La tendencia que nos hace felices solo con pensarlo
El término defiende la idea de que conocer un destino significa desgranar con calma sus regiones, su cultura y su idioma. Además de comprender sus tradiciones, su forma de vida y sus productos. Especialistas revelan sus beneficios y cómo experimentarlo al máximo.
Julio 2023. Con las prisas del día a día, no siempre tenemos la oportunidad de ir más despacio y movernos a nuestro ritmo. Incluso en vacaciones, hay una urgencia por visitar, hacer y probar tantas cosas como sea posible en un nuevo destino o en varios.
Sin embargo, existe otra forma de viajar por el mundo que muchos turistas experimentados recomiendan: el “slow travel”. Pero, ¿qué es exactamente y cómo aprovechar al máximo este tipo de viaje?
“He oído infinidad de veces que la gente está agotada cuando vuelve de sus vacaciones y siente que ‘necesita unas vacaciones de sus vacaciones’, y eso se debe a que muchas veces hacemos demasiadas cosas en muy poco tiempo”, sostuvo en diálogo con Huffpost, la bloguera de viajes Esther Susag. “Queremos verlo todo, hacerlo todo y no perder ni un minuto”. Sin embargo, existe otro modo de transitar estos momentos y expertos en viajes lo explicaron.
“Consiste en primar la calidad sobre la cantidad”, afirmó Phil Dengler, cofundador del sitio web de información sobre viajes The Vacationer. “También consiste en sumergirse en la cultura local. Las vacaciones tradicionales suelen implicar ver tantas cosas como sea posible en poco tiempo. Aunque eso no tiene nada de malo, puede resultar muy superficial. También pueden resultar abrumadoras y no ser las vacaciones relajantes ideales”.
En qué consiste el “slow travel”
Como su nombre lo indica, viajar despacio suele implicar ir más despacio y saborear cada momento, en lugar de apresurarse a tachar cosas de la lista de pendientes.
“Viajar despacio puede significar cosas distintas para cada viajero, pero yo lo defino como permanecer más tiempo en un lugar y adentrarse más en la cultura local”, detalló Paul Jacobs, director general y vicepresidente de Kayak North America. “Es tomarse el tiempo necesario para entablar verdaderos contactos con los lugareños, en lugar de abarrotar una agenda repleta de excursiones. Es quedarse en Kioto en un Ryokan en lugar de ir de ciudad en ciudad por toda Asia”.
Para Jacobs, el slow travel “se está haciendo cada vez más popular”. En esa línea, el experto señaló datos que muestran que la duración de las estancias en hoteles ya ha aumentado un 10% en 2023 en comparación con el año pasado. Aun así, el slow travel no requiere necesariamente largas estancias en un mismo lugar.
“Para mí, viajar despacio no tiene que ver necesariamente con el número de días que pasas en un lugar”, dijo Sean Lau, bloguero de viajes. “Podés viajar despacio con sólo unos días o con unos meses: todo depende del nivel de conexión que quieras tener con tu destino, lo que te va a permitir apreciar más profundamente la cultura y comprender mejor el entorno local”.
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Para la experta en viajes y escritora La Carmina, el slow travel es una forma meditativa de viajar que permite detenerse y oler las rosas, literalmente. “Se trata de estar plenamente presente en el momento y experimentar las vistas, los sonidos y las sensaciones que te rodean sin distracciones, dejando que la experiencia se desarrolle a su propio ritmo y sin expectativas”, afirmó.
Y añadió: “Para mí, el slow travel no tiene una definición estricta ni ciertos elementos obligatorios, como utilizar medios de transporte más lentos o quedarse en una sola ciudad o país durante cierto tiempo, sino que se trata más bien de la conciencia compasiva que uno aporta al ser visitante en un destino”.
Algunas ventajas del “slow travel”
“Cuando viajás a un ritmo más lento y sin prisas, te sumergís de forma natural en la cultura y el lugar en el que te encontrás e intentás conocerlos a un nivel más personal. Hablás más con los locales y hacés más actividades ‘fuera de los caminos trillados’. Además, cuando empezás a hablar más con los locales, normalmente quieren que tengas la mejor experiencia y te mostrarán algunos de sus lugares favoritos, lo que naturalmente conduce a una experiencia más inmersiva y personal”, indicó Susag.
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Conocer a los locales y su cultura y estilo de vida de forma más íntima y auténtica creará experiencias gratificantes y recuerdos que podrás llevar con vos mucho tiempo después de tu regreso a casa. Puede que incluso establezcas profundos vínculos y amistades que te lleven a volver en el futuro.
“Si querés desconectar de verdad y relajarte sin el estrés de viajar, el slow travel puede ser lo tuyo”, remarcó Mark Wolters, creador del popular canal de viajes de YouTube Wolters World. “Conseguís desarmar menos las valijas, tomar menos aviones, trenes y automóviles y simplemente relajarte en un destino”.
