El castillo en el que se puede dormir y está oculto en un magnífico paisaje
En el corazón del Valle de Punilla, se esconde esta joya arquitectónica llena de historias. El lugar funciona como hotel, los huéspedes pueden disfrutar en los elegantes ambientes con un estilo único de los años ’30.
11 de abril de 2023. Los castillos siempre fueron un gran atractivo tanto para turistas como para los locales. Sus majestuosas construcciones y las historias que esconden sus jardines y habitaciones son un imán para los visitantes.
En las Sierras de Córdoba, rodeado por un hermoso paisaje, se encuentra una de las construcciones más imponentes de esta provincia. Un lugar que, además de un interesante diseño arquitectónico, cuenta con una particular historia, llena de leyendas. Se trata del conocido Castillo Mandl, el cual abre sus puertas como hotel.
Este lugar fue construido por el arquitecto Emilio Maissonave a pedido del médico rosarino Bartolomé Vasallo, con el fin de ser utilizado como residencia veraniega, en 1930. Por aquel entonces todos lo llamaban “el Fuerte”, u estructura ostentaba torres, contrafuertes, almenas, un cañón de utilería que custodiaba la entrada, y un busto en tamaño natural de Edelmira Quintana, la mujer del médico.
Una década más tarde, este castillo pasó a pertenecer al aristócrata austríaco Fritz Mandl, quien había desembarcado en la Argentina buscando refugio de la peligrosa Europa. Dueño de un espíritu de vanguardia, Mandl llevo a cabo una remodelación plena de modernismo para la época.
Sus interiores tienen, el inconfundible sello del diseñador francés Jean Michel Frank, cultor del minimalismo en el siglo XX, de Diego Giacometti y mobiliario de la prestigiosa Casa Comte. Así, fueron eliminados los elementos que lo caracterizaban como una fortaleza más que como una residencia, y se logró un estilo muy particular y de avanzada para los años 40. A partir de entonces lo visitaron numerosas personalidades europeas: nobles, políticos y militares pasaron temporadas allí mientras su dueño permaneció en el país.
En 1977, Mandl falleció y el castillo permaneció cerrado durante varias décadas. Hasta que se decidió restaurarlo y poner en valor cada uno de sus ambientes. Desde diciembre de 2006, se ha transformado en una residencia que ofrece a sus huéspedes participar del encanto del lugar a través de su espléndida arquitectura, y de la calidez de sus ambientes.
Dormir en un castillo
Este sitio, ubicado en La Cumbre, es ideal para aquellos que buscan un espacio de descanso en medio de la naturaleza, y eligen disfrutar de cada uno de los rincones, con una excelente gastronomía e innumerables actividades al aire libre.
El castillo cuenta con 13 elegantes y confortables suites. En estas habitaciones han pasado, a lo largo de los años, personalidades históricas y de la nobleza. Cada habitación es singular en su mobiliario, disposición y estilo, así, el ambiente que se logra se acerca mas al de una residencia privada, en la que cada espacio tiene su propio lenguaje.
El Castillo de Mandl está rodeado de un hermoso paisaje del Valle de Punilla. Es por eso que, como parte del descanso, existen diversas actividades para disfrutar del aire libre y ponerse en pleno contacto con la naturaleza. Trekking, cabalgatas, bicicleta y parapente, son algunas de las opciones que el visitante podrá disfrutar durante su estadía.
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