Pescador de ida y vuelta
Como buen 4 de Racing con proyección al ataque y marca férrea, nuestro entrevistado prefiere técnicas de pesca que le demanden acción y esfuerzo constante por superarse. Una historia donde la pesca funciona como el desenchufe necesario para el deporte de alta competencia y como vehículo para re vincularse con sus afectos familiares.
Nota de Wilmar Merino exclusiva para Revista Aire Libre N° 35
Iván Pillud es un tipo cálido en el trato interpersonal. A contramano del aguerrido lateral de Racing que no deja pasar a nadie y traba todas, en la charla con Aire Libre enseguida trata a este cronista de “genio”, “querido”, “campeón” o “cabezón”, apronta mates y nos recibe en su bello departamento de Puerto Madero como a un primo recién llegado de su Capitán Bermúdez natal. Procura en todo momento que estemos cómodos y nos muestra su vitrina de recuerdos futboleros, con fotos celebrando campeonatos con Racing, memorabilia de su paso por otros clubes, fotos de especial valor sentimental y, por supuesto, su rinconcito de pescador donde arrincona cañas ya armadas con los reeles, cajas de pesca y recientes compras hechas en Bass Pro Shops de Orlando, ciudad donde hizo pretemporada con Racing. Nos sigue hablando de pesca durante la breve sesión de fotos y nos muestra con orgullo sus capturas, que son muchas y variadas pese a contar con tiempo limitado para disfrutar su segunda pasión… o acaso la primera. Una pasión donde entran en juego sus afectos desde siempre.
-¿Venís de familia de pescadores?
-Soy de Capitán Bermúdez, cerquita de Rosario, a 15 km. Mis abuelos iban a pescar con mis viejos. De chiquito recuerdo que iban a pescar con mis papás. Pero después fallecieron tres de mis abuelos y el único que quedó vivo es el papá de mi mamá. Así que el que continuó llevándome fue mi viejo. El me llevaba siempre, porque vivimos 4 cuadras del río Paraná. Desde el primer día que bajé esa escalera de la barranca al Paraná me enamoré del río a primera vista. Y al empezar a pescar empezó mi pasión por la pesca, con mojarras y boguitas, pescando con lombriz con un mojarrero.
-¿Esos primeros planes eran compartidos con tus hermanos?
-Tengo tres hermanos. Al principio el plan era compartido con la familia, esperábamos el fin de semana para ir a pescar en familia, ese era nuestro descanso los sábados y domingos. Pescábamos cerca de la fábrica de celulosa. Había mucho, pero con el correr de los años las pescas fueron disminuyendo
-¿Te preocupa que en el Paraná venga disminuyendo su población de peces?
– Muchísimo. Me está pasando que estos últimos años tuve la posibilidad de ir a Corrientes a pescar y además compré una lancha que tengo en Capitán Bermúdez, y los últimos años sentí muchísimo esa diferencia. A veces estás tres o cuatro días sin pescar bien ni siquiera la variada.
-En tu niñez empezaste a hacer coexistir la pasión de la pesca con el amor al fútbol. ¿Cómo fue eso?, porque una cosa le restaba a la otra…
-En Capitán Bermúdez había tiempo para las dos cosas. El problema fue cuando me vine a Buenos Aires, a los 17 años, habiendo terminado el secundario y teniendo que tomar la decisión de estudiar o dedicarme al fútbol. A veces hacíamos algún amistoso con Newells y los jugadores de primera nos decían “es mucho más difícil mantenerse que llegar” eso me hacía pensar. Le pedí un año a mi familia para dedicarme al fútbol… si no me iba bien con eso, volvía a estudiar. Siempre me gustó el campo, mi mamá nació en Salto Grande, tengo primos en el campo y de chico siempre yo iba para allá Así que me hubiese gustado estudiar algo vinculado al campo. Y no se dio porque estuve jugando en las inferiores de San Lorenzo, en la 5ta división, y al volver me fui a Tiro Federal, pasando también por Renato Cesarini. Hice contrato a los 20 con Tiro Federal y encaminé mi carrera hacia el fútbol profesional. Luego pasé un año por Newells y tras estar seis meses en primera me fui a España. Fueron tres años vertiginosos, pero de mucho éxito. Jugué en el Español de Barcelona, una experiencia muy linda. Volví –porque había ido a préstamo un año- y fui a Racing de junio de 2010 hasta enero de 2014. Y de enero a Junio de 2014 estuve en el Hellas Verona de Italia, también a préstamo, hasta que volví a Racing en junio de 2014 y en diciembre de ese año salimos campeones. Desde entonces ya sigo en Racing… llevo 8 años.