También señaló que el slow travel es excelente para practicar idiomas, ya que hay más oportunidades de entablar conversaciones significativas con los locales. “Si se viaja con niños, el slow travel es una buena forma de introducirlos en los viajes internacionales y hacerles ver las diferencias entre culturas”, agregó Wolters. “Cuando tus hijos juegan en el parque infantil local con otros niños, ven que no hay demasiadas diferencias entre ellos y los niños de este nuevo país que estás visitando”.
“No hay nada como volver al mismo restaurante unas cuantas veces y que los camareros y los dueños empiecen a verte como un amigo en vez de como un turista que busca un bocado rápido. Viajar despacio también da a la familia la oportunidad de pasar tiempo juntos haciendo actividades turísticas, pero también de estar juntos como familia en lugar de intentar entrar en tantos museos como sea posible”, resaltó Wolters.
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Esta forma de viajar también tiene sus ventajas prácticas. “Me encanta viajar despacio por sus beneficios medioambientales”, aseveró Lau. “Al permanecer en un lugar durante períodos más largos, hay menos emisiones de carbono asociadas con el transporte, como vuelos y autobuses”.
Además de un menor tránsito entre destinos, el slow travel también suele conllevar menos desplazamientos en coche dentro de un mismo destino debido al menor número de actividades. Los viajeros también pueden sentirse menos apurados a la hora de ir de un sitio a otro y tomar en su lugar el transporte público.
También pueden optar por alejarse del centro turístico de la ciudad y ahorrar dinero en alojamiento. “Viajar despacio suele ser más rentable que los viajes tradicionales, ya que no se hacen tantas cosas. También es más relajante, ya que no estás siempre preocupado por el siguiente punto de tu itinerario”, manifestó Dengler.
Cómo maximizar la experiencia del “slow travel”
No existe una única forma correcta de hacer slow travel, pero hay algunos factores útiles a tener en cuenta si lo que se busca es aprovechar al máximo la experiencia. “La lista de tareas pendientes debe ser muy corta o inexistente”, afirmó Dengler. “Cuando visites un lugar o destino, intentá comprender su significado, no te limites a tacharlo de tu lista”, continuó.
Por su parte, Wolters aconsejó: “Repartí tus visitas turísticas en un periodo de tiempo más largo. Así podrás pasar la mañana en un café, luego el mediodía en un museo, y después la tarde y las primeras horas de la noche en un parque leyendo tu libro favorito, en lugar de ver dos museos por la mañana y uno por la tarde y luego un espectáculo teatral por la noche con una visita guiada a medianoche”.
“En la era del trabajo a distancia, es más fácil viajar despacio”, señaló Jessica van Dop DeJesus, fundadora y editora del blog de viajes y gastronomía The Dining Traveler. “Por ejemplo, pasar más de una semana en un destino y dedicar tiempo a pasear por barrios menos conocidos, frecuentar varias veces una cafetería o un restaurante y asistir a un acontecimiento deportivo o cultural importante para quienes viven en ese lugar”.
Considerá la posibilidad de alojarte en un hotel boutique independiente o en un alquiler vacacional alejado de los típicos lugares turísticos para hacerte una idea de dónde viven los lugareños. Aprovechá también la tranquilidad y el relax que no encontrarás en las típicas zonas abarrotadas.
“Una de mis formas favoritas de experimentar el slow travel es alquilar una villa junto a la playa”, dijo La Carmina, recordando un viaje reciente a Tulum. “En lugar de estar en un centro turístico comercial y ajetreado, disfruté de días tranquilos con sólo el sonido del océano cerca de mi puerta. Tenía una cocina totalmente equipada, así que podía relajarme en mi cálido entorno sin sentir la presión de salir o hacer turismo. Algunos días los pasé tirada en la moderna piscina de la villa, o paseando por la playa cercana”.
Si te alojás en un destino que carece de una sólida infraestructura de transporte público o simplemente buscás explorar un poco más lejos, alquilar un coche puede ofrecerte la oportunidad de moverte a tu propio ritmo. “Frená y disfrutá de las vistas panorámicas y no tengas miedo de tomar desvíos y desviarse de los caminos trillados cuando viajes”, afirmó David Woody, experto en desarrollo de países y viajes de SIXT.
Incluso, podés planear un viaje por ruta a ritmo pausado como forma de slow travel. “Muchos viajeros optan ahora por llegar a sus destinos en auto en lugar de en avión como parte del movimiento slow travel, que les ofrece más flexibilidad para disfrutar tanto del viaje como del destino. Recomendamos trazar la ruta y los tramos que se quieren recorrer al día, pero reservar sólo las dos o tres primeras noches de alojamiento para mantener la flexibilidad en caso de que cambie la ruta o el horario”, finalizó Woody
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