La iniciativa que busca frenar la caza ilegal de rinocerontes
- Los radioisótopos se insertaron a través de un agujero y, según indicaron los especialistas, no representan ningún riesgo para otros animales, los rinocerontes ni sus cuidadores.
2 de julio de 2024. La caza furtiva se convirtió en un problema grave para las poblaciones de rinocerontes. Con el objetivo de combatir esta amenaza, integrantes del programa Rhisotope Project de la Wits University (WU), Sudáfrica, idearon un plan que consistió en insertar dosis bajas de radioisótopos en 20 de estos animales.
Buscan aprovechar la tecnología nuclear al insertar pequeñas cantidades de material radiactivo en los cuernos de los rinocerontes, mismos que podrán ser detectados por autoridades en puertos, aeropuertos y pasos fronterizos que cuenten con monitores de radiación.
El equipo a cargo de James Larkin de la Unidad de Física de la Salud y la Radiación (RHPU) de la WU unió esfuerzos con un grupo internacional especializado en conservación de rinocerontes y veterinarios, quienes estarán a cargo de supervisar de cerca el estado de salud de esta especie a lo largo de un período de 6 meses con el objetivo de determinar la viabilidad de la iniciativa, según informaron miembros de la institución educativa a través de un comunicado.
Éste método es seguro y de fácil aplicación y, según detallaron los especialistas en el comunicado, no causa daño a los animales ni al medio ambiente y buscarán que la iniciativa se extienda a elefantes, pangolines y otra clase de flora y fauna en el futuro.
Larkin señaló que cada 20 horas muere un rinoceronte en Sudáfrica por sus cuernos, los cuales serán traficados alrededor del mundo y utilizados “para la medicina tradicional o como símbolo de estatus social”.
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“Esto ha hecho que sus cuernos sean actualmente la mercancía falsa más valiosa en el mercado negro”, detalló el profesor, quien aseguró que pueden llegar a tener un valor superior al del oro, platino, los diamantes y la cocaína.
En pocas palabras, el objetivo de este proyecto, único en su tipo dentro de la Reserva de la Biosfera Waterberg de la UNESCO, será devaluar los cuernos de rinoceronte “a los ojos de los usuarios finales”, mientras que se facilitará su detección “cuando se pasan de contrabando a través de las fronteras”.
El procedimiento se llevó a cabo el 24 de junio. Larkin y su equipo sedó a 20 rinocerontes, perforó un agujero en sus cuernos e insertó los radioisótopos no tóxicos. Una vez terminó la operación, los animales fueron liberados.
“Cada inserción fue supervisada de cerca por veterinarios expertos y se tuvo sumo cuidado para evitar cualquier daño a los animales”, aseguró el especialista.
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Larkin aseveró que gracias a “meses de investigación y pruebas”, su equipo se aseguró de que los radioisótopos no son peligrosos para la salud “ni representan ningún otro riesgo” para los animales o sus cuidadores.
Lynn Morris, vicerrectora adjunta de Investigación e Innovación de la WU, calificó esta acción como “un claro ejemplo de cómo la investigación e innovación interdisciplinarias marcan una verdadera diferencia”.
“Este novedoso enfoque, iniciado por el profesor Larkin y sus colegas, tiene el potencial de erradicar la amenaza de extinción de nuestras especies únicas de vida silvestre, especialmente en Sudáfrica y en el continente”, celebró Morris.
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