El Gobierno Nacional adquirirá 300 unidades.
Según la versión, se proveerá a efectivos de seguridad de las armas eléctricas para ser utilizadas en lugares de gran concurrencia de público donde se dificulta el uso de armas de fuego.
Se anunció este viernes la compra de pistolas Taser, un arma no letal, que será utilizada por las fuerzas federales en los principales aeropuertos del país y en las estaciones ferroviarias más inseguras del área metropolitana.
“En los grandes aglomerados de personas está probado que es muy eficaz para no tener que usar armas de fuego”, publicó infobae en torno a lo que señaló el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco.
El modelo que adquirió el Gobierno es el X26P, un dispositivo de transmisión de impulsos eléctricos de muy bajo amperaje. Según trascendió, el Ministerio de Seguridad ya dispone de un cargamento de 300 unidades. Cada pistola tiene un costo aproximado de 3.000 dólares.
El representante de la empresa Taser en la Argentina, Maximiliano Bucello, explicó cómo funcionan este tipo de armas. “Tiene un protocolo de uso como toda herramienta que porte un oficial de una fuerza seguridad. Dicho protocolo indica cuándo y con qué riesgo se debe usar. La Taser es una alternativa más previo al uso de un arma de fuego”, aclaró.
La Taser es un arma intermedia utilizada en varios países del mundo como Estados Unidos, Australia, Francia e Inglaterra, entre otros países. En América ya la usan Brasil, Colombia y México. El modelo X26P tienen alcance de cuatro, siete o 10 metros –como máximo– dependiendo del cartucho.
El experto especificó que las Taser se utilizan en momentos en los cuales hay un claro riesgo de terceros. “Por ejemplo, cuando hay un suicida o una toma de rehenes que atente contra otras personas. En momentos de violencia de género”, señaló. Asimismo, remarcó que luego de disparar, la inmovilización del agresor es instantánea y solo dura cinco segundos.
Algunos detalles de su funcionamiento
- Se disparan los dos electrodos con forma de arpón.
- Los dardos se clavan en el agresor mientras el cable conductor los mantiene conectados a la pistola y se produce la descarga eléctrica.
- La descarga continúa mientras el oficial aprieta el gatillo, normalmente entre uno y cinco segundos.
- La persona alcanzada se siente cansada, extenuada, y ese efecto dura entre cinco y diez minutos.
Según explicó Bucello, los impulsos electrónicos son controlados y cuando alcanzan al atacante le provocan hasta 19 contracciones musculares por segundo, permitiendo su arresto sin poner en riesgo la integridad física del involucrado.
El individuo jamás pierde el conocimiento, es decir que puede escuchar las órdenes del oficial y su ritmo cardiorrespiratorio no se ve alterado. “La persona alcanzada se siente cansada, extenuada. Y ese efecto dura entre cinco y diez minutos”, agregó.
Este modelo además se puede utilizar haciendo contacto directo con el agresor, lo que constituye una ventaja, debido a que luego de disparar los dardos, el oficial de policía puede repeler otras agresiones al aplicar el modo de contacto en forma inmediata, con total efectividad.
Asimismo, estas pistolas cuentan con un registro de control mediante una memoria digital que almacena datos encriptados solo accesibles a través de un software. En el chip se guardan: fecha y hora de uso y la duración de los impulsos, entre otras cosas.
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