Brilloni se quedó sin brillo

Señor Ministro: la culpa es de los delincuentes, no de las armerías, los legítimos usuarios o las entidades de tiro.

Por Guillermo C. Muttoni

1 de junio de 2023. Las recientes declaraciones del Ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fé, Claudio Brilloni, cada vez suenan más alejadas de la realidad. Posiblemente en busca de encontrar algún chivo expiatorio vuelve, una vez más, a proponer cazar en el zoológico. Pero sería bueno que supiera que los zoológicos prácticamente ya no existen ni están allí los responsables del desastre de inseguridad que asola a su provincia.

Luego de contabilizar 32 homicidios sólo en la ciudad de Rosario y sólo en el mes de mayo, dice Brilloni públicamente (y sin que se le caiga la cara), que las armas provienen de las armerías y de los legítimos usuarios a quienes habría que controlar aún más.

Dijo el Ministro de Seguridad (o de INSEGURIDAD), textualmente: “Se deben hacer controles en esos locales y a personas que sean legítimas usuarias, realizar inspecciones a los polígonos de tiros y a aquellos armeros que hacen recarga de municiones, porque también hay que controlar las balas. Si pudiéramos evitar que las municiones pululen por las calles de Rosario, seguramente los delincuentes no van a tener el insumo necesario para hacer los disparos que terminan con las vidas de las personas”.

Ahora resulta que las armerías que tienen absolutamente todo su stock declarado y en línea para cualquier consulta o control que se les quiera hacer, deben ser aún más controladas. ¿Por quién, por los funcionarios policiales, provinciales o municipales? Van a poner un auditor en cada comercio? Van a ir casa por casa de los legítimos usuarios para ver qué tienen o cómo usan el material? ¿Van a participar de las actividades de un polígono contando balas?.

Por otro lado, estadísticamente las armas secuestradas por las fuerzas, no fueron ni vendidas ni adquiridas en las armerías, provienen de otras fuentes y nunca de los canales que el ministro quiere controlar o dice que no es controlado adecuadamente en las múltiples inspecciones anuales que realiza ANMAC en las armerías de todo el país.

Él mismo dice que las operaciones delictivas surgen de las propias cárceles y no pueden controlarlo. Cuanta pena por una provincia tan querida como Santa Fe y al mismo tiempo cuanta indignación por declaraciones de funcionarios que desconocen por completo la realidad en la que viven y que deberían pensar en mejorar.

¿En qué país del mundo ante un delito quien debería velar porque no suceda, propone controlar a los legales que cumplen con los requisitos impuestos por la ley y no a los delincuentes?

¡Por favor ocúpense de hacer su trabajo, ni Santa Fe ni Argentina pueden seguir tolerando pavadas!

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