-Salir campeón con tu equipo es como clavar un surubí de 70 kilos…
-Es el premio máximo… pero para mí clavar un surubí de 70 kilos sería salir campeón de la Libertadores con Racing este año.
-En todo ese período desde los 17 en adelante, la pesca quedó en la gatera…
-Es que cuando empiezo a jugar profesionalmente el fútbol me quitó mucho tiempo para pescar, y no solo eso, me quitó tiempo con mis amigos, mi familia, mis espacios, mis lugares… y yo siempre quería estar en el Paraná con mi familia o mis amigos, pescando. Cuando volví a Racing me compre mi primer embarcación… y la dejé allá en Capitán Bermúdez.
-Todo un dato… la dejaste donde querías volver.
-Exactamente!. Quería dejar allí algo que me llame, además de mi familia, para volverme a mi casa y eso era la embarcación. Pude hacer mis escapadas y lo sigo haciendo cuando no concentro. A veces estoy tres o cuatro meses sin volver a mi casa, pero si me dan dos días libres vuelvo allá. Y si tengo dos días, uno es para pescar. Voy mucho con mi hermano mellizo. Mi papá está grande, por ahí ahora le cuesta más, pero a veces se prende.
-¿Necesitás este desenchufe mental como deportista que sos de alta competencia? ¿Qué tipo de terapia te produce la pesca?
-Cuando toco el agua del Paraná me relajo. Estoy en la isla escucho el silencio, los pájaros, vivo anécdotas con mis amigos, con mis hermanos, me como un asado en la isla… eso es impagable. Son las cosas maravillosas de la vida, otros valoran otras cosas pero yo sueño con eso. Muchos cuando llegan las vacaciones se van a lugares distantes… y yo los 20 días de vacaciones estoy en mi casa. Extraño matear con mis viejos, cosa que no pude hacer desde los 17 hasta mis 32 años actuales. Es una carrera corta, intensa, de muy pocos años y a veces es como que no me siento parte de mi familia… me clavo los puñales yo mismo. Son elecciones de vida. Por eso quiero disfrutar con ellos cada momento que tengo. Soy muy apegado a mi familia… para colmo estoy dos días y al volverme recibo mensajes de mi vieja que me dicen “te extraño” y eso me mata.
-Veo que incorporás los afectos a la pesca, no sos de ir solo, sino con amigos.
-Si, siempre en familia o con amigos. No tengo hijos pero si los tuviera obvio que los llevaría a pescar. Y ojalá les gustase. Sin embargo, en estas últimas vacaciones me quedé casi un mes en mi casa y un par de días me fui solo. Me llevé el mate, me crucé la isla, me amarré y me tomé unos matecitos pescando solo.
-¿En cuanto a técnicas de pesca qué preferencias tenés?
-No recuerdo cuando salieron los señuelos, pero yo de chico pescaba con carnada, con lombrices. Pero desde que conocí los señuelos y empecé con el bait me cambió la noción de la pesca. Me interesaría pescar con mosca. Hay un amigo en el club que es el fotógrafo oficial de Racing, Diego Ortiz Mugica, que me está entusiasmando con la pesca con mosca. Capaz me largo pronto..
–Diego Ortiz Mugica fue nuestro entrevistado en Aire Libre. Nadie mejor para que te inicie en ese mundo que un apasiondo al fly como él, que también fue gran amigo de Mel Krieger.
-Nos está insistiendo a Lisando López y a mí de tomar un curso de lanzamiento con él. También nos invitó a ir a Bariloche, porque él se pasa tres meses allá. Así que capaz que empezamos con eso y le hacemos caso.
-Volviendo a las técnicas: tarariras en baitcast es una de tus pasiones…
-Si!! Me encanta pescar tarariras con equipos UL (ultralivianos). Si sacás una tarucha de 2 a 3 kilos con un equipo de 3 a 6 libras enloqueces. Allá en Rosario hay zonas con pocas plantas y se puede. Ver una caña doblada en U con un reelcito mínimo es lo más grande que hay. Hace solo tres años que pesco tarariras. Conocí por un preparador físico a Daniel De María, guía de Rosario, y me llevó a unos lagunones del Paraná viejo y nos cansamos de sacar taruchas.
