Los mejores años de tu vida no se los podes dejar a tu silla.
Artículo del Lic. Héctor A. Cirigliano para Revista Aire Libre.
En la época en que vivimos, uno de los principales flagelos es el sedentarismo que se da en un gran número de niños debido al auge de la tecnología que los mantiene durante horas frente a la pantalla de una Tablet o un teléfono celular participando de redes sociales desde temprana edad y de los juegos electrónicos. Esto trae aparejado el aumento de peso y la torpeza en los movimientos comunes de la vida diaria. Desde hace mucho tiempo se los denominaba “niños de departamentos” por pasar horas frente al televisor, pero en la actualidad se potenció por el desarrollo de los medios electrónicos y por el fácil acceso a los mismos.
A ello se suma el consumo de alimentos hipercalóricos envasados que aumentan el peso corporal y son dañinos para la salud y la contaminación ambiental que daña de manera fundamental al aparato respiratorio y otros sistemas orgánicos.
La actividad física para niños pequeños y de educación primaria debe estar dirigida al desarrollo de las destrezas básicas como correr, saltar, trepar, rolar y a las actividades pre deportivas enfocadas a los diferentes deportes pero con reglas fáciles y que motiven a los participantes.
La actividad física para adultos mayores. Nunca es tarde para comenzar. Nota del Lic. Héctor A. Cirigliano para Revista Aire Libre
Es muy amplio el abanico de posibilidades que se presenta comenzando con los niños más pequeños de un año de edad hasta la finalización del periodo escolar primario, donde los chicos ya han adquirido las destrezas y muchos de ellos están encaminados a la práctica de algún deporte desde varios años antes. Es muy importante que los niños realicen actividad física en forma habitual, que lo incorporen como un estilo de vida, que integre su jornada.
En el niño el ejercicio debe ser tomado con naturalidad, no como una obligación. La actividad física se compone de juegos y actividades deportivas, donde en los grupos de niños mayores se van incorporando reglas de diferentes deportes.
Además, el estilo de vida activo ayuda a reducir enfermedades crónicas desde la infancia, comenzando con la obesidad, uno de los principales flagelos, la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares juveniles, los problemas músculo esquelético, algunos tipos de cáncer y la contribución a la salud mental, desarrollando una vida activa.
Todo esto sirve si se realiza en forma regular, formando parte de la vida diaria. Hacer actividades los fines de semana o en forma esporádica no produce beneficios en la salud. Por lo contrario, puede ser contraproducente si el niño tiene algún problema de salud no detectado por los controles previos que deben realizarse para la práctica de actividades físicas. Los controles pediátricos periódicos son necesarios para conocer el estado de salud del niño, además de los controles de vacunación y de los percentiles del desarrollo corporal. Esto no significa que un niño enfermo permanezca inactivo, sino que debe realizar una actividad adaptada.
Estar en forma.
Para todos los que practican deportes es muy importante realizar la actividad física de manera natural, disfrutando del momento y de las preferencias del quien las realiza. Para estar entrenados es necesario hacerlo diariamente, por lo menos durante una hora, preferentemente en una actividad aeróbica, donde se estimule el trabajo cardio respiratorio y el consumo energético.
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Las más recomendables son las destrezas básicas mencionadas arriba, realizadas durante una hora, que puede ser dividida en dos tiempos de 30 minutos.
De cualquier manera, todo lo que se haga en forma programada y continua sirve para combatir el sedentarismo.
Actividad física de acuerdo a la edad.
La actividad física de los niños debe comenzar desde los lactantes. Lo importante es que la actividad se adapte perfectamente a cada grupo, teniendo en cuenta las capacidades físicas y las necesidades del niño.
Lactantes: Estimularlos desde pequeños con juegos simples. Movimientos de brazos y piernas, rolar, gatear, recoger y manipular objetos, tomarlos y arrojarlos. En el lactante siempre interviene el juego con otra persona, lo mismo que en los juegos que se realicen en el agua.
Preescolares: se deben realizar actividades que demanden un mayor gasto de energía durante mucho más tiempo. Correr, andar en bicicleta, saltar, practicar deportes con reglas básicas, desarrollar e incrementar las destrezas (equilibrio, coordinación, ubicación temporo espacial). Los juegos acuáticos y la natación son de gran utilidad y contribuyen al desarrollo del aparato respiratorio.
Niños de edad escolar (5 a 11 años): se busca incorporar reglas deportivas y juego en equipo. Cooperación e integración grupal. El trabajo es de moderado a intenso y debe ser realizado por lo menos 3 días por semana. Se busca el fortalecimiento de huesos y músculos, para prepararlos para la etapa siguiente, donde el adolescente entra de lleno en la práctica deportiva.
En esta etapa de la vida los niños tienen mucha energía y necesitan canalizarla en una actividad física vigorosa, que desarrolle los huesos y músculos, en lo posible en equipo, para contribuir a la socialización, el compañerismo y la solidaridad. Enseñarles a respetar al adversario en las competencias y a saber perder.
Otras actividades
Además de las actividades físicas programadas que se realizan en la escuela y en el club, también son de gran utilidad otro tipo de actividades que alejen al niño del sedentarismo y de los juegos electrónicos.
En la vida cotidiana
- Paseos y caminatas.
- Subir y bajar escaleras.
- Andar en bicicleta, patines, monopatines, etc.
- Colaborar en las tareas hogareñas.
Actividades físicas dirigidas
- Son las que se desarrollan en la esfera escolar y en el club.
Actividades físicas en el tiempo libre
- Clases de danza, gimnasia, natación.
- Entrenamiento en un equipo deportivo.
Actividades físicas espontaneas
- Juegos infantiles.
- Juegos de calle y patio.
- Actividades recreativas.
- Vóley de playa.
- Excursiones en bicicleta.
- Senderismo y actividades de vida en la naturaleza.
Como podemos apreciar, son numerosas las oportunidades de introducir al niño en la práctica de actividades físicas. Corresponde a los padres, maestros y profesores de Educación Física guiarlos y despertar el interés por la vida activa, alejada del sedentarismo, con todos los males que acarrea para la salud física y mental del niño.
Hector A. Cirigliano. / Lic. en Kinesiología y Fisiatría UBA- 14097 / Kinesiólogo y Entrenador de FATARCO
Kine41@fibertel.com.ar
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