En Barranqueras, Chaco, bajó a menos de un metro y encendió la luz roja
Impacto en la navegabilidad -habilitada solo para embarcaciones pequeñas-, la pesca y la potabilización del agua. Hay 85 centímetros en Barranqueras y continuará en descenso.
El escenario de bajante pronunciada que se registra en el río Paraná y sus brazos desde el mes pasado preocupa por las consecuencias diversas que puede tener este ciclo que comenzó en el verano de 2019.
Con la bajante, la aparición de bancos de arena en el cauce del Paraná incrementa las dificultades para la navegación.
La escala hidrométrica del riacho Barranqueras pasó de los 116 centímetros que marcó el miércoles 4 a solo 85 en la jornada de ayer domingo, y se espera que durante todo enero la tendencia siga constante.
Roberto Benítez, administrador del puerto, ante la consulta periodística indicó: “Seguimos con mucha atención y día a día la evolución del caudal del río. El cambio fue muy brusco, dado que en noviembre teníamos valores muy cercanos a los cinco metros, que permitieron incluso la salida de un embarque de Colono, y en menos de 60 días estamos en 80-90 centímetros y con perspectivas de que descienda un poco más. Como no es difícil imaginar, en estas condiciones la navegabilidad se resiente por completo, al punto de que queda descartado el tráfico de barcazas -incluso las areneras- hasta que no se recupere la línea del metro y medio por lo menos. Y como siempre, pedimos a la población en general extremar los recaudos para la navegación deportiva en estas circunstancias”.
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Respecto del plazo esperado para que se regularice la situación, Benítez dijo que “los pronósticos señalan la posibilidad de lluvias importantes para fines de febrero y principios de marzo. Igualmente lo que define el aumento del caudal en nuestra zona son las precipitaciones que se registren en la cuenca alta del Paraná, esto es en el sur de Brasil, y eso es lo que monitoreamos con sumo interés”.
Cuatro veranos de bajante pronunciada
Lo que hace observar con preocupación este ciclo es que se han producido bajísimos guarismos en los últimos cuatro años consecutivamente. A modo de ejemplo, el registro histórico de la Prefectura Naval Argentina señala que el 13 de enero de 2022 Barranqueras marcó apenas 7 centímetros.
Como se ven afectados todos los tramos del río en nuestro país, el Instituto Nacional del Agua (INA) optó por establecer un apartado dentro de su sitio web dedicado exclusivamente a ‘la bajante extraordinaria del Paraná‘.
Allí se puede consultar el pronóstico semanal para los tramos superior (desde Puerto Iguazú hasta Corrientes), medio (desde Corrientes hasta Rosario) e inferior (desde Rosario hasta la desembocadura en el río de la Plata).
La Pesca a lo largo del río Paraná. Un ambiente, muchos reglamentos, poca coherencia.
Para nuestra región, de acuerdo con las proyecciones meteorológicas continuará el descenso.
Y en lo relativo a cuándo podría revertirse esta tendencia, advierte que ‘si bien las condiciones son en general mejores que las observadas en 2020 y 2021, la perspectiva climática aún no permite establecer un límite temporal del escenario de aguas bajas predominantes iniciado en marzo de 2020‘.
Los malloneros seguirán con la pesca en esta zona
En contacto con NORTE, Walter Barrios, de la Asociación de Pescadores del Chaco (Asopecha), comentó que a raíz del acuerdo al que llegaron con los gobiernos del Chaco y Corrientes para regular la actividad en ciclos de bajante extrema como el actual, la disposición 584/21 de la Subsecretaría de Ambiente y Biodiversidad provincial establece la prohibición de pesca comercial los sábados y domingos, y la habilita el resto de la semana.
“A raíz de los conflictos que generaba esta situación, se creó en abril de 2020 la Mesa de Monitoreo de Pesca, integrada por el organismo de aplicación de la ley de Pesca, el Instituto de Ictiología del Nordeste, la Administración Provincial del Agua, las asociaciones de pescadores comerciales, las de pescadores deportivos y guías de pesca del Chaco. En junio de 2021 y tras las evaluaciones socioeconómicas, hidrológicas y ambientales, se dio un marco a la actividad para adecuar, de forma excepcional, el esquema de pesca correspondiente al umbral del río por debajo de los dos metros de altura”.
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Añadió que de “ninguna manera, como erróneamente se cree, con estos registros del río se promueve la depredación indiscriminada. El pez, como la naturaleza, es sabio, y ante la bajante y el aumento de temperatura del agua en esta época del año busca las profundidades. Además la misma resolución habilita la captura comercial solo y exclusivamente en las zonas conocidas como ‘canchas de pesca’, que figuran en el registro de la Dirección de Áreas Protegidas y Biodiversidad”.
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