Crónica de un viaje entre Buenos Aires y Las Grutas
Por Guillermo C. Muttoni
21 de Marzo de 2024. Ya sea por mis funciones en AICACYP o por placer he tenido la oportunidad de conocer y recorrer la mayor parte de mi país. Pero por supuesto siempre quedan lugares de nuestra hermosa geografía que no he visitado aún. Entre ellos, Las Grutas. Un sitio sobre el que hemos publicado muchas notas en esta revista AIRE LIBRE. Así que junto con mi señora Adriana, allí fuimos hace menos de un mes atrás.
Google Maps marca una distancia de 1089,1 km de distancia y unas 12 horas de viaje. Distancia excesiva para gente como nosotros que circula a velocidades normales (entre 100 y 110 km por hora) por las rutas argentinas. Algo que aparece como razonable ante las dificultades que, como se verá en esta nota, nos plantea el estado de estos caminos nacionales, provinciales y hasta municipales.
1ra. Etapa – Villa Ventana
Si hay un lugar para hacer una escala en el viaje hasta Las Grutas, es en Villa Ventana. De ida o de vuelta muchos viajeros optan por descansar uno o dos días en ese lugar. En especial para quienes aman hacer trekking. Eso no fue nuestro caso!! pero en las 4 noches y 3 días que allí estuvimos aprovechamos para recorrer la villa, la ciudad de Sierra de la Ventana que está a unos 18 kilómetros, muy cerca de allí Saldungaray donde hay varias obras del Arquitecto Francisco Salamone y por supuesto el Parque Nacional Ernesto Tornquist.
Pero llegar a Villa Ventana tiene sus dificultades. Son 575,3 km según Google Maps. Kilómetros que se recorren muy bien hasta Cañuelas con una autopista de doble vía. Allí se puede optar por la RN 205 o por la RN 3. Nosotros optamos por la última, que tiene la misma cantidad de carriles que hace 40 años cuando la recorrí por primera vez. Por supuesto con más circulación de autos, camiones y micros. Y por supuesto con el asfalto deteriorado en muchos lugares, con baja o nula señalización de carriles y banquinas en las que no conviene detenerse.
Sin embargo entre San Miguel del Monte y Las Flores se ven obras paradas. Una de ellas es el intercambiador de tránsito a distinto nivel en la intersección con la ruta provincial 30 que va a Rauch cuyas obras se inauguraron en noviembre de 2022. Cuando pasé por allí se ve que le falta bastante. De hecho es un caos cruzar por allí. Más de 2 años para tratar de hacer un puente parece mucho para el Siglo XXI. Pero estos parecen ser los tiempos normales de la obra pública argentina.
Ese intercambiador es parte del proyecto que incluye 14 tramos sobre 247 kilómetros entre Cañuelas y Azul. Obra que fue licitada por el esquema de Participación Pública Privada (PPP) durante el mandato del ex-Presidente Mauricio Macri y suspendidas por el gobierno del ex-presidente Alberto Fernández que en Octubre pasado recorría las obras como parte de su campaña. Ahora la obra pública está suspendida. Más allá de estos infortunios la ampliación de la RN 3 es otra deuda de los últimos 40 años de la política argentina.
Para llegar a Villa Ventana se debe continuar por la RN 3 hasta Olavarría y allí tomar la RP 51. Si la RN 3 no está en buenas condiciones ni que hablar de la RP 51 que además entre Olavarría y Villa Ventana no tiene una sola estación de servicio, tampoco señales de distancias, pocos mojones y por supuesto sin señal de internet. Y por lo que me dijo gente que la ha padecido, “en días de fuerte lluvia es intransitable”.
Villa Ventana es 100% ripio. La villa no conoce el asfalto, ni siquiera en el acceso. Me gustaría entenderlo, pero me excede. También de ripio es el camino de acceso al Parque Nacional Ernesto Tornquist, un lugar bellísimo al que concurren muchos turistas. Pero no es un ripio cualquiera. De los 4 carriles que tiene el acceso, solo uno es transitable para un vehículo normal.
2da Etapa – Rumbo a Las Grutas
Los 518 kilómetros entre Villa Ventana y Las Grutas tienen contraluces. Por un lado la inconclusa autopista entre Tornquist y Bahía Blanca hace de este trayecto un tránsito más lento. En especial en el acceso a Bahía Blanca donde se circula por un carril de ida y otro de vuelta, pero bastante deteriorados y absolutamente congestionados. Así que allí paciencia. Otra obra parada.
Los primeros kilómetros de la salida de Bahía Blanca donde conviven la RN 22 y la RN 3 son el peor tramo del recorrido. El asfalto “tiene olas”. Un auto bajo creo que se come un raspón en el chasis. No quiero imaginarme un día de lluvia.
Hasta Río Colorado donde poco después se encuentra el desvío hacia la RN 251 está “floja de papeles” pero no es lo peor que he visto, excepto en el puente sobre el río Colorado, que también tiene unas cuantas “olas en el pavimento”.
La RN 251 es la excepción a todo el recorrido. Los 200 km que unen la RN 22 con Las Grutas están muy bien, tanto el asfalto como la señalización. Por supuesto es una ruta solitaria que solo se interrumpe con la ciudad de General Conesa ubicada a orillas del Río Negro. Un vergel luego de tanta estepa árida. Me gustaría saber porque no se aprovechan esos campos generando energía solar.
Finalmente llegamos a Las Grutas. Una ciudad que recomiendo visitar. Muy lindas playas, aguas cálidas, muchas opciones de alojamiento. Es un lugar que va a seguir creciendo y mucho. Espero que algún día tenga un aeropuerto de forma que puedan llegar más turistas “de a pie”.
Sin rutas no hay producción
Días pasados detuvieron a un productor agropecuario correntino por llevar una remera con la consigna “sin rutas no hay producción“. Por supuesto que le asiste la razón. Y agregaría también que “sin rutas el turismo no crecerá todo lo que puede”.
En 2022, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), se registraron en todo el mundo cerca de 965 millones de llegadas de turistas internacionales. La industria turística es responsable de la creación de más de 290 millones de empleos, entre directos e indirectos.
Argentina tiene las bellezas naturales para captar a esos turistas internacionales. Faltan mejorar los servicios, las comunicaciones, los precios y por supuesto la conectividad ya sea la terrestre, la aérea y hasta podría agregarse la fluvial. Y esta es una responsabilidad que les cabe en especial a los funcionarios provinciales y municipales, por supuesto con la participación del sector privado y las políticas generales del gobierno nacional. Un trabajo en equipo, algo que sin dudas no estaría apareciendo.
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