Leonel Brahin se consagró campeón mundial
El Santafesino de 23 años se consagró como el mejor tirador a la hélice del mundo en Italia.
“Cuando empezó a sonar el himno, la bandera argentina que se elevaba y los fuegos artificiales de fondo, me quebré. No sentía que fuera yo el que estaba viviendo ese momento”, cuenta Leonel Brahin, el joven tirador de Villa Cañás campeón mundial de tiro a la hélice en Messina, Italia. Lo cree y a la vez no.
Lo cree porque se prepara para eso desde que tiene 7 años. “Mi sueño máximo siempre fue ser campeón mundial en mayores y lo logré”, dice Leo, de apenas 23 años y una carrera enorme por delante. No lo cree porque se siente en una especie de “tercera persona” al momento de la premiación, que comparte con dos italianos bastante mayores que él en el podio. Leo ya cumplió su sueño, pero ante la pregunta de cuál es su próximo-máximo objetivo no duda en responder: “El próximo Mundial de Río Cuarto el año que viene”.
El campeonato del mundo que se llevó a cabo en Messina, ciudad portuaria al noreste de la isla de Sicilia, que recibe las aguas de los mares Mediterráneo, Tirreno y Jónico, quedará guardado para siempre en la memoria de Leonel, quien ya había sido campeón mundial, pero en categoría junior.
Paciente, como debe ser un buen tirador, supo corregir y ajustar algunos detalles entre los torneos previos y el campeonato mundial para alzarse con el máximo galardón con puntaje perfecto: 30 impactos de 30. “Gana el que no se equivoca nunca o el que falla último”, aporta, dejando entrever el altísimo nivel de esta competencia.
El torneo
El Mundial organizado por la Federación Internacional de Tiro con Armas Deportivas de Caza duró dos días (10 y 11 de septiembre), en el que cada tirador debía desempeñarse en distintas canchas, denominadas pedanas, ejecutando tres tiros con una escopeta, a hélices que eran lanzadas para cualquier lado y a distinta velocidad. La distancia de impacto era de 35 metros aproximadamente.
A pesar de sus 23 años, Leonel cuenta con varios títulos a nivel nacional, continental y mundial, tanto en junior como ahora en mayores. “Ahora quiero ganar el próximo Mundial”, dice este fanático de la pesca, que reconoce tener ciertos “rituales y cábalas” que repite en cada competencia para mantenerse concentrado y enfocado en el objetivo.
Cuando dejó Villa Cañás rumbo a Italia no imaginó lo que vendría después, a pesar de sentir que podía lograrlo. Al momento de su vuelta, lo recibieron su familia, amigos y toda una ciudad, que envuelta en orgullo reconoció a “su” campeón mundial.
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