De La Tablada a los juegos Olímpicos
- El tirador catamarqueño ya puso su nombre en lo más alto del deporte catamarqueño.
- Cómo es pasar de jugar al fútbol en Policial a terminar representando al país en los próximos JJOO en París.
Por Pablo Vera
29 de abril de 2024. Un pequeño Julián tenía 12 años cuando disparaba contra una caja de cartón atada a un palo para que tuviera más altura. El escenario era el patio de su casa en la calle Caseros, en el barrio La Tablada. Más de una década después, el escenario sigue siendo su casa, pero ahora ya no dispara un rifle de quiebre de iniciación deportiva. En su lugar tiene un rifle Walther 4,5. “El segundo en el mercado en esa marca”, explica Julián a Revista Express.
El 5 de abril fue un día que nunca olvidará y que quedará marcado en la historia del deporte catamarqueño: Julián Gutiérrez se convirtió en el primer catamarqueño en clasificar a los Juegos Olímpicos que se desarrollarán en París 2024. Lo consiguió tras imponerse en el Campeonato de las Américas de Tiro (CAT) en Buenos Aires.
Gutiérrez, de 23 años, ganó en la final de rifle de aire 10 metros con un puntaje de 249.5 superando al mexicano Edson Ramírez (248.8) y al estadounidense Timothy Sherry que completaron el podio en las instalaciones del Tiro Federal Argentino de Buenos Aires. El catamarqueño se quedó con la única plaza a París que entregaba el torneo para la prueba de rifle de aire 10 metros.
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“Es algo único, sabía que podía ser el primer deportista olímpico. Es un sueño cumplido, un peso que me saco de encima”, dijo a RE desde el polígono que montó en la planta alta de su casa.
Lena Barros, su madre, es la que hizo de intermediaria para poder concretar la nota y fue quien nos abrió amablemente la puerta de su casa. El 5 de abril, día de la final en la que obtuvo el pasaporte a París, ella no quiso ver la transmisión en vivo. “Mi mamá no quiso ver porque se pone nerviosa, así que mi hermana le iba contando”.
La importancia del equipo
Julián habla pausado, con tranquilidad. Piensa antes para decir las palabras correctas. “Equipo” es uno de los términos que más repite y explica que engloba a su familia, sus auspiciantes y a sus entrenadores. Junto a su equipo viene trabajando en pos de este sueño olímpico.
Cuatro años atrás se quedó en las puertas de los JJOO de Tokio, y pese al cimbronazo que significó no obtener el boleto, destaca las palabras de Marcelo, su padre y mentor en el tiro deportivo.
“Lo que mi papá siempre me remarca es ver todo. ¿Qué hiciste en estos cuatro años? Le diste la primera medalla Panamericana a Catamarca, su primer oro en un Panamericano. Hay cosas que tenés que valorar más allá que el objetivo. El camino que hiciste es muy grande. Quedate con eso, la meta la podés replantear, te podés volver a preparar, pero felicitate a vos mismo”, cuenta. “Gracias a todas estas charlas estamos ahora aquí”, menciona, orgulloso.
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Repasa sus primeros pasos y recuerda que tenía 12 años cuando le pidió a su padre que le enseñara. “Junto a mi hermano mayor le insistimos mucho”. Su padre también estuvo fuertemente vinculado al tiro deportivo, por lo que fue clave.
“Nos fue llevando y creciendo en el deporte. Fuimos a torneos y al final quedé porque me gustaba mucho la parte mental del deporte. A mi hermano le gustó otro deporte y seguimos cada uno con su rama, pero siempre ayudándonos”, explica. Julián le comenta a RE que sus hermanas también compiten en tiro.
Futbolista
En forma paralela al tiro Julián jugaba al fútbol en el Club Atlético Policial. Era arquero.
“Era malísimo”, dice y se ríe. Llegó un momento de su vida que tuvo que elegir y, finalmente, se quedó con el tiro. “Nunca dejas de aprender, es muy personal, lo que más entrena la gente es la cabeza”, explica.
El lugar de entrenamiento fue su casa lo cual acarreaba complicaciones para la rutina hogareña. “Practicábamos en el pasillo de mi casa, lo que obligaba al resto a estar encerrados. Había que condicionar a la familia”, señala Julián.
Llegaron los viajes, los torneos y las mayores exigencias por lo que necesitaba de un sitio acorde para mantenerse en el más alto nivel. De esa manera nació la idea de instalar el polígono propio en su casa. “Surgió la idea después de la pandemia y cuando se liberó la construcción pudimos avanzar y mis padres me apoyaron en esto”, contó Julián.
En la planta alta de su casa montó un polígono de tiro en una sala de doce metros por cuatro de ancho. En ese rincón de su hogar ultima los detalles antes de la cita olímpica que será entre el 26 de julio y el 11 de agosto. Antes le esperan horas de viaje y competencia en Argentina y en Europa.
El viaje para la Copa del Mundo en Munich (Alemania) servirá de parada técnica, ya que le harán el service al rifle y podrá buscar todos los accesorios necesarios. Regresará luego a Argentina para estar dos o tres semanas y luego sí, posteriormente, viajar otra vez a Munich en donde harán la preparación durante un mes. Finalmente, llegará la cita olímpica en París.
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Julián sabe que será complicado poder contar con el acompañamiento de su familia de manera presencial en los JJOO, pero sabe que del otro lado del océano estarán alentándolo. “Estoy seguro de que estando aquí o allá van a estar haciendo fuerza”, dijo.
¿Tenés cábalas?
Gutiérrez solamente contó que tenía una “estampita de Jesús” que le duró mucho tiempo pese a estar muy deteriorada. “Ya daba pena así que mi mamá me dio un rosario que era de su madre. Y es lo que me acompaña”, comenta.
Como en Lima en el 2019 cuando obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos, una vez más Julián viajará con su valija llena de ilusiones tratando de dejar en lo más alto el nombre de la provincia en la cita ecuménica.
“El tiro es un deporte amateur y poco conocido, así que agradezco a los medios de comunicación y al Intendente de la Capital, Gustavo Saadi, por su apoyo”.
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