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El 7,62 x51 mm NATO y el .308 Winchester, ¿Son el mismo calibre?
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Segunda parte de la Nota de Eduardo Rodi exclusiva para Revista Aire Libre
Junio de 2018. Continuaremos con el tema tratado en la nota publicada AQUI, conociendo en detalle de la normativa internacional que regula el empleo de éste popular calibre. Y para tratar de aclarar estos temas realizaremos, en primer lugar, un análisis de la normalización vigente y de mayor importancia, que rigen para este tipo de productos. Veamos:
Nace el primer calibre estándar NATO
Cada vez que la NATO (Nord Atlantic Treaty Organization), Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), adopta una munición como estándar NATO, condensa en una STANAG todas las especificaciones que exige a la cartuchería. Redacta, también, un extenso Manual de Pruebas en el que se desarrolla toda la metodología a seguir para la producción, control de calidad y vigilancia de los stocks. La STANAG 2310 aprobada en la década de 1950 define todas las características de funcionamiento del calibre que nos ocupa. Como sabemos, el calibre 7,62 x 51 mm NATO tiene su origen en el modelo experimental T 65 desarrollado en los Estados Unidos de Norteamérica, luego de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de lograr un sistema de menor escala que el tradicional 30-06 del Garand.
Los técnicos norteamericanos, partiendo de la existencia de una gran cantidad de matrices y herramentales correspondientes al 7,62 x 63 mm o 30-06, proveniente de varias décadas de vigencia de este cartucho, trataron de aprovechar ese material. Con él contaban para cumplir el objetivo de lograr un nuevo sistema, de menor potencia, acorde a las tendencias surgidas del análisis de los resultados de las conflagraciones mundiales (I y II Guerra Mundial). Si analizamos comparativamente los diámetros en la zona del culote, de los dos calibres, concluiremos en que son iguales y su geometría externa muy similar acortando solamente la longitud total en 12 mm. En la imagen se pueden apreciar las grandes similitudes apuntadas. El resto de la historia es bien conocida y no presenta mayores discusiones.
Leé también: El desarrollo y la evolución de los sistemas arma – cartucho. Una nota de Eduardo Rodi en el libro del 80° aniversario de AICACYP
La casa Winchester, apreciando las características particulares del nuevo sistema y conociendo que, a partir de su adopción por parte de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos como calibre estándar, inmediatamente se trasladaría al consumo masivo en el mundo, lo produce para el mercado civil con la denominación de .308 W pero con punta semiencamisada destinada a la caza.
La OTAN o NATO, lo adopta como calibre de ordenanza estandarizando sus características en las STANAG 2310 la cual, bajo la denominación de calibre 7,62 x 51 mm NATO, en lo referente a la recámara, establece las dimensiones que podemos apreciar en el Plano N° 1.
Como se puede percibir, los especialistas de la Organización adoptaron, para definir la cota de acerrojamiento (headspace), el criterio conocido como “longitud del diámetro medio del espaldón”. Este diámetro (10,16 mm básico) está ubicado en la zona media del espaldón o gola (es el definido por el cono de 40 °) y se toma como fijo (básico sin variaciones) para luego sí, indicar una tolerancia de su distancia respecto a la cara anterior del cerrojo (donde apoya la vaina). Como vemos, esta distancia admite una variación que va desde 41,351 mm y los 41,42 mm. Es el mismo criterio utilizado para definir, luego, la finalización de la zona donde se alojará la boca de la vaina (ángulo de 80 °).
En la figura del Plano N° 2 podremos ver las dimensiones del cartucho y la vaina, definidos por la misma norma NATO.
Respecto de los valores de presión media exigidos por las mismas normas, para todos los cartuchos en uso por los miembros de la Organización, se establece lo siguiente:
Sistema “crusher” (taco de cobre): 50000 psi (libra por pulgada cuadrada) = 344,74 MPa
Sistema “piezoeléctrico” (cristales de cuarzo): 55114 psi (libra por pulgada cuadrada) = 380 MPa
Recordemos que:
1 libra/pulgada² = 1 psi = 0,070373 kg/cm² = 0,00689 MPa (mega pascales) = 0,0689 bar
El sistema piezoeléctrico, respecto del cilindro crusher, arrojaba valores de aproximadamente un 6 % superiores debido a la ausencia de rozamiento y masa del pistón. En este caso, las NATO y para éste calibre, admiten más de un 10 %. Retengan esta diferencia al momento de valorar las conclusiones finales a las que arribaremos culminando la nota.
