Una innovación ecológica en la ciudad de Buenos Aires
Julio de 2023. Una estación de servicio del barrio porteño de Belgrano dispondrá de la primera instalación de un árbol líquido: especialistas en materia ambiental afirmaron que constituyen una alternativa para purificar el aire en grandes ciudades porque actúan como fotobiorreactores o instalaciones para cultivos masivos de algas, que producen oxígeno y disminuyen la cantidad de dióxido de carbono (CO2).
El proyecto original, denominado Liquid 3, fue diseñado por el Instituto de Investigación Multidisciplinar de la Universidad de Belgrado, en Serbia, y está basado en un concepto de sostenibilidad alternativa para entornos urbanos que poseen un espacio limitado o reducido. El plan también contempla a aquellos que representan una fuente de contaminación elevada, donde plantar árboles resulta inviable.
Estos fotobiorreactores urbanos o “árboles líquidos” utilizan la capacidad de microalgas para eliminar el CO2 y producir oxígeno y biomasa y, según afirmaron los expertos, son “entre 10 y 50 veces más eficientes que un árbol”.
Los “árboles líquidos” de YPF
La empresa YPF se sumó a esta iniciativa al instalar este tipo de “árbol líquido” en la estación de servicio que se encuentra en la avenida Figueroa Alcorta y Juramento, en la Ciudad de Buenos Aires, donde hay un módulo de microalgas que “se nutren del CO2 y del aire para crecer, purificando el ambiente”.
Cada unidad de árbol líquido “equivale aproximadamente a 20 árboles forestales jóvenes en su capacidad de purificar el aire”, se afirmó desde el dispositivo denominado Y-Algae, producido en conjunto con la empresa Y-TEC e Inbiotec-Conicet.
Parte del módulo se renueva periódicamente y las microalgas utilizadas en él, luego de un tiempo de vida útil, sirven para fertilizar la tierra.
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“Los fotobiorreactores son instalaciones para el cultivo masivo de algas para distintos usos”, expresó Priscilla Minotti, que se desempeña como profesora e investigadora en la Escuela de Hábitat y Sustentabilidad de la Universidad de San Martín (Unsam).
La profesional detalló que el sistema es un gran depósito de agua con paredes transparentes y algas verdes unicelulares de agua dulce.
“Una bomba inyecta continuamente aire del entorno (con altos niveles de CO2) y hace circular el agua para que las algas, mediante la fotosíntesis, absorban el CO2 y liberen oxígeno, al igual que otros organismos fotosintéticos”, dijo.
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