta se osifique completamente y la cantidad de velvet a obtener por corte depende de la edad del animal.
Medicinas
Este producto es muy utilizado en muchos países orientales para la elaboración de compuestos medicinales (tónicos y reconstituyentes). Si bien el precio internacional del velvet es muy fluctuante, lo cual influye sobre el mercado del venison (carne), dado que cuando el precio baja, mayor cantidad de machos son destinados a faena y por el contrario, cuando éste sube, aumenta el stock velvetero y por lo tanto la oferta de machos para faena.
La Pampa también comercializa órganos y glándulas como los testículos, cola, sangre, corazón, hígado y placenta. El cuero del ciervo colorado es otro producto muy apreciado por el mercado internacional dada su gran elasticidad y suavidad. La calidad de la fibra varía como consecuencia de las cicatrices producidas por las peleas y las napas de mayor calidad provienen de ciervos de seis meses a dos años.
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