Normas SAAMI
Como ya dijimos el .308 W surge de la firma Winchester, tomando como base el mismo diseño T 65 ya citado. En tal caso, la normalización vigente para el mercado comercial norteamericano surge de la Sporting Arms and Ammunition Manufacturers Institute, (Instituto de Fabricantes de Armas Deportivas y Municiones) organismo dependiente de ANSI y más conocidas como normas SAAMI. Los estándares de la industria son establecidos por SAAMI, organización fundada en 1926 a solicitud del gobierno federal. Hoy día este organismo publica más de 700 estándares voluntarios relacionados a la calidad y seguridad de las armas de fuego y municiones.
Los registros balísticos para armas. Un aporte técnico / profesional para los señores legisladores. Por Eduardo Rodi para Revista Aire Libre.
El SAAMI es un instituto que se dedica a la creación de estándares acreditados por el American National Standards Institute (Instituto Americano de Estándares Nacionales) (ANSI), algo así como nuestro IRAM. Estos estándares son revisados por entidades particulares, tales como el National Institute of Standards and Technology (Instituto Nacional de Estándares y Tecnología), y cada cinco años se reafirma la validez de los parámetros establecidos. Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, el FBI y muchas otras agencias estatales y locales requieren que sus armas de fuego sean fabricadas de acuerdo con las especificaciones del SAAMI.
Veamos ahora en el Plano N° 3 como definen, la misma recámara del .308 W o 7,62 x 51 mm NATO, las normas SAAMI.
Como vemos en este caso, los especialistas de SAAMI adoptaron, para definir la cota de acerrojamiento (headspace), el mismo criterio que los de la NATO. El ya mencionado como “longitud del diámetro medio del espaldón”. Inclusive, indica exactamente el mismo diámetro (10,16 mm básico sobre el cono de 40 °, tomado también como fijo sin variaciones). Pero en este caso la longitud difiere del antecesor. Indica una tolerancia, de su distancia respecto a la cara anterior del cerrojo, admitiendo una variación que va desde 41,402 mm y los 41,656 mm. A diferencia de la NATO, cuando se trata de definir la longitud de la zona donde se aloja la boca de la vaina, SAAMI establece dos longitudes y un ángulo sin fijar tolerancias para ninguna de ellas.
En la figura del Plano N° 4 podremos ver las dimensiones del cartucho y la vaina indicadas por la misma norma SAAMI.
Respecto de los valores de presión media exigidos, para todos los cartuchos en uso por los fabricantes miembros de SAAMI, se establece lo siguiente:
Sistema “crusher” (taco de cobre): 52000 psi (libra por pulgada cuadrada) = 358,53 MPa
Sistema “piezoeléctrico” (cristales de cuarzo): 62000 psi (libra por pulgada cuadrada) = 427,5 MPa
En este caso, la diferencia entre los dos sistemas arroja un porcentaje del 19,2 % contra los 10 % establecidos por NATO. Les pido nuevamente que retengan esta diferencia para el momento de valorar las conclusiones finales a las que arribaremos culminando la nota.
Normas CIP
La Comisión Internacional Permanente, con sede en Bruselas, Bélgica, es la institución que rige en los países europeos, y algunos otros asociados, de la misma manera que SAAMI lo hace para los Estados Unidos. Tiene su origen en septiembre de 1910 cuando, ante un conflicto generado por la aparición de la pólvora sin humo, varios países amenazaron con no reconocer los sellos de los Bancos de Prueba de sus vecinos. Se había cuestionado el viejo sistema de pruebas por cargas máximas de pólvora negra, descartado con la novel tecnología y dando paso a los primeros manómetros que, aunque rudimentarios y con resultados disímiles, permitían conocer los valores de presión que se estaban generando. Recién el 15 de julio de 1914, y luego de largas e intensas reuniones de diferentes comisiones, se constituye la Comisión Internacional Permanente de Armas de Fuego Portátiles, C.I.P.
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Esta normalización, al igual que la mencionada norma estadounidense, define al producto empleando la denominación comercial, es decir .308 W. Es necesario destacar que en la mayoría de los países europeos, todos aquellos calibres que resultan de dotación para las Fuerzas Armadas están definidos como de uso prohibido para el usuario civil. Por lo tanto no tiene sentido que sean estandarizados por una norma, que se ocupa de los sistemas de uso comercial. Veamos ahora que dice CIP respecto de la recámara del .308 W, en el Plano n° 5:
Independientemente de las críticas que, bajo el punto de vista del rigor técnico en la definición de una geometría, se le pueden realizar a estas normas, podemos ver que no han aplicado el mismo fundamento, que las dos anteriores, a la hora de determinar la cota de acerrojado o headspace. En este caso no toma el criterio de “longitud del diámetro medio de espaldón”. Aquí se acotan las longitudes donde se producen los cambios de sección (inicio y finalización del ángulo de 40 °) sin tolerancia asignada, más los diámetros virtuales, tomados como básicos sin variación, que se encuentran en esos mismos cambios. Contrariamente al criterio SAAMI y NATO, le asignan a la longitud del alojamiento de la vaina una mayor importancia, a tal punto de tolerar su dimensión y la del diámetro correspondiente.
A continuación, en la figura del Plano N° 6 podremos ver las dimensiones del cartucho y la vaina definidos por la misma norma C.I.P.
Aquí también apreciaremos las diferencias de criterio en el sistema de acotación elegido respecto de los anteriores ya analizados. En tal caso y si nos atenemos a la rigurosidad técnica, tendríamos que decir que las normas SAAMI y las normas CIP, a pesar que se refieren al mismo calibre, y con el mismo nombre, el .308 W, sin embargo, definen a dos productos diferentes ya que tienen no sólo dimensiones distintas, sino criterios de especificación completamente disímiles.
Veamos que ocurre con los valores de presión media exigidos por las mismas normas, para todos los cartuchos en uso por los fabricantes miembros de CIP. Se establece lo siguiente:
Con sistema “crusher” (taco de cobre): 52213 psi (libra por pulgada cuadrada) = 360 MPa
Sistema “piezoeléctrico” (cristales de cuarzo): 60190 psi (libra por pulgada cuadrada) = 415 MPa
En este caso, la diferencia entre los dos sistemas arroja un porcentaje del 15,3 % contra los 10 % establecidos por NATO y los 19,2 % de SAAMI. Reitero el pedido de que retengan esta diferencia para el momento de valorar las conclusiones finales a las que arribaremos culminando la nota.
Resumiendo las Discrepancias
Como hemos podido apreciar las tres normas analizadas, tanto en dimensiones como en valores de presión interior admisible, presenta diferencias. Recordemos, además, que las CIP y las SAAMI definen al cartucho como 308W y las NATO, como 7.62 x 51 mm. En las tablas siguientes he tratado de reunir las diferencias más importantes, a la hora de evaluar la intercambiabilidad de los productos definidos por las tres normas. Primero compararemos los valores de presión interna máxima.
Como se puede ver en la tabla, las diferencias entre sistema de medición (crusher y piezo) de una misma norma, son mayores en el caso de SAAMI y CIP (19,2 y 15,3 % respectivamente), que las diferencias entre los valores máximos y mínimos establecidos por las tres normas. Luego, las discrepancias, en esta magnitud, entre el denominado 308 W y el 7,62 x 51 son realmente despreciables. Es muy probable que, para aquella persona con desconocimiento de la normativa vigente, en el campo de la recarga y el tiro deportivo y también, en el ámbito de la ingeniería militar, aquel que no se ha superado profesionalmente, al ver que SAAMI establece, en un extremo, 427,5 MPa y las NATO en el otro, 344,7 MPa deduzca de manera errónea que se están definiendo dos calibres diferentes.
A continuación, las dimensiones que cada una establecen para la cota de acerrojado o headspace (espacio de cabeza). Respecto del arma y su recámara:
Como vemos en el Plano n° 5, y por las diferencias ya indicadas cuando analizamos las normas CIP, me veo obligado a realizar un pequeño cálculo trigonométrico para determinar a que longitud se encuentra el diámetro 10,16 mm. Aplicando el teorema de Pitágoras sobre las dimensiones del plano mencionado, se puede calcular dicha variable. Se puede apreciar que en rasgos generales la recámara definida por las normas NATO tiene menor profundidad que las restantes. El máximo admisible de la primera (41,427 mm), resulta ser aproximadamente el mínimo de las otras dos. Con lo cual podríamos estar hablando de una diferencia de -0,025 mm (41,402 – 41,427) a una máxima de 0,305 mm (41,656 – 41,351).
Veamos las dimensiones relacionadas en el caso del cartucho y, en particular, de la geometría de la vaina.
Como antes, ahora, aplicando Pitágoras calculamos las longitudes correspondientes a las NATO y a las CIP, ya que no se encuentran indicadas relacionándolas al diámetro básico de 10,16 mm.
Luego, en este caso, tenemos que el cartucho máximo es el definido por la CIP (41,59 mm), en una escala inferior, las SAAMI (41,50 mm) con 0,09 mm menos y hasta 0,27 mm con el mínimo indicado (41,32 mm). Por último, el de menor dimensión, es el de las NATO (39,533 mm) con 0,057 mm menos y hasta 0,21 mm con el mínimo calculado para este caso (39,38 mm). Esto es natural si lo relacionamos al cuadro comparativo anterior, analizando las dimensiones de la recámara en cada caso. Si lo vemos en este mismo sentido y bajo el punto de vista dimensional, el cartucho definido por las CIP no tendría posibilidad de ingresar a la recámara definida por las mismas normas.
Existe una diferencia o interferencia mecánica de – 0,192 mm (41,398 mm – 41,59 mm). Luego si combinamos el cartucho definido por CIP con la recámara de SAAMI tendremos que, en un caso, ingresaría sin inconvenientes, ya que existiría un juego libre de 0,066 mm (41,656 mm – 41,59 mm), pero en el otro se vuelve a verificar una interferencia de – 0,188 (41,402 mm – 41,59 mm). Y de esta manera podemos seguir realizando todas las combinaciones que se nos ocurran y siempre, en algún extremo de las tolerancias, encontraremos que puede existir lo que a priori y en un análisis superficial, pueda resultar un excesivo juego o en otros interferencia.
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El error fundamental se encuentra en dejar de lado, en el análisis, a una de las características fundamentales de los materiales con los que se fabrican las vainas: la elasticidad. Y esta se logra por las cualidades de la materia prima, el proceso de deformación en frío utilizado en la fabricación y por la geometría de las piezas en juego. Esta particularidad nos permite que se absorban o disimulen estas diferencias a la hora de utilizar el sistema. Diferencias propias de los criterios de asignación en las tolerancias del diseño de un mismo producto y no de calibres diferentes.
Veamos por último, las diferencias de espesores mencionada oportunamente. De los planos correspondientes surge que la única norma que se ocupa de ellos es la NATO (Plano n° 2). En él podemos distinguir espesores de pared, a dos alturas diferentes, sobre la caña de la vaina y uno, muy importante, el espesor del fondo (4,445 mm) ¿Por qué las CIP y las SAAMI no hacen mención de este detalle? La respuesta es sencilla. Las exigencias en el uso del cartucho en armas automáticas, como la extracción rápida para el ingreso de un cartucho vivo (sin afectar la cadencia de tiro en ciclo automático), el vacío provocado en la recámara para permitir el trabajo del extractor de generosas dimensiones para asegurar su funcionamiento efectivo, el fuerte golpe de la vaina servida sobre el botador, en su recorrido hacia atrás, el rudo trato en campaña de la munición, resultan ser algunos de los fundamentos para asegurar que los espesores sean los suficientes para lograr una performance acorde a lo esperado. Dichas exigencias no tienen razón de ser en un cartucho que se empleará en un fusil deportivo a cerrojo.
Conclusiones
Hemos analizado las tres normas que definen a este producto, reconocido mundialmente y con total vigencia de uso en todo teatro de operaciones. También ponderado las diferencias que habitualmente suelen indicarse a la hora de afirmar que se trata de calibres distintos.
No caben dudas que pertenecen a escalas diferentes de valores, aquella que haya logrado la categoría de munición NATO, que una de tipo comercial que no se ha visto sometida a los exigentes estándares de calidad definidos por los innumerables ensayos especificados. Esto, jamás puede justificar el hecho de confundir hinchazón con gordura. Estamos hablando simplemente de diferentes calidades de un mismo producto. Podremos encontrar, dentro de esta categoría NATO, aquella munición que sin haber superado los niveles exigidos, distinguen en su culote el clásico símbolo ya graficado en este artículo. Truchos hay en todas partes. Hace ya algunos años, sin ir más lejos, ingresó a nuestro país munición de origen chino que fuera entregada a una Institución del Estado Nacional sin gastos de adquisición -aparentes al menos-. Groseros defectos en su proceso de producción, no perceptibles a simple vista (vicio oculto) generaron fallas durante el disparo, que dejaron fuera de servicio e inutilizados varios fusiles.
Luego de investigar el caso, descubrimos la existencia de munición “trucha” de origen chino identificada con siglas de un arsenal ingles y con el sello NATO. Cualquier persona bien intencionada que desconociera este hecho podría atribuirle, en el caso de un incidente con esta munición y un fusil deportivo 308 W, a la controversia que hemos tratado de aclarar a lo largo de las líneas de este artículo.
Lo fundamental es el empleo de munición y armas de primera calidad. Si de recarga se trata, realizarla con todas las condiciones de seguridad y manteniendo una rigurosa metodología de trabajo conociendo en detalle el origen confiable de los componentes que estamos utilizando. En este tema, como en tantos otros de nuestras vidas, lo barato a veces sale caro. Y cuando de nuestra integridad y de las personas que nos rodean se trata, nunca son suficientes los resguardos a tomar. Considerando estas cuestiones, no existen inconvenientes en la utilización de munición NATO en fusiles deportivos, como tampoco en el uso de munición de primera calidad comercial 308 W, en armas diseñadas originalmente para las Fuerzas Armadas. Solo debe primar el sentido común, insumo indispensable a la hora del uso responsable de los sistemas arma-cartucho.
En definitiva, el 7,62 x 51 mm NATO es el mismo calibre que el 308 Win. Sólo resultan dos denominaciones diferentes para nombrar un mismo cartucho. Confirmado esto, me despido hasta nuestro próximo encuentro y buenas recargas para todos.
(*) Experto en Armamento UTN – Coordinador Académico CESBA – IGT 01040
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