Córdoba en dos ruedas, de paseo o para entrenar.
Una vuelta a ritmo tranquilo por el Camino Real, en el norte provincia; y, para ciclistas preparados, trepadas agotadoras en El Cuadrado. Por Gabriela Origlia para el Suplemento Turismo de La Nación
Las sierras de esta provincia son una tentación para los ciclistas. El histórico Camino Real, por ejemplo, es una buena opción para quienes no quieren hacer demasiado esfuerzo ya que presenta sólo una dificultad media y atraviesa pueblos arbolados y llenos de historia. En cambio, El Cuadrado y Las Ochoas son alternativas para apreciar el paisaje… durante el entrenamiento.
El Camino Real data del 1600, cuando era la vía principal que unía el puerto del Río de la Plata con el Alto Perú. Para las bicis, los entendidos plantean trayectos de 125 kilómetros que comienza en San José de la Dormida (120 kilómetros al norte de la capital provincial, en el departamento Tulumba) y, en paralelo a la ruta 9, después de 25 kilómetros llega a Villa Tulumba,
Casas coloniales y calles empedradas distinguen a este pueblo fundado a mediados de 1700. Lugar ideal para reponer fuerzas y seguir pasando por Las Juntas (a 13 kilómetros), La Toma (a 15) El Perchel (7) y arribar a Caminiaga después de otros 15 kilómetros.
Talas, molles y algarrobos reciben a los ciclistas que pueden aprovechar para visitar la iglesia colonial y una casa de tres siglos que recuerda los orígenes de la población. Hacer noche en Caminiaga es lo mejor antes de emprender la segunda jornada de pedaleo.
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El día comienza andando 17 kilómetros hasta el Cerro Colorado, reserva cultural y natural que conserva pictografías de los aborígenes. Trascendió en 1903, cuando la nacion publicó una crónica del escritor Leopoldo Lugones, donde señalaba la maravilla de estas pinturas en los aleros y cuevas.
El recorrido se completa con 11 kilómetros hasta Churqui Cañada y otros siete hasta Guayascate, zonas de arroyos, cerros, sauces, mimbres, talas, matos y algarrobos. A media tarde es momento de emprender el regreso a San José de la Dormida, a 14 kilómetros.
Para completar el paseo, si se dispone de un día más, se puede visitar la parroquia San José, bendecida por el obispo Fray Mamerto Esquiú; sentarse a la sombra de un aguaribay, donde estaba la posta que brindaba servicios a los viajeros del Camino Real; recorrer Los Morteritos, yacimientos arqueológicos en la zona urbana y el Museo Regional Sanavirón.
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Curvas y bajadas
Más energía, entrenamiento y estado físico requiere El Cuadrado, camino a unos 30 kilómetros de la ruta provincial E-57, que une la capital provincial con Río Ceballos. Para mountain bikes, el que se usa es el viejo que data de 1900, es de tierra y llega hasta La Falda, son unos 30 kilómetros.
Curvas, trepadas y bajadas abruptas cruzan paisajes con grandes contrastes en la vegetación. El camino desemboca atrás del histórico hotel Edén, que data de fines del 1800 y mezcla historias de la aristocracia argentina que pasaba allí sus vacaciones con los vínculos de sus dueños con Adolf Hitler y con leyendas de fantasmas que -cada tanto- andan por sus pasillos.
Con 50 kilómetros -unas dos horas y media para un ciclista con entrenamiento promedio-, Las Ochoas arranca en La Calera (pegada a la ciudad de Córdoba, conocida como el Portal de las Sierras Chicas). Después de un trecho de tierra, desemboca en la ruta 20; un trecho corto y empieza la intensa trepada hasta Las Antenas.
La bajada es abrupta y pone a prueba los frenos; la recuperación llega con el sendero de Las Ochoas hasta la ruta que une La Calera con el dique San Roque.
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