Búfalos en Argentina
En el país existen unos 200.000 animales de esta especie criados para producción ganadera y mejora genética, y otros cimarrones libres en algunos campos.
POSADAS.– El búfalo que atacó al cazador mexicano Mario Alberto Canales Najjar es un cimarrón y no un animal que se cría con los cuidados propios de un ejemplar destinado a la producción ganadera, explicaron a LA NACION diversos especialistas.
El cimarrón es un animal que en un primer momento fue domesticado, pero luego o bien porque se escapó o bien porque sus dueños decidieron liberarlo, terminó deambulando en libertad por grandes campos con pastizales suficientes para su alimentación.
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Para casi todos los expertos en ganadería consultados por LA NACION, el búfalo cimarrón representa un peligro.
“Son ejemplares peligrosos que andan sueltos, lo mismo sucedió con los chanchos; en Corrientes hay muchos sueltos y su caza está permitida porque son una plaga”, advierte Gabriel Montiel.
Montiel es representante de la Sociedad Rural para el distrito 8, que aglutina a las provincias de Corrientes y Misiones, donde se crían muchos búfalos para aprovechar la carne.
En la Argentina hay un rodeo de unos 200.000 búfalos, de los cuales la mayoría están en Corrientes (50.000) y Formosa (45.000); el resto se divide entre Córdoba, Santa Fe, Misiones, Santiago del Estero y Entre Ríos.
“Hay un total de 250 criadores de búfalo, cifra que aumenta poco a poco, ya que, a comparación de la vaca, el búfalo tiene mayor rendimiento a nivel monetario. El búfalo vive veinticinco años y da dieciséis crías, mientras que la vaca vive diez y da entre cinco y seis crías”, señalaba tiempo atrás a El Cronista, Carlos De Llano, director de la Asociación Argentina de Criadores de Búfalo
Las provincias del norte son las adecuadas para esta actividad ya que sus campos tienen áreas encharcadas o pantanosas, ambiente ideal para que subsista este animal. El búfalo necesita el agua para regular su temperatura corporal debido a que tiene 150 glándulas sudoríparas en un centímetro cuadrado de piel, mientras que la vaca tiene 1500.
Carne y leche
Los búfalos se crían en todo el mundo con el doble propósito de explotar la carne y la leche.
La carne de búfalo contiene mayor cantidad de minerales como el hierro y menor porcentaje de grasa y calorías que la vaca, debido a las enzimas que se encuentran en su aparato digestivo, las cuales transforman la pastura que come el animal en proteína pura.
Incluso en algunas zonas del país a la carne de búfalo se la vende como “novillito”. De ahí el dicho: “El búfalo nace como búfalo, se cría como búfalo y muere como vaca”.
Además, se está logrando una producción por búfala de tres litros de leche por día, con la posibilidad de agregarle valor a través de productos elaborados como quesos, y con potencial de exportación.
Son mansos si se los sabe cuidar
Sin embargo, los especialistas advierten que los búfalos son mansos si se los cría con cuidado y las atenciones adecuadas.
Nilda Silva es un testimonio viviente de esta mansedumbre del búfalo. Hace siete años vivía en la Capital y no sabía nada de campo hasta que heredó uno en su Corrientes natal y decidió iniciar la aventura de vivir en medio de “la nada” y aprender de cero todo sobre estos animales, a los que decidió dedicarse.
Con gran pasión y en pocos años se convirtió en una de las mayores especialistas en búfalos del país y su campo, en lugar de dedicarse a la explotación de la carne, se dedica a la mejora genética.
Maneja un centro de reproducción, el Centro Integral de Inseminación Artificial Bubalino (Ciiab), y vende semen a otros productores de la Argentina o el exterior.
Silva reintrodujo el búfalo en la Exposición Rural de Palermo tras 20 años de ausencia, garantizando que este animal no iba a generar incidentes y sin necesidad de ninguna sedación.
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En la página de Facebook del Ciiab se puede ver a Silva y también a otros visitantes a su campo abrazando a los ejemplares. “Los búfalos entienden todo, reconocen tu voz, cómo se los llama a cada uno, son muy inteligentes”, repite.
Sin embargo, aclara Nilda, no ocurre lo mismo con los búfalos cimarrones. “Son como los perros cimarrones, que andan en manada y pueden ser peligrosos como los lobos”, señala.
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