-En orden de preferencias ¿Es la especie que más te gusta la tarucha?
-Y si, andan ahí cabeza a cabeza con el dorado. Están en lugares distintos… pero la tarucha pica de forma muy sorpresiva, me gusta. Una vez igual pesqué dorados al golpe haciendo bait, pero como no era tan bueno con el bait erraba el tiro y espantaba los dorados. Pero en ese orden me gustan, taruchas primeros y después dorados.
-También te diste el gusto con grandes surubíes…
-Sí, pero los pesqué haciendo trolling, que es una modalidad aburrida, porque el señuelo busca al pescado y no el pescado al señuelo. El año pasado nos fue muy bien en el Alto Paraná, con mi cuñada Ana, la novia de mi hermano mellizo Maximiliano, logramos tremendos surubíes en Itá Ibaté.
-Nuevamente la familia acompañando. ¿Llegaste a pescar con tus abuelos?
-Mi abuelo Zike, falleció cuando tenía 5, y mi abuelo Armando tiene 90. Hace un año y medio lo llevamos a pescar. Le venía diciendo “te quiero llevar a pescar, te quiero llevar a pescar” y un fin de semana lo levanto y lo saqué. Me dice “esperá que voy a buscar las cosas de pesca…. Y se fue a un cuartito a sacar unas cañas de cuando pescaba en el año 70… una caña de bambú de 3,60 metros, un reel Calador y un nailon que tenía 40 años puesto ahí… nos amarramos al lado de un muelle de una cerealera y el armó su equipo gigante… y si tiraba él nos teníamos que agachar par que no nos arrancase la cabeza. Yo tengo una lanchita Pacú 5,50… imagínate, estábamos con mi hermano, Maxi, mi viejo, Oscar, y al viejo revoleando ese equipo. Después le di mis equipos y pescó buenos amarillos.
-¿Tuviste algún blooper de pescador?
-Tengo anécdotas de haberme ido hasta la boya 500 partiendo del 440, es decir, hacer 60 km por agua para supuestamente pescar dorados que estaban saliendo allí. Y después de casi dos horas de viaje no obtuvimos un pique en todo el día. Y después me pasó hace poquito una desgracia por ser inquieto. Cuando pasa media horita sin pique me tengo que empezar a mover. Por eso no me gusta pescar con carnada y esperando. El bait me encantó. Había ido a La Triestina a comprar cosas y me regalaron un equipito Berkley con un reelcito chiquitito. Me paro al costado del motor y desde otra embarcación Daniel de María me grita “Iván te vas a caer”. No le di bola… hago el primer tiro, recojo, voy a hacer el segundo y se me enganchó el señuelo en un bolsito… quebré la caña y encima me resbalé y me dí un palazo bárbaro… estuve tres días dolorido y con analgésicos.
-¿Fuiste alguna vez a pescar al mar?
Si, con el Chino Vittor y con Lisando López, en Mar del Plata. Fuimos a pescar meros, besugos y corvinas con una embarcación llamada Sandokán. No me gustó… porque era tirar y sacar… a veces si en 15 segundos no pescabas el tipo te decía que levantes porque te habían comido la carnada. Llenamos dos cajones de pescado, pero no me gustó.
-Tenés 32. Si yo te pregunto si vas a seguir vinculado al fútbol cuando te retires ¿Qué me decís?
-Lo hablo mucho con mi familia, con el flaco Donatti. Y la verdad es que no se si voy a seguir vinculado al fútbol.
-Pero si te pregunto si vas a seguir vinculado a la pesca…. (interrumpe)
Sí, voy a seguir toda la vida vinculado a la pesca. Me veo hasta guía de pesca, o poniendo cabañas. No sé qué voy a hacer pero pescar seguro que voy a seguir. Lo necesito y me hace bien.
-Estás soltero, pero por todo lo que contaste parece que la elegida para compartir tu vida va a tener que ir tomando nota de que ¡pescar es parte de tus pasiones inextirpables!
-Hace poco me pasó que conocí a una chica, la invité a comer y mis primeras preguntas fueron: “¿Te gusta el río?, ¿Te gusta la pesca?” Y a partir del “sí”, empezamos
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pablo vignati
Muy buena nota . Saludos al melli Maxi .