Cinco opciones para disfrutar en cualquier momento del año
Seis de cada diez argentinos realizan actividades de esparcimiento al aire libre. El dato surge de la primera encuesta nacional realizada por la Consultora Julio Aurelio (Aresco), y encargada por de AICACYP, la Cámara de la Industria del Aire Libre.
Mayo.2023. Sea un fin de semana largo -como el próximo del 25 de mayo- o cualquier otro momento del año, dentro de los planes en el destino elegido se suelen incluir los atractivos clásicos.
Para quienes buscan experiencias diferentes en cada lugar, con un gran plus de aventura, la geografía de Argentina ofrece muchas alternativas.
Aquí, cinco sugerencias llenas de vértigo, adrenalina y diversión en algunos de los increíbles paisajes naturales del país.
1. Vuelo en parapente (Mendoza)
Uno dice “Mendoza” y lo primero que piensa es en una imagen de un viñedo o una visita a una bodega, con la Cordillera de los Andes como telón de fondo.
Pero Mendoza también es sinónimo de aventura. “Una de las experiencias más novedosas y audaces que eligen los visitantes es el vuelo en parapente sobre la ciudad que regala panorámicas extraordinarias de las cumbres y su entorno”, aseguran en Civitatis, empresa de comercialización de visitas guiadas, excursiones y free tours en español.
La propuesta incluye traslado desde el hotel, travesía en vehículo 4×4 hasta el Cerro Arco -a 1.650 metros de altura en las afueras de la capital- y, una vez en la cima, está todo listo para volar. Un instructor marca las pautas básicas de seguridad para luego calzarse los cascos, arneses y el resto del equipo reglamentario para lanzarse a la aventura. El vuelo se realiza en parapentes biplazas manejados por el instructor. La actividad dura 20 minutos aproximadamente con regresa al mismo punto de partida.
2. Lancha rápida bajo las Cataratas (Puerto Iguazú, Misiones)
Las Cataratas del Iguazú tienen un magnetismo especial y todo el año es un buen momento para escaparse a visitarlas.
La potencia de los saltos de agua -especialmente la Garganta del Diablo- y el entorno selvático generan una postal maravillosa.
Más allá de recorrer las pasarelas y detenerse a cada paso en busca de la mejor foto, una opción muy divertida es un recorrido por la selva en un vehículo 4×4 y la navegación en lancha rápida hasta la caída de alguno de los saltos más altos de la catarata. Un final bien empapado.
3. Canal Beagle desde el cielo (Ushuaia, Tierra del Fuego)
La capital de Tierra del Fuego está enclavada en un valle rodeado por la Cordillera de los Andes y el Canal Beagle, que en otoño luce un abanico de tonalidades sorprendentes en sus paisajes.
Una alternativa fuera del circuito clásico es un paseo en helicóptero para sobrevolar la ciudad, el canal, los valles, la laguna Esmeralda y la Cordillera de los Andes, entre otros enclaves fabulosos. La propuesta contempla tres opciones diferentes según el tiempo de vuelo: 7 minutos, 15 minutos y media hora. El último, por ser el más extenso, tiene como gran plus de aterrizar en la cumbre de las montañas y hacer allí un brindis con champán.
4. Kayak frente al glaciar Perito Moreno (El Calafate, Santa Cruz)
Los imponentes bloques de hielo del glaciar Perito Moreno son una muralla de líneas irregulares a lo largo de cinco kilómetros con picos de más de sesenta metros de altura, que convocan visitantes de todo el mundo.
En la zona hay varias propuestas: desde contemplar el glaciar caminando por las pasarelas hasta hacer un minitrekking por la superficie.
Una excursiones para audaces es la salida en kayak que permite disfrutar de esta maravilla natural de una manera única. “Una vez dentro del parque, los participantes reciben el equipo con el traje térmico reglamentario para no pasar frío y una breve clase teórica de remo a cargo de instructores especializados, seguida de las normas básicas de seguridad. Tras esta previa, los aventureros podrán subirse a los kayaks y navegar el Lago Argentino con la incomparable escenografía del glaciar entre impactantes témpanos de hielo”, explican en Civitatis.
La experiencia dura una hora y media y finaliza con una bebida caliente en una cabaña para reponer energías y un par de horas libres para recorrer los alrededores.
5. Buceo en el lago Moreno (Bariloche, Río Negro)
Bariloche es una de las puertas de entrada a la Patagonia.
Para quienes buscan una excursión fuera de lo tradicional, el buceo de bautismo en el lago Moreno podría cumplir el sueño de muchos de iniciarse en este deporte. Y hacerlo en un entorno privilegiado como las aguas cristalinas de este destino. “La actividad está dirigida a quienes no tienen ninguna experiencia previa en submarinismo” dicen en Civitatis.
Y agregan: “Se lleva a cabo a orillas del lago Moreno, junto al puente del Circuito Chico, donde los buzos principiantes reciben una breve clase teórica a través de la cual les enseñan a manejar el equipo completo para la práctica, -que incluye tanque, trajes de neopreno, visores y aletas- así como también identificar las señales de comunicación bajo el agua y conocer las nociones básicas de seguridad”.
Bajo el agua, se disfruta de un sorprendente ecosistema submarino en donde los protagonistas son peces y diferentes plantas acuáticas. La actividad dura dos horas aproximadamente. La propuesta también está disponible para buzos experimentados que cuenten con el carnet habilitante de buceo (PADI Open Water, One Star Diver, PADI Rescue Diver o similar).
CLARIN
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