Patagonia fantástica.
En los Parques patagónicos próximos a la Ruta 40 existen emblemáticas áreas de acampe en las que se puede practicar pesca deportiva y senderismo, ofreciendo una combinación ideal para alternar experiencias en un entorno de lagos y montañas. Son más de mil setecientos kilómetros de pura Patagonia andina que suman excursiones náuticas, cabalgatas y rafting a esta oferta única de actividades que comparten Lanín, Nahuel Huapi, Los Arrayanes, Lago Puelo, Los Alerces, Perito Moreno y Los Glaciares.
El Parque Nacional Lanín está ubicado al suroeste de la provincia de Neuquén y sus tres zonas (Sur, Centro y Norte) proponen diversas actividades vinculadas a los pobladores y a las comunidades mapuches.
Las culturas y la historia de cada paraje acompañan al visitante en su travesía desde el circuito turístico de los lagos Lácar y Nonthué, con base en San Martín de los Andes, hasta las tres cuencas lacustres vinculadas a Aluminé (Quillén, Rucachoroy y Norquinco); pasando por la zona de influencia de Junín de los Andes, en el acceso a los lagos Huechulafquen y Paimún.
Siguiendo hacia el sur por el oeste del Neuquén, la Ruta de los Siete Lagos conduce hasta el Parque Nacional Los Arrayanes, en la Península de Quetrihué, vinculado a Villa La Angostura, que ofrece una red de senderos con increíbles vistas hacia los lagos de la zona. Se destaca el mirador Arrayán, que comienza con un sendero escalonado de dificultad media y finaliza con una panorámica del lago Nahuel Huapi, la Bahía Brava, la Isla Fray Menéndez y la espectacular Cordillera de los Andes.
El Parque Nacional Nahuel Huapi, emplazado entre Neuquén y Río Negro tiene como centro a su lago homónimo y como cabecera a la ciudad de San Carlos de Bariloche. Esta área protegida ofrece decenas de alternativas para el visitante, tanto en su variada oferta gastronómica de platos típicos como en los paseos náuticos que permiten conocer dos hitos de la historia local: la Isla Victoria, con su trayectoria de investigaciones forestales, y Puerto Blest, el sitio donde hace más de 115 años nacieron los parques nacionales.
Ingresando a Chubut, el Parque Nacional Lago Puelo se encuentra 16 kilómetros al sur de El Bolsón, el centro de una comarca con una impronta marcada por el trabajo de los artesanos y las pequeñas fábricas familiares de dulces y conservas. En la zona existen hoteles, hosterías, cabañas, hospedajes, campings, restaurantes, locales de comida rápida y estaciones de servicio para asegurar una buena estadía. En el parque nacional, el área recreativa de la cabecera norte del lago presenta el Camping Agreste Delta del Azul, que cuenta con más de cien fogones, proveeduría, luz eléctrica, sanitarios y agua caliente.
A 50 kilómetros de la ciudad de Esquel y a 25 de Trevelin, sobre el límite internacional con Chile, se encuentra el Parque Nacional Los Alerces, que en el 2017 fue incorporado al listado de Sitios Patrimonio Mundial de la UNESCO. El centro operativo y la sede administrativa del parque se encuentran en Villa Futalaufquen, donde se puede recorrer el Centro de Visitantes y una serie de senderos de baja dificultad para conocer los alrededores. La Ruta Provincial 71 permite incursionar en diversos puntos panorámicos y áreas de servicios que suman posibilidades para alargar la estadía en la tierra del Alerzal milenario.
De camino al sur de Santa Cruz, la Ruta 40 acerca al viajante al Parque Nacional Perito Moreno, vinculado a Bajo Caracoles, Lago Posadas y Gobernador Gregores. Un espacio de inmensas estepas, lagos de origen glacial y montañas de piedra que ofrece nuevos refugios para visitantes. Uno de ellos es el ubicado en el Valle del Río Lácteo, con vistas al Cerro San Lorenzo, entre los más importantes de la Patagonia austral argentina.
Más adelante en el recorrido, El Calafate y El Chaltén son las localidades que sirven de base operativa para las excursiones al Parque Nacional Los Glaciares, el más extenso del país. Campos de hielo, glaciares centenarios y sendas únicas entre bosques y montañas ponen de manifiesto la magnitud del paisaje que rodea al visitante.
Excursiones náuticas, caminatas sobre el hielo y una extensa red de senderos con diverso grado de dificultad hacen de esta área protegida el lugar ideal para combinar distintas actividades como pesca deportiva, trekking, camping y avistaje de fauna.
Para acceder a los confines australes, se puede hacer un puente aéreo hasta Ushuaia, o bien seguir la ruta y llegar por tierra hasta el Fin del Mundo para conocer el Parque Nacional Tierra del Fuego, donde los Andes y sus bosques se juntan con el mar. Navegar los canales fueguinos, caminar por senderos rodeados de lengas, disfrutar de las historias del siglo pasado a bordo del Tren del Fin del Mundo o animarse a embarcar en los cruceros que visitan la Antártida en temporada estival para llegar al continente blanco figuran entre las múltiples opciones.
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