Masacre de surubíes en plena veda
Por: Gustavo Raffin – ReconquistaHOY
Personal de Prefectura Reconquista que realizaba patrullajes, a la altura del km. 951, interceptó un automóvil Volkswagen Surán, matrícula OWE727, en cuyo baúl, dentro de bolsas, transportaban 29 piezas de surubíes, infringiendo la Ley Provincial de Pesca N° 12212/2003.
Vale remarcar que está en curso la veda de pesca para permitir la reproducción de esta especie.
Se puso en conocimiento del hecho al fiscal de turno, Dr. Alejandro Rodríguez, quien ordenó que finalizadas las actuaciones, las mismas sean entregadas a la Guardia Rural Los Pumas.
En cuanto a las especies, quedaron a disposición de Fauna y Flora local para su desnaturalización.
Sergio Ferragut, 50 y Daniel Aranda, 46, son las dos personas que se desplazaban en el automóvil que transportaba el resultado de la masacre, en plena veda.
Cuando el riesgo para el depredador es solamente perder lo que no es de él (los peces muertos en este caso), queda claro que no hay una verdadera vocación política para cuidar la vida en el río. La muerte ya se produjo y hay más muerte en curso, porque las mallas siguen colando el río; y mientras tanto, los políticos seguirán diciendo que velan por el cumplimiento de la veda, que aman el río y valoran la naturaleza. Lo escuchamos desde hace décadas, desde cuando la vida era mucho más abundante.
Mirá también este informe especial: La pesca comercial en aguas fluviales
Mientras los recursos ícticos están cada vez más diezmados, los políticos demoran el proceso de cambio. No hubo ni hay planificación. Rige la inercia. De haber empezado hace 20, 10, 5, ó hace 2 años, ya hubiéramos avanzado. Nada de eso, seguimos para atrás, gana la muerte, se pierden los recursos.
La vida en el río es la oportunidad de trabajo para todos.
El turismo es la respuesta.
Ahí debe aparecer el incentivo para las inversiones que permitirán la reconversión laboral de los que hoy matan a los reproductores. Ellos deben ser parte de un futuro mejor, también para ellos, para todos, con turismo, con vida.
Esa gente que tanto conoce el río, debe ser la que enamore del Jaaukanigás a los turistas, los que los atiendan, los que brinden los servicios de toda esa industria que tanto potencial tiene en nuestro Sitio Ramsar, reconocido mundialmente por la cantidad y variedad de especies.
La Pesca a lo largo del río Paraná. Un ambiente, muchos reglamentos, poca coherencia.
Entendemos que el cambio debe ser un proceso para que los que viven de este recurso se vayan reconvirtiendo hacia el turismo.
Los vemos sufrir en invierno, cuando recogen las redes y el agua los recorre desde el pecho y los mata el frío. También en los veranos, cuando el sol los mata de calor; y sus familias en sus casas, sin cubrir las necesidades básicas. Todos pierden.
Hay que trazar un plan de reconversión definitiva, y desde la acción política se lo debe favorecer